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El bipartito de Castelló niega una crisis por el cambio de nombre pero sigue sin llegar a un acuerdo

Verónica Ruiz, concejal de Cultura y portavoz del Gobierno local de Castelló.

Belén Toledo

Castelló —

“La propuesta sigue en el orden del día del próximo Pleno y desde el Gobierno se sigue trabajando para buscar el consenso”. Verónica Ruiz, portavoz del equipo de Gobierno local de Castelló y concejal de Compromís, se refirió así el viernes a la situación de la propuesta de cambio de nombre de la ciudad.

“Nadie ha retirado” este punto del orden del día y, por tanto, “en principio” se tratará en la próxima sesión plenaria, la del jueves. Así será, pese a que en los últimos días uno de los dos partidos de la coalición gobernante, el PSOE, ha condicionado la aprobación de la propuesta a un “consenso generalizado” con el resto de partidos, algo difícilmente alcanzable en el corto plazo por la oposición frontal que han mostrado PP y Ciudadanos.

Así las cosas, si la propuesta se lleva a Pleno pero los socialistas no votan a favor, Compromís -uno de los partidos gobernantes e impulsor de la medida- sólo contará con los votos de Castelló en Moviment, que no serán suficientes para llevar adelante el cambio de nombre. Ruiz negó que esta situación pueda calificarse de crisis de gobierno y lo calificó de “sana discrepancia”.

La polémica

El pasado día 5, el cambio de nombre fue anunciado mediante una nota de prensa remitida desde el Ayuntamiento de Castellón. El aparente acuerdo en torno a este tema se rompió el miércoles, cuando la alcaldesa, Amparo Marco (PSPV), se mostró públicamente contraria a la medida.

El jueves, el PSOE se abstuvo en una votación de trámite (no vinculante) sobre la iniciativa, dejando a Compromís en minoría. Además de llegar a un acuerdo con PP y Ciudadanos, los socialistas piden que se haga “pedagogía” con la población, entre la que sería necesario difundir las razones científicas que respaldan la medida.

El nombre oficial bilingüe es minoritario

Si “Castelló” es finalmente elegida, la ciudad dejaría de estar entre el 8 % de los municipios valencianoparlantes que todavía tienen su nombre oficial en las dos lenguas, según publicó Europa Press citando datos de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Del total de 395 localidades, más del 80 % tienen normalizado su nombre en valenciano.

La iniciativa está respaldada por informes técnicos y jurídicos y también por un manifiesto firmado por, entre otros, el hijo predilecto, Germà Colon; el cronista de la ciudad, Antonio Gascó; o los profesores y estudiosos Vicent Garcia Edo y Vicent Pitarch y Almela. En el documento, se alude a razones etimológicas, semánticas e históricas.

Historia y comodidad de uso

Por ejemplo, el profesor García Edo explicó que Castelló “es el que tiene la ciudad desde hace siete siglos y medio”. El experto aludió también a razones de comodidad y simplicidad del topónimo porque la desaparición de la 'n' “no supone ningún problema para que cualquier persona, de aquí o de fuera, pueda identificar correctamente la ciudad en el mapa (...) y evitemos la ridícula duplicación del nombre con una sola letra de diferencia”.

La discusión política está siendo acompañada por una batalla de firmas en Change.org. Hay dos peticiones en marcha con fines opuestos. Una de ellas defiende “llamar a nuestra ciudad Castellón” y rechaza “imposiciones para cambiarlo” y había reunido en tres días 4.500 firmas. La otra se titula “el nom es Castelló” y en 20 horas había alcanzado 2.500.

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