La vuelta al cole comienza en Oriente Medio. En las próximas semanas, el medio millón de niñas y niños refugiados de Palestina que estudian en las escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, UNRWA, que gestiona uno de los mayores sistemas educativos de la zona, deberían incorporarse de nuevo a las clases. Sin embargo, no todos podrán hacerlo, o al menos no a tiempo y con la seguridad que merecen.
Las escuelas deberían ser un santuario donde los niños y niñas puedan aprender, jugar, y estar seguros. Es donde se anima a las mentes jóvenes a investigar, explorar y desarrollar todo su potencial. Pero para los menores del territorio Palestino ocupado no es así.
En los seis primeros meses de 2023, la ONU registró más de 423 incidentes que afectaron a menores palestinos y a su educación, entre ellos disparos de las fuerzas israelíes contra escuelas o estudiantes, operaciones militares, acoso por parte de colonos israelíes y retrasos al pasar los puestos de control del ejército israelí que afectaron a unos 50.000 niños y niñas.
La violencia a la que se ven expuestos en esta zona pone en grave peligro su educación. Los niños y niñas han perdido semanas de aprendizaje este año como consecuencia de la ofensiva israelí de mayo sobre Gaza y las operaciones de las fuerzas israelíes en los campamentos de refugiados de Palestina en Cisjordania.
El resultado más doloroso de todo esto es que en lo que va de año 42 niños y niñas palestinas han sido asesinados, 35 en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y otros siete en la franja de Gaza.
Además, los edificios escolares también se encuentran en peligro. En Cisjordania, las autoridades israelíes han demolido tres escuelas en los últimos 12 meses, la última de ellas el 17 de agosto, en el pueblo de Ein Samiya, pocos días antes del comienzo del nuevo año escolar. Otras 58 escuelas se encuentran actualmente con órdenes de demolición parcial o total o de paralización de las obras.
Mientras que en el campamento de Ein el-Hilweh, en Líbano, miles de niños no podrán retomar las clases. Dos semanas después de los enfrentamientos entre facciones armadas dentro del campamento más poblado de Líbano, hay grupos armados que siguen ocupando las instalaciones de UNRWA.
Como denunció la semana pasada Dorothee Klaus, directora de UNRWA en Líbano, “UNRWA ha recibido información de que otro complejo escolar ha sido tomado por grupos armados en el campamento de refugiados de Palestina de Ein El Hilweh, en el sur del Líbano. Esto eleva el número total de escuelas tomadas por grupos armados en el campamento a ocho, poniendo en riesgo el comienzo del año escolar a tiempo para 5.900 niños”.
La vuelta a las aulas no debería ser así para ningún niño o niña. El acceso seguro a la educación es un derecho fundamental de todos los niños que todas las partes deben proteger y salvaguardar en todo momento.
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