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Este blog corresponde a Alternativas Económicas, una publicación mensual que te explica la información económica desde un punto de vista social.

La Magdalena cooperativa

Entrada al bar y taller de bicicletas La Ciclería. FOTO: MARIANA VILNITZKY

Mariana Vilnitzky

Una persona interesada en el mundo cooperativo, que tenga pensado visitar Zaragoza, no debería dejar de pasar por el barrio de La Magdalena, donde pueden encontrarse, en unos 500 metros a la redonda, varias cooperativas, que además forman parte de la Red de Economía Social y Solidaria (REAS).

Las actividades son bien diversas. Se pueden encontrar cafés y bares, tiendas de productos de alimentación éticos y respetuosos del medio ambiente, una imprenta comprometida, una librería asociativa con espacio para reuniones y actos, mensajería ecológica, taller de bicicletas y hasta una tienda de productos eróticos de comercio justo.

La cantidad de cooperativas de la zona tiene que ver también con el tejido asociativo que históricamente ha tenido el barrio. Allí se encuentran varias asociaciones; de hecho, algunas cooperativas, como la librería La Pantera Rossa, han pasado del asociacionismo al cooperativismo.

El bar Birosta es otro de los puntos de encuentro del movimiento cooperativo en La Magdalena. Llevan allí doce años, sirven también almuerzos y cenas, y han ido creciendo. Ahora también tienen un espacio para la cooperativa El Brote Vegetal, un punto de venta de productos del Mercado Social (uno de los primeros mercados de economía solidaria que han existido en España), con 16 entidades participantes.

Los miembros del bar Birosta son los que se han lanzado a crear Freixen Cola, el refresco de economía solidaria con azúcar de caña o estevia ecológicos, alternativo a la cola tradicional, que se vende en tiendas de comercio justo de toda España.

A pocos metros del bar Birosta se encuentra la papelería, copistería e imprenta Germinal, que lleva ya treinta años, y que ha impreso la mayoría de los carteles y folletos del movimiento cooperativo de la zona.

Sólo a 120 metros es posible encontrar el bar-taller de bicicletas La Ciclería, “para tomar café, un té, un zumo, y comprar libros, camisetas” o apuntarse a un tour de bicicitas. Allí también es posible aprender a autoarreglarse la bici, en el espacio al lado del café, para taller de bicicletas.

Sólo un poco más allá, las personas más atrevidas pueden asistir a una reunión de Tuppersex o comprar algún producto erótico en la tienda cooperativa Desmontando a la Pili. Es una cooperativa formada por mujeres que, como su nombre indica, intenta desmontar el pilar patriarcal en el que se ubica la sexualidad (además, alude a la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza). Allí hay también cursos de educación afectivo sexual, atención sexológica, charlas y talleres, y más.

Para comprar libros, a pocos metros se encuentra el centro social y librería La Pantera Rossa, que pasó de ser una asociación a ser una tienda moderna abierta a la calle, con venta de libros y revistas, y también otros productos de comercio justo. Allí se organiza semanalmente una variedad de actividades lúdicas y culturales.

La lista de las posibilidades sigue: Recicleta, A Flama, El Plato Reberde... En la página web del Mercado Social Aragón puede encontrarse toda la información sobre las cooperativas de la zona.

Son parte de las 688 cooperativas aragonesas activas en el tercer trimestre de 2014 (495 están en la provincia de Zaragoza); el doble de cooperativas de las que existían en la región hace apenas un año.

[Este artículo pertenece a la revista Alternativas Económicas. Ayúdanos a sostener este proyecto de periodismo independiente con una suscripción]

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