Grueso: El Niemeyer generó muchos millones y ahora discuten por 50.000 euros

El exdirector del Centro Cultural Óscar Niemeyer Natalio Grueso, procesado por un delito societario y otro de administración desleal que habría cometido mientras estuvo al frente del complejo cultural de Avilés, ha comentado con Efe que el centro generó beneficios muy superiores a la cantidad en liza.

“Avilés no es Londres ni Nueva York, sino que tiene 80.000 habitantes (...) El primer año multiplicamos el turismo de la ciudad por cuatro; el PIB subió dos puntos solo por el centro; se duplicaron las plazas hoteleras y generamos 90 millones de euros de publicidad para la región. Y ahora están discutiendo 50.000 euros en viajes que dicen que están mal justificados”, ha asegurado.

A Gruesi eso le parece “un disparate tan grande” que solo se puede entender “si uno está en un pueblecito tan pequeño como Avilés, donde el juez se toma el vino con el alcalde de turno”.

El gestor asegura que se le acusa de un delito que “no pudo cometer”, un delito societario, cuando él era un empleado: “Ni siquiera era el administrador de la empresa”, argumenta.

“Si hay unas irregularidades en las cuentas, los responsables tendrán que ser quienes las formulan, es decir, el presidente de la Fundación, el secretario o los patronos, pero yo -enfatiza- era el director artístico; a mi se me puede criticar si lo hacía bien o mal, pero nada más”.

En ese sentido, ha señalado que “ni tenía firma, ni acceso a las cuentas; en esta, como en todas las Fundaciones, había un tesorero y se hicieron auditorías donde estaba todo en orden”.

Preguntado por los viajes que, presuntamente, hizo con cargo a la Fundación -a Nueva York, París, El Cairo, Ammán, Lisboa, Viena, Roma y Atenas-, según la instrucción del juez, que incluye en la denuncia a su entonces esposa Judhit Pereiro, además de unas vacaciones a Bangkok, Grueso ha señalado que “claro” que hizo viajes.

“Y tenía que haber hecho muchos más y el resto del equipo también”, ha afirmado, puesto que “traer a un sitio como Avilés dos estrenos mundiales de Woody Allen, o tener a Brad Pitt, a Kevin Spacy con una obra de teatro, a Jessica Lange, a Julian Schnnabel (...) pues claro que hay que viajar, esas cosas no se organizan por teléfono”.

El escritor, que acaba de editar el libro “Woody Allen, el último genio”, ha reiterado que el caso le produce “una pereza y un hartazgo tremendo” y ha puntualizado que la apertura del juicio oral “está todavía pendiente de recursos”, lo que dilatará aún el proceso.

Grueso ha concluido que todo ha sucedido por “pura envidia”, y ha agregado que “tan mal no lo haría” cuando, desde que él dejó la dirección del Centro, “éste no ha levantado cabeza”.