La Junta ve un error que la Iglesia distinga, en el conflicto de Religión, entre la consejera y resto del Gobierno

La portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, ha declarado que la decisión de reducir las horas de clase de Religión, que se ha encontrado de momento con tres sentencias judiciales adversas y una a favor, no procede solo de la Consejería de Educación y Empleo sino que es responsabilidad colectiva de todo el Gobierno extremeño, y que da igual de qué departamento procedan las propuestas.

Así se ha pronunciado este martes en relación a las declaraciones el sábado pasado del vicario general de la diócesis de Mérida-Badajoz, Mateo Blanco, que lamentaba la “falta de diálogo, no de la Junta sino de la Consejería de Educación” con la Iglesia, institución que “lógicamente algo tenía que decir en un asunto que está regulado por un acuerdo internacional entre el Estado y la Santa Sede”.

A Blanco le había “extrañado” todo este tema –la aprobación de un currículo que reduce a la mitad las horas de Religión en algunos cursos, y la suprime en segundo de Bachillerato-, pues celebraba el buen entendimiento que existe en general entre Junta e Iglesia.

Días antes Cope Extremadura, la cadena radiofónica dependiente de los obispos, había dado por cesada a la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, en un posible cambio de Gobierno por parte de Guillermo Fernández Vara.

Estas otras declaraciones del sábado, en la que desde la Iglesia se hablaba de distinto talante de la Junta en general, y de su consejera de Educación en particular, han sido respondidas por la portavoz de la Junta, Gil Rosiña, dentro del “respeto profundo”, en el sentido de que “son un error, la Junta no es Esther Gutiérrez consejera de Educación, es el Gobierno que representa al conjunto de los ciudadanos y da igual cuál es la labor de cada cual, el nombre y apellidos; las decisiones vengan de la consejería que vengan son del órgano del Consejo de Gobierno, no sé de las simpatías o antipatías que generamos cada cual, pero la consejera y resto del Gobierno intentamos no gustar todo el mundo, pero sí ser diligentes y responsables en la tarea de gobernar y a veces no es nada fácil”.

Isabel Gil subraya de cualquier forma la “buena relación” que habría con la Iglesia, “igual que con todos los sectores con los que la Junta debe y quiere hablar, y seguirá hablando”.

El horario se mantiene y hay 30 días para recurrir

La Junta se reafirma en su derecho a ejercer las competencias educativas respetando el decreto de mínimos estatal en materia de Religión, “y no vulneramos nada. No es contra nadie, no es contra la religión sino para ordenar y reequilibrar las materias atendiendo a una formación integral que respete las creencias religiosas, pero también forme en la ética y responsabilidad ciudadana de los alumnos”-

Rosiña sostiene que en contra de lo dicho por la Iglesia “sí ha habido diálogo, y gracias a él el problema con los profesores se resolvió hablando con el presidente de la Junta”.

El Ejecutivo extremeño sostiene que el currículo y el horario actual están plenamente vigentes y no han sido anulados todavía ya que aún hay un mes de plazo desde las sentencias para recurrir en casación al Tribunal Supremo, que es lo que va a hacer la Junta. Sí lo estaría si pasado ese tiempo no se recurriera y en ese caso los cuatro obispos –Mérida-Badajoz, Plasencia, Coria-Cáceres y Toledo- más la asociación de profesores y la de padres y madres podrían pedir ejecución de sentencia.

“Lo vamos a recurrir en el plazo de un mes, para seguir legítimamente defendiendo que hemos hecho lo correcto”, termina la portavoz de la Junta.