Por favor, no echéis los guantes y mascarillas en el contenedor de reciclaje

Empiezo compartiendo este importante mensaje de Asunción, una oyente de Madrid, que nos ha enviado a la radio: “Por favor, avisad a la gente que dejen de echar guantes y mascarillas a los contenedores de reciclaje, mi marido trabaja en una planta de selección y cada día llegan más, es una irresponsabilidad que pone en riesgo a los operarios y no sirven para nada, pues no se reciclan”.

Las mascarillas de un solo uso y guantes de látex o nitrilo no deben echarse al contenedor amarillo, donde van los envases y envoltorios de plástico, latas y brics. Ni al azul, donde va el papel y cartón. Ni al iglú verde, donde van las botellas y tarros de vidrio. Ni al marrón, donde van los restos de materia orgánica (allí donde se recoge aparte esta fracción).

En los hogares donde no haya personas infectadas por la COVID-19 o en cuarentena, las mascarillas y los guantes usados deben depositarse en el contenedor general o de rechazo, que es en el que echamos todos los residuos que no se reciclan. Suele ser de color gris, verde oscuro o metálico. No hace falta tomar medidas excepcionales al respecto.

Unas medidas que sí que habrá que tomar para gestionar como residuo los guantes y mascarillas usados por una persona enferma. En este caso estamos obligados a proceder según el protocolo que señala el Documento técnico Manejo domiciliario de la COVID-19 elaborado por el Ministerio de Sanidad.

Según dicta este documento oficial, los guantes y mascarillas de una persona enferma o en cuarentena se acumularán en una bolsa de plástico (BOLSA 1) dentro de un cubo de basura dispuesto en la habitación (preferiblemente con tapa y pedal de apertura) sin realizar ningún manejo ni ninguna otra separación para el reciclaje.

La BOLSA 1 deberá cerrarse adecuadamente anudada para introducirla en una segunda bolsa de basura (BOLSA 2) que se dejará junto a la salida de la habitación. En esa BOLSA 2 se depositarán los guantes y la mascarilla utilizados por el cuidador y se cerrara adecuadamente anudada antes de salir de la habitación.

Una vez fuera de la habitación, la BOLSA 2 se depositará en la bolsa de basura donde echamos aquellos residuos domésticos que van al contenedor general o de la fracción resto. La BOLSA 3 también se cerrará adecuadamente.

Tal y como establece el Ministerio de Sanidad, “la BOLSA 3 se depositará exclusivamente en el contenedor de fracción resto (o en cualquier otro sistema de recogida de fracción resto establecida en la entidad local), estando terminantemente prohibido depositarla en los contenedores de recogida separada de cualquiera de las fracciones separadas (orgánica, envases, papel, vidrio o textil) o su abandono en el entorno”.

Llegados a este punto muchos lectores se estarán preguntando, como yo, qué hacemos entonces con quienes ni tan siquiera se preguntan a qué contenedor van estos residuos sino que simplemente se los quitan y los echan tranquilamente dentro del carrito de la compra que acaban de usar (como vi hacer el otro día a un tipejo) o los tiran directamente al suelo. Y sinceramente no tengo respuesta en el caso de esa gente.

Hace tiempo que asumí que convivimos con un pequeño porcentaje de gente a la que todo lo relacionado con el cuidado del medio ambiente, la convivencia, el respeto mutuo o como en este caso la prevención del riesgo, le importa un bledo. Son menos de los que parecen, lo que pasa es que se hacen notar y resulta desesperante toparse con uno de ellos.

Para ellos no hay ningún mensaje por mi parte: ni en este artículo, ni en ninguno de los que aquí publico los tengo en cuenta. Entre otras cosas porque estoy convencido de que ese tipo de gente nunca pasa por este diario, al que odian. A ellos les importa un bledo lo que yo o la oyente que he citado al inicio de este apunte podamos decir.