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La eliminación de Barcelona de la carrera por la Agencia Europea del Medicamento desata una bronca política

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Yeray S. Iborra

La eliminación de Barcelona de la carrera por la Agencia Europea del Medicamento (AEM) a las primeras de cambio –no ha pasado de la primera ronda, con tal sólo trece votos– ha provocado el fuego cruzado entre la clase política. A los pocos minutos del anuncio de la caída de la candidatura, las reacciones vía redes sociales se han sucedido con un mínimo denominador común: la inestabilidad política en Catalunya ha sido la culpable de la derrota de Barcelona como postulante a la AEM.

Los partidos políticos no soberanistas han cargado con dureza contra el independentismo, achacando el 'no' a Barcelona a las consecuencias de las maniobras del expresident, Carles Puigdemont, y su exGovern cesados. En cambio, el bloque independentista ha denunciado que el Gobierno español y la aplicación del artículo 155 han provocado que la candidatura de Barcelona no prosperase.

La ministra de Sanidad se ha postulado con los primeros, y ha dicho que perder la Agencia Europea del Medicamento ha sido uno de los “daños directos” del independentismo. “Me atrevo a decir que este es quizá uno de los daños directos que nos ha podido llevar el independentismo, pero que ahora, más que nunca, todos juntos tenemos que trabajar unidos”, ha declarado a la prensa la ministra.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona, ha sido el teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, quien se ha mostrado orgulloso por haber hecho todo lo que el Ayuntamiento podría haber hecho. Así, “a pesar de la tristeza” ha asegurado que Barcelona “seguirá buscando todas las oportunidades que le permitan brillar” dado que es una “ciudad europeísta por vocación y por definición”. Ha resaltado que “hoy no es un día para hacer guerra ni hacer lecturas interesadas”.

Al contrario, el bloque soberanista ha culpado al Gobierno de Mariano Rajoy de que Barcelona no haya sido la elegida como sede. El mismo expresident del Govern cesado, Carles Puigdemont, ha citado el artículo 155 y su aplicación como culpables de la pérdida de la sede de la capital catalana. Textualmente ha colgado el siguiente mensaje en sus redes: “El éxito del 155: encarcelar líderes civiles y la mitad del gobierno legítimo, forzar el exilio de la otra mitad, erradicar el autogobierno y ahora ya podemos sumar empobrecer el territorio. Hasta el #1Oct, BCN era la favorita. Con violencia, retroceso democrático y el 155, el Estado lo ha sentenciado”

En esta misma línea, el conseller de Salut cesado, Toni Comín, ha culpado “la represión, el autoritarismo, la falta de calidad democrática del estado español y también la corrupción” como los responsables de haber perdido la Agencia.

“Mientras estaba la Generalitat coliderando, Barcelona era una de las favoritas pero cuando la Generalitat ha sido apartada y cuando el gobierno español ha suspendido las instituciones de autogobierno catalanas, Barcelona ha pasado a ser una candidatura perdedora”, ha sentenciado después de asegurar que Barcelona ya había perdido la EMA el 1 de octubre.

Para Comín, que Barcelona haya caído en una primera ronda “significa que hoy Europa no quiere mandar una de sus agencias a un estado que gestiona por la vía represiva sus problemas políticos”. En este sentido ha indicado que la candidatura de Barcelona “sucumbió bajo las porras el 1 de octubre” y que si él fuese la ministra de sanidad “exigiría la dimisión del ministro de interior como símbolo de las porras que han hecho naufragar la candidatura de Barcelona”.

Por su parte, el eurodiputado Ramon Tramosa ha tildado al Estado español de “cero a la izquierda en la UE”. Entre los independentistas ha habido más reacciones. “No son ni Catalunya ni Barcelona quien falla sino un Gobierno del Estado que era el principal responsable ante la UE y no ha estado a la altura”, ha dicho el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano.

En el primer grupo, los que han atacado al independentismo por la derrota de Barcelona como candidata a la AEM, se han dado la mano varios dirigentes del PP y Ciudadanos. Desde su cuenta oficial, el Partido Popular ha explicado que las “malas noticias” sobre Barcelona y la AEM son un “nuevo fracaso de Puigdemont y del proceso independentista”. El presidente del PP de Catalunya, Xavier García Albiol, ha afeado al expresident de la Generalitat que “se dedique a insultar a las autoridades europeas” y a “hablar mal” del país, algo que –ha asegurado el popular– ha puesto “las cosas muy fáciles” a los rivales.

El líder de Ciutadanos, Albert Rivera ha evidenciado “rabia” por el “golpe separatista” que ha dejado a Barcelona y a España sin la Agencia Europea del Medicamento. “Paremos esta ruina”, ha dicho Rivera.

Más conciliador se ha mostrado el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, que se ha felicitado por la candidatura que representaba Barcelona, aunque en la cola de su mensaje también ha hecho un guiño a la situación política actual. “La estabilidad y la unidad son un valor hoy más que nunca”, ha apuntado.

Por parte del PSOE, el secretario general, Pedro Sánchez, ha lamentado la “desafortunada decisión” y ha valorado que “Barcelona estaba a la altura”. Además, ha deseado que “en un futuro muy próximo podamos resarcir este fallo con nuevas candidaturas para volver a situar a Catalunya en el lugar que se merece, uno de los mejores lugares para desarrollar proyectos empresariales y europeos”.

A parte de las declaraciones que ha ofrecido el Ayuntamiento de Barcelona este mismo lunes por la tarde ante el Consejo Europeo, el antiguo responsable de la coordinación de la candidatura de Barcelona, y exsocio de Gobierno de Ada Colau, Jaume Collboni se ha expresado, destacando que la ciudad “ha luchado hasta el final” pero que era “difícil hacer frente a las circunstancias del momento”.

Barcelona ha caído en la primera ronda de votaciones y no acogerá la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés). La elección se realiza en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, donde participaban todos los estados miembros miembros. Las ciudades que han recibido más votos en la primera ronda, y que por tanto han pasado a la segunda, han sido Milán, Ámsterdam y Copenhague. Barcelona ha quedado fuera con 13 puntos.

En una segunda ronda ha sido la ciudad de Copenhague la que ha caído y la ronda final enfrentaba a Milán con Amsterdam, que finalmente acogerá la sede. Dicha sede se moverá a la ciudad escogida en 2019, fecha en la que el Brexit se materializará, tras 22 años en Londres.

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