La Unión apuesta por una modernización de su música en el Teatro Circo Price

El grupo La Unión ofreció esta noche un concierto en el Teatro Circo Price de Madrid, caracterizado por la electrónica añadida en sus temas de siempre y por ser un evento con invitadas sorpresa: Mercedes Ferrer, Cecilia Krull, y Vinila-von-Bismark, que ayudaron a la banda a crear ambiente.

La Unión aprovechaba el programa de los “Veranos de la Villa” para celebrar en el Price su 30 aniversario con el tour HIP-GNOSIS, en el que presentaron sus temas de siempre, pero modernizados.

Faltaba en el escenario Mario Martínez, guitarrista de la banda, que en palabras del vocalista, Rafa Sánchez, estaba “en chapa y pintura”, por lo que el elenco lo componían él mismo al micro, Luís Bolín, al bajo, y una guitarra y teclado adicionales.

El espectáculo comenzó con apenas diez minutos de retraso, con varios huecos vacíos de las casi 1.800 butacas que componían el recinto, y con el vocalista con la voz intacta, como si no hubiera pasado el tiempo por su garganta.

Un escenario pequeño y acogedor, un juego de focos de colores y una pantalla componían el espacio. La potencia de música quizá un poco fuerte para la envergadura de la sala, pero la gente disfrutaba.

Enseguida se arrancaron con “La noche” y los asistentes batieron sus palmas a ritmo de la música, cuando de repente, apareció Rafa.

“Muy buenas noches Madrid, la noche y el amor trata a todo el mundo por igual. Bienvenidos a la noche”, así saludó a sus fans el cantante del grupo madrileño.

Con “falso amor” el circo pareció animarse un poco, arrancando alguna tímida palmada y algún contoneo, un clásico que La Unión ha modificado para hacerlo más electrónico, pero suave.

“Sin amor” su versión en español del clásico “Long Train Running” de los Doobie Brothers, “Si tu quisieras”, “Humo”, “Vuelve el amor”, “Maracaibo”, fueron otros de los temas interpretados en el concierto.

A la banda le acompañó Mercedes Ferrer para interpretar “Los Celos”; “Al este del edén” sirvió para que el público se animara a cantar con Rafa, que no perdía la sonrisa en ningún momento.

Uno de los clásicos mejor recibidos fue “Lobo hombre en París”, con la compañía de Cecilia Krull, otra de las sorpresas de la noche, con un sonido más chill out, que pidió aullar a los espectadores para que se convirtieran en lobos por un momento.

Rafa hablaba del amor, de la amistad, introduciendo una atmósfera de compenetración con su público, muy cercano, ofreciéndose como el hombro en el que llorar cuando tienes el corazón roto.

“¡Haber, los de la mala vida, que se manifiesten... lo sabía, todos!” dijo cuando su público confesó ser unos “balas perdidas”, como decía su canción “Mala Vida”.

Cuando le tocó el turno a la famosa “Más y más” volvió Mercedes Ferrer al escenario y juntos subieron la temperatura de la sala con el “movimiento sensual”.

“Ella es un volcán” trajo más sorpresas: Vinila-von-Bismark en escena, con la que el cantante coqueteó durante la actuación en un tema marcado por la electrónica en el piano y un potente solo de guitarra.

“Lobo hombre en París” volvió con un ritmo más movido que la versión anterior, para que los espectadores pudieran bailarla agusto y tampoco podía faltar “Sildavia”, con un ritmo más lento al principio, pero sorprendente al final, que trajo de vuelta a las tres artistas invitadas para poner el broche final al espectáculo.