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Santiago de Chile, una urbe moderna entre montañas

La Gran Torre Santiago (Costanera Center) con sus 300 metros es el rascacielos más alto de la ciudad.

Roberto Ruiz

Todo viaje por Chile debería pasar por su capital, el alargado país latinoamericano tiene demasiada historia a sus espaldas como para no parar un par de días a conocerla de primera mano. Santiago nació en 1541, cuando fue fundada por Pedro de Valdivia y bautizada como Santiago de la Nueva Extremadura, y hoy, con sus más de seis millones de habitantes, esta gran ciudad concentra un tercio de la población total del país, destaca como una de las ciudades más modernas de toda Sudamérica y espera al visitante cargada de cultura y entretenimiento.

Hay mucho que ver, mucho que pasear y mucho de lo que aprender, por lo que si no dispones de tiempo suficiente para todo será importante tener clara una lista de prioridades. Si buscas variedad y no quieres que todo sean museos, todo monumentos, todo historia o todo gastronomía, aquí tienes un plan con una lista de imprescindibles para tengas claro lo que no te puedes perder.

Empezar en la Plaza de Armas

Es el centro neurálgico del casco histórico, donde se encuentra la Catedral Metropolitana, el edificio de Correos y el Museo Histórico Nacional. Es la antigua Plaza Mayor de la ciudad y los edificios más nobles los encontrarás a su alrededor. Si puedes sacar un rato para sentarte en algún banco y entretenerte con su animada vida te llevarás un buen recuerdo. Además, cada mañana salen de aquí los “free walking tours” que recorren la ciudad.

Subir al Cerro Santa Lucía

Muy cerquita, a unas cuatro cuadras de la Plaza de Armas, se encuentra el Cerro Santa Lucía, un básico del centro al que sí o sí deberías subir. Es lo suficientemente alto como para tener unas buenas vistas pero lo suficientemente bajo como para ascender a pie. Desde él Valdivia visualizó la futura ciudad de Santiago en lo que aún eran tierras mapuches y también en él se encuentra el Castillo Hidalgo, un fuerte de principios del siglo XIX. Desde lo más alto, en la torre mirador, tendrás las mejores vistas que ofrece este cerro convertido en parque.

Ver todo Santiago desde el Cerro San Cristóbal

Pero eso sí, si de verdad quieres contemplar toda la ciudad de Santiago de Chile necesitas subir aún más alto, y eso lo puedes hacer en el Cerro San Cristóbal. La mejor opción es visitarlo un día de tiempo despejado, la bruma y la polución de la gran ciudad estropean las vistas, pero con suerte podrás contemplar toda su inmensidad rodeada de montañas andinas. Lo más auténtico es subir en su funicular y siempre puedes aprovechar para tomarte un mote con huesillos mientras disfrutas del paisaje.

Conocer el Palacio de La Moneda

Si llegas sin tener mucha idea sobre la historia de Chile te parecerá un edificio monumental sin más, pero el Palacio de La Moneda ha sido testigo de acontecimientos que han marcado el país. Originalmente fue construido a finales del siglo XVIII como Casa de la Moneda pero a mediados del XIX ya pasó a ser la sede del gobierno chileno. Fue brutalmente atacado y bombardeado durante el golpe de estado de 1973 que acabó con la vida de Salvador Allende y dio el poder a Augusto Pinochet. Para verlo por dentro puedes solicitar con antelación una visita guiada y así conocerlo en profundidad.

Pasear por Bellavista y visitar La Chascona

Al pie del Cerro San Cristóbal se encuentra el barrio de Bellavista, uno de los más coloridos, bohemios y bonitos de la ciudad. La vida en él no cesa, la universidad tiene también gran culpa de ello, pero además de casas pintorescas encontrarás buenos restaurantes, cafés con encanto, galerías, tiendas y teatros.

En Bellavista no debes pasar por alto La Chascona, una de las casas que Pablo Neruda tuvo en Chile, convertida hoy en casa museo a través de la Fundación Pablo Neruda. Entre sus muebles y sus enseres comprenderás mucho mejor la vida del poeta chileno.

Aprender en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos

Quizá, si te vieras en la situación de tener que escoger una sola visita en todo Santiago de Chile, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos debería ser el elegido. Fue inaugurado en 2010 y da visibilidad a las innumerables violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo durante la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990. Un museo para aprender y reflexionar que incluye documentos, periódicos, carteles, fotografías, cartas, grabaciones, testimonios y una amplia exposición audiovisual con la que tomar conciencia.

Curiosear por el Mercado Central de Santiago

Algo tienen los mercados que siempre causan sensación entre los viajeros. El Mercado Central de Santiago no lo es menos, más aún si tenemos en cuenta que data de 1872, es considerado Monumento Histórico Nacional y la belleza de su espectacular estructura metálica causa sensación. Lo ideal es llegar a la zona a media mañana para poder ver su actividad con pescaderías, carnicerías, fruterías, queserías, panaderías y muchos otros puestos a rebosar, y aprovechar para degustar algún plato típico en alguno de sus múltiples restaurantes, como por ejemplo una buena paila marina.

Y acercarte a visitar alguna bodega

Chile es un país de vinos y algunas de sus más famosas bodegas no se encuentran lejos de la ciudad, por lo que si éste es un mundillo que te llama la atención deberías aprovechar para visitar alguna. Podrás ver los viñedos, aprender las diferencias de cada uva, conocer el proceso, visitar las barricas y por supuesto hacer una pequeña cata. Bodegas como Concha y Toro o Cousiño Macul ofrecen visitas guiadas a sus instalaciones.

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