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El capitán imputado dice que no vio disparos a aguas marroquíes como muestran los vídeos de Ceuta

Un agente de la Guardia Civil muestra una pelota de goma como las lanzadas el 6 de febrero en el intento de entrada en el que murieron 15 inmigrantes, ataviado con el chaleco empleado, cargado de botes de humo./ Informe de la Policía Judicial de la Guardia Civil sobre la tragedia de Ceuta

Gabriela Sánchez

El capitán imputado junto con otros 14 guardias civiles por su posible relación con los hechos ocurridos el pasado 6 de febrero, cuando 15 personas murieron en un intento de entrada a Ceuta disuadido con material antidisturbios, ha respondido únicamante a las preguntas de la jueza y de la Fiscalía, rechazando las cuestiones formuladas por la acusación popular. Por su parte, los otros tres agentes llamados a declarar se han acogido a su derecho de no comparecer, según informan fuentes jurídicas a eldiario.es.

A las 9.00 horas arrancó la toma de declaración de los 16 agentes imputados por su posible relación con las muertes que tuvieron lugar el pasado 6 de febrero en aguas fronterizas de Ceuta. La jornada comenzó con la comparecencia del capitán jefe de la Unidad de la Compañía Rural de Seguridad Ciudadana de Ceuta quien, según se deduce de los testimonios de los agentes, estaba al mando del dispositivo. Atendiendo al relato ofrecido hace meses a la Policía Judicial, disparó pelotas de goma para dar ejemplo a sus agentes y gestionó la expulsión ilegal de los 23 inmigrantes que pisaron territorio español.

El capitán ha mantenido el relato de los hechos incluido en la investigación interna de la Guardia Civil presentada en el Juzgado hace meses. Según fuentes jurídicas, el mando del Instituto Armado ha vuelto a afirmar que lanzó pelotas de goma para realizar una demostración práctica y, así, “involucrar a sus agentes”. Los agentes, según su versión expuesta en el juzgado, “ni intentaban dar, ni dieron a ninguno”.

Las mismas fuentes explican a eldiario.es que ha admitido que se encontraba al mando del dispositivo y ha restado responsabilidad al coronel jefe del Instituto Armado, quien no llegó a la zona hasta las 8.15 horas. Sin embargo, ha reiterado que, antes de que realizase su demostración práctica sobre cómo disparar pelotas de goma para que sus agentes le imitasen, ya había escuchado detonaciones producidas desde el espigón, describen.

Lanzamientos a aguas marroquíes

La argumentación del capitán al mando del dispositivo continúa siendo que las muertes tuvieron lugar en aguas marroquíes, según informan fuentes jurídicas. Estas indican que, en este sentido, algunas de las partes han recordado al mando del Instituto Armado las imágenes oficiales, que muestran disparos de material antidisturbios hacia aguas de Marruecos, hacia la zona donde se encontraba el grupo de inmigrantes. Pero el guardia civil ha defendido, afirman, que no tiene constancia de tales hechos. Esta contradicción es clave ya que la versión oficial sostiene desde el principio que las muertes tuvieron lugar en esa zona.

Con todo, las otras tres comparecencias programadas para este martes se habían pospuesto a los próximos días, indicaron fuentes jurídicas. Sin embargo, finalmente estas no se tendrán que celebrar ya que los agentes se han acogido a su derecho de no declarar. El capitán, en su declaración judicial fallida, se ha negado a responder preguntas de la acusación popular, compuesta por varias ONG (Coordinadora de Barrios, Cear, Observatorio DESC y la Asociación Pro Derechos Humanos de España). Las diferentes partes han rechazado realizar declaraciones a la salida de los juzgados pero recuerdan que existen indicios para mantener las imputaciones.

Las contradicciones pendientes

Las órdenes que determinaron el empleo de material antidisturbios hacia el agua y el uso que se hizo de estos marcaron la decisión de la jueza María del Carmen Serván a la hora de decidir qué agentes debían presentarse a declarar: todos los imputados habían admitido previamente haber lanzado pelotas de goma hacia el agua o formular directrices con este fin, según recogió la investigación interna del Instituto Armado presentada en el juzgado.

Los miembros del Instituto Armado se enfrentan a las preguntas de la magistrada en un momento en el que su versión continúa contradiciendo parte de la realidad demostrada por las imágenes oficiales. Hasta la fecha, la versión de los agentes que participaron en las labores de disuasión del intento de entrada que acabó en tragedia descarta el uso de pelotas de goma y botes de humo hacia la zona donde se concentró el grupo de inmigrantes durante los primeros momentos, en aguas marroquíes próximas a la línea fronteriza. Pero las imágenes lo desmienten.

Los vídeos oficiales difundidos hace un año por el Ministerio del Interior muestran varios lanzamientos muy cerca de los ciudadanos subsaharianos –se desconocen si impactaron en ellos, pero se dirigían al grupo– tanto en el lado español como en el marroquí. Es especialmente relevante los lanzamientos realizados por la Guardia Civil a Marruecos ya que la versión oficial descarta cualquer relación causa y efecto entre el uso de material antidisturbios y las muertes posteriores porque, sgeún afirman, estas ocurrieron en aguas alauíes. No reconocen, sin embargo, que los agentes españoles dispararon a la zona donde, dicen, fallecieron los 15 ciudadanos subsaharianos.

Las preguntas de la magistrada, de la Fiscalía y de la acusación popular podrían esclarecer las contradicciones y el origen de la autorización del uso de material antidisturbios. El Gobierno, días después de las muertes de Ceuta, reculó en su defensa del empleo de pelotas de goma hacia el agua ya que optó por emitir una orden interna con la que se prohibió su lanzamiento en este supuesto.

Otro de los frentes abiertos en el caso del Tarajal es la devolución ilegal de los 23 supervivientes que lograron alcanzar a nado la orilla española. El capitán jefe de la Unidad de la Compañía de Seguridad de Ceuta, llamado a declarar este martes, gestionó la expulsión sumaria de estas personas a través de la puerta de servicio de la valla, según su relato de los hechos. Las órdenes sobre este tipo de deportaciones han provocado la imputación del coronel jefe del Instituto Armado en Melilla por un delito de prevaricación que está siendo investigado por el magistrado Emilio Lamo Espinosa.

La omisión de auxilio es otro punto que debería ser aclarado. Ningún mando ordenó llamar a Cruz Roja ni a Salvamento Marítimo, a pesar de haber detectado la aproximación del grupo de inmigrantes horas antes del inicio del intento de entrada. Varios agentes reconocieron haber observado a un grupo de inmigrantes “unos sobre otros” y “apelotonados formando un embudo” mientras “se les desprendían” los objetos empleados como salvavidas, pero ningún guardia civil en servicio los auxilió.

Algunos de ellos aseguran que no observaron una situación de pánico ni que los subsaharianos requiriesen su ayuda. Los vídeos oficiales muestran cómo en esos instantes se disparó material antidisturbios hacia esa zona.

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