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El Gobierno paraliza la adjudicación del 'cementerio nuclear'

Francisco Gil-Ortega y María Dolores de Cospedal, en una visita a las obras del futuro ATC. Foto: Enresa

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El Gobierno ha decidido paralizar y suspender de momento toda adjudicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) hasta, como mínimo, que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no dé el visto bueno a los informes que tiene sobre la mesa y que desaconsejan la construcción del 'cementerio nuclear' en Villar de Cañas, una decisión que podría tomar entre cuatro y cinco meses, según una información del diario El País.

48 horas después de la marcha del que era presidente de la empresa encargada de su construcción (Enresa), el ex-alcalde de Ciudad Real Francisco Gil-Ortega, colocado en la empresa pública por María Dolores de Cospedal según han señalado todos los implicados en la construcción del complejo, el Gobierno de Mariano Rajoy decide paralizar el proceso por todas las dudas sobre la validez del suelo donde se debía construir. Decisión que viene avalada por los informes desfavorables a la construcción del ATC en el municipio o bien por la falta de información como ya señaló el CSN a Enresa.

El objetivo de Gil-Ortega, en sus últimos meses como presidente de Enresa, era sin embargo adjudicar a toda costa la obra principal del ATC a pesar de la opinión en contra de parte de altos cargos de Enresa, que fueron destituidos paulatinamente desde julio hasta la misma semana pasada. Con su marcha la opinión de ser cautos con su construcción es la que ha tomado la empresa que no comprendía las prisas por adjudicar el millonario proyecto sin los avales de seguridad y geotécnicos necesarios, especialmente en una obra con residuos nucleares.

De hecho la firma de este contrato iba a ser en un primer momento en septiembre del año pasado, quedando retrasada después hasta diciembre, y posteriormente a esta misma semana de febrero en la que se han desencadenado los acontecimientos. Hasta que el CSN no analice toda la documentación no se adjudicará nada, al contrario de lo que pretendía Gil-Ortega, cuyas decisiones le han costado el puesto (según la Plataforma contra el ATC) si bien su dimisión se debe a “motivos personales”.

Mientras el CSN decide con los informes que tiene sobre la mesa o los que decida encargar como información complementaria qué hacer con la construcción del ATC de Villar de Cañas, Enresa está ya en búsqueda de nuevo presidente, que todo parece apuntar (según también publica El País) que será Juan José Zaballa, el actual presidente de la empresa de Paradores. Desde las plataformas ecologistas y en contra de la construcción del cementerio nuclear esperaban un perfil “más técnico y que al menos deje trabajar a los técnicos” que el de Gil-Ortega, con ninguna experiencia en tratamiento de residuos nucleares ni en un campo similar.

Gil-Ortega quería comenzar las obras en el próximo mes en un primer momento, pero todos los informes le presionaron para atrasar el proceso ahora suspendido al menos temporalmente. De hecho a la adjudicación le quedan aún varios pasos como la apertura del sobre de las ofertas económicas presentadas, ya que aunque está presupuestado, aún no se sabe exactamente el coste del complejo (que vendrá fijado por la oferta que se acepte entre las empresas que se han presentado al concurso).

Faltan cuatro permisos con carácter vinculante

Declaración de Impacto Ambiental, viabilidad del emplazamiento por parte del CSN, licencia de construcción del CSN y un nuvo Plan de Ordenación Municipal (POM) de Villar de Cañas son los documentos con carácter vinculante que faltan en el proyecto. Actualmente las licencias de emplazamiento y construcción están bajo estudio en el Consejo de Seguridad Nuclear (de ahí que se pidan nuevos informes) y de resultar los informes negativos, el CSN daría marcha atrás a todo el proyecto. Sus decisiones en esta matería resultan absolutas.

Por otro lado falta la Declaración de Impacto Ambiental que actualmente está en tramite. Este documento se espera que no sea un problema para la construcción del centro ya que el complejo la cumple, pero falta que los técnicos den el visto bueno. Una vez existiesen estos documentos así como la opinión a favor del CSN aún no se habría acabado, puesto que el municipio de Villar de Cañas tiene que aprobar un nuevo Plan de Ordenación Municipal que incluya los terrenos de Villar de Cañas y el complejo. El Plan de Ordenación es un mero trámite prácticamente ya hecho desde el Ayuntamiento que desde el primer día se ha mostrado dispuesto a la construcción del complejo, pero no se puede hacer antes de que los otros informes tengan vía libre para hacerlo. Es decir, que aunque ese POM en la práctica ya esté hecho, hasta que el CSN no dé el visto bueno a los informes no puede ser aprobado.

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