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Siete destinos para vivir un otoño lleno de color

En El Tiemblo hay hojas y castañas aseguradas.

Roberto Ruiz

Cuando se acerca el otoño, bajan las temperaturas y los árboles se preparan para mudar sus hojas una explosión de color tiene lugar en infinidad de bosques españoles. Si quieres disfrutar de sus paisajes las opciones son numerosas, raro sería no tener alguno relativamente cerca de casa, pero hemos escogidos algunos de los más espectaculares por si buscas un plan de fin de semana diferente.

Seguro que algunos de estos bosques te sonarán familiares, e que incluso te vengan a la mente muchos más, como los que podríamos encontrar en el Parque Natural de Somiedo, en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el Hayedo de Tejera Negra… Pero nuestra selección ha querido destacar los mayores contrastes cromáticos, a la vez que disfrutamos de una red de senderos accesible para todos los públicos. En ellos no necesitas más que calzarte las botas, coger un chubasquero y algo de ropa de abrigo, y prepararte para llenar los pulmones de aire puro.

La Selva de Irati

La Selva de Irati, en Navarra, es posiblemente uno de los destinos más deseados cuando llega el otoño. Es bonito siempre, de hecho es uno de los mayores bosques de hayas y abetos de Europa, pero cuando llega el otoño y las especies de hoja caduca tornan su color el paisaje se vuelve un espectáculo alternando verdes, rojos y amarillos. Si te gusta el senderismo encontrarás multitud de caminos bien señalizados que te permitirán recorrer kilómetros en los que pisar hojas secas. 17.000 hectáreas de naturaleza en estado puro te esperan para que descubras su enorme valor ecológico.

El Hayedo de Montejo

Pertenece al municipio de Montejo de la Sierra, en Madrid, y lo encontrarás en las faldas de la Sierra del Rincón. Sus protagonistas son las hayas, quienes encontraron aquí un refugio al sur de Europa gracias a un microclima particular. En otoño, la alta afluencia de visitantes hizo regular su entrada y solo se puede conocer realizando una visita guiada. De hecho, la mitad de las entradas se conceden con meses de antelación y la otra mitad se reparten a primera hora entre los más madrugadores en el Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón de Montejo de la Sierra.

El Hayedo de Peña Roya

En Zaragoza, en el Parque Natural del Moncayo, se encuentra el hayedo de Peña Roya, un enclave natural repleto de hayas, acebos, serbales y brezos que hacen las delicias de quienes buscan colores otoñales. Un sendero circular de unos 8 km y perfectamente señalizado nos permite adentrarnos con toda comodidad por él, sin mucha dificultad y sin desniveles exigentes. Un espacio natural protegido en el que evadirse de todo lo demás, disfrutar del aire puro y pasar un día entre colores otoñales.

Las Médulas

En la provincia de León los romanos nos dejaron un paisaje muy particular: Las Médulas. Unas antiguas minas de oro a cielo abierto que hoy parecen una caprichosa formación geológica. Siempre es buen momento para visitar este espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pero en otoño sus castaños pintan el paisaje con una belleza especial, lo que contrasta con el verde del resto de la vegetación y el rojo de la tierra. Independientemente de la época del año, aunque sea por conocer cómo son estas minas que estuvieron 250 años en activo ya merece la pena la visita.

El Valle de Ambroz

En el norte de la provincia de Cáceres y no muy lejos de la comarca de Las Hurdes encontramos el Valle de Ambroz, un pequeño enclave boscoso donde la naturaleza nos da la bienvenida con árboles centenarios. Sus castaños y robles crean un paraje tan especial que cada año se celebra aquí el Otoño Mágico, una completa agenda cultural que lleva celebrándose más de veinte años y que incluye actividades relacionadas con caminatas, conciertos, rutas en bicicleta de montaña, gastronomía, artesanía, fotografía y un largo etcétera. De hecho es Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2017.

El Castañar de El Tiemblo

El Castañar de El Temblo, en la provincia de Ávila, puede suponer una escapada perfecta cuando el frío hace cambiar sus árboles de color. Aquí podrás hacer una ruta sencilla y circular de apenas 4 kilómetros, apta para todos los públicos, y pasarás junto a enormes castaños centenarios, pisando hojas y castañas a cada paso. El Abuelo, un viejo castaño que ya hace más de dos décadas que superó su quinto centenario, es uno de sus mayores atractivos. Con su tronco hueco y quemado, refugio de varias generaciones de hombres que a sus pies se resguardaron, y que alcanza los 19 metros de perímetro.

El Hayedo de Otzarreta

En Bizkaia, en el Parque Natural Gorbeia, encontramos el Hayedo de Otzarreta, el que por méritos propios se ha ganado el honor de ser uno de los hayedos más bonitos de España, si no el que más. Un paraje que parece encantado y nos recuerda a los cuentos de hadas y gnomos, donde los brazos de los árboles se retuercen mirando al cielo. El musgo verde que cubre ramas y raíces, los suelos teñidos de hojas rojas y el arroyo Zubizabala que lo atraviesa hacen la combinación perfecta para decorar un bosque pequeño y fácilmente abarcable.

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