Battiato ejerce de Battiato en Peralada

El italiano Franco Battiato ejerció de lo que se espera de él cuando público como el de Peralada asiste a uno de sus conciertos, de Battiato, ese curioso e inclasificable mito de la música que, aparentemente sin buscarlo, ha convertido sus canciones en himnos de varias generaciones.

Acompañado por un piano y un cuarteto de cuerda, uno de los formatos que menos se le conocen, el italiano ha protagonizado un carrusel de grandes éxitos con piezas tan icónicas como “Fornicazione”.

En un cartel como el del Festival de Peralada, Franco Battiato tampoco es el centro de las miradas, ni seguramente lo busca, pero su venta de entradas es desde el inicio una de las que experimenta una velocidad de crucero más destacada.

Así, con las gradas del auditorio del Castillo de Peralada prácticamente llenas, Battiato le ha dado a sus seguidores lo que querían, escuchar esas piezas cuyas letras conocían de memoria y que han pasado de padres a hijos sin que nadie sepa a ciencia cierta cuál es la clave de la magia.

En todo caso, si algo parece indiscutible es que un emplazamiento como el de esta noche se amolda a la perfección a un concierto del italiano.

Rodeado de jardines y con un castillo de ensueño al fondo, la música de Franco Battiato se funde para construir un todo casi hipnótico.

“Nomadi”, “La stagione dell'amore” han sido piezas ovacionadas y, ya de postre, “Voglio vederte danzare” para ofrecer la mejor despedida a un público con el que mantuvo una conexión absoluta.