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Rajoy baja al monte

Pablo Sánchez / eldiarioex

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Estaba Monago borrando todas las huellas del PP en su campaña electoral y de repente aterriza Rajoy en Don Benito y ha pillado a Monago en un dos caballos, sin himno, sin logotipo del PP, sin colores azulones… ¡Vaya, vaya¡ Y aquí , con esta calor y sin playa. Menos mal que será solo un rato al mediodía, con mucho calor. No vendrán muchos madrileños más a la campaña del PP, no harán muchas más visitas para que Monago pueda seguir su campaña un poco desnortada, un poco desclasada pero con muchos recursos propagandísticos a su alcance. Ahí jugará sus bazas en una campaña presidencialista.

También viene de camino Zapatero y el PSOE tampoco va a pasearle mucho de acá para allá: un rato por Plasencia y poco más, que aún no está el horno de los recuerdos para bollos.

Fernández Vara va por ahí, así, tranquilo, como un tipo previsible que promete un cambio sin muchas algarabías ni sobresaltos. Va por pueblos pequeños, da abrazos, no ofrece grandes titulares, ni da muchas voces, así, contando días y noches para que las encuestas confirmen su carrera de caballo ganador en la noche del 24 m.

Los nuevos, Álvaro Jaén y Victoria Domínguez, están un poco pillados por el poco tiempo. Cosas de la primera vez, se supone. Entre hacer listas regionales, locales, visitas, líos con esos críticos que asoman la patita, reunirse con unos acá y otros allá… pues casi no les ha dado tiempo a hacerse un programa para vender. Y en ello andan. A lo largo de la semana tendrán sus medidas, sus entradas al paraíso, que dice el decadente Escobar (IU) que anda ahora por los pueblos y no tiene más remedio que criticar a la derecha a la que tanto amó durante la legislatura, vaya papeleta.

Y mientras sube la temperatura de campaña, la del tiempo claro, unos y otros debaten sobre el debate, muy típico, muy tópico: debatir sobre un debate que de debate no tiene más que el nombre. Es lo que hay, es lo que toca. A falta de debates mejores, pueden seguir hablando sobre el debate, al fin y al cabo, eso no molesta a nadie. De modo que seguirán con esa letanía.

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