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El PP intenta reproducir en Monforte de Lemos su escándalo de Santiago

Feijóo y el alcalde de Monforte, en un acto oficial en presencia de la portavoz local del PP (derecha)

David Lombao

El pasado martes el PP gallego seguía gestionando la peor crisis de su historia reciente. Apenas habían pasado unas horas desde que la cúpula que encabezan Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda decididiera, finalmente, intervenir en el colapso político del Ayuntamiento de Santiago, retirando del cargo a Ángel Currás y promoviendo al consejero Agustín Hernández como tercer regidor del mandato en curso. Entre las múltiples causas que derivaron en esta inédita situación en la capital de Galicia, figura la condena por prevaricación a 7 de los 13 ediles del equipo de gobierno que, según la Justicia, decidieron pagar con fondos públicos la asistencia jurídica del ex edil de Deportes, Adrián Varela, imputado en el caso Pokémon, sin atender a los requisitos legales para hacerlo. Ese mismo día la portavoz del partido en Monforte de Lemos -bastión de la derecha gallega, pero gobernado por el BNG desde 2007-, la también diputada Julia Rodríguez, se dirigía a la prensa para intentar reproducir el escándalo de Compostela en la capital de la Ribeira Sacra, una acusación que, atendiendo a la reacción del gobierno monfortino, podría acabar en los tribunales.

Rodríguez, que suele intervenir en el ámbito autonómico para defender las tesis antiabortistas de su partido, salía a la palestra para “hacer público” que en marzo de 2011 “el Ayuntamiento abonó con recursos públicos, a pesar de tratarse de un tema que afecta a intereses particulares”, la factura del abogado que asistió al edil Xosé Manuel Pavón en su etapa como responsable de Obras de la localidad. Para la concejala conservadora, esta factura deja clara la existencia de “irregularidades en la actuación del Gobierno local”, toda vez que el abogado “asumió el gasto derivado de la defensa que concierne a la vida privada de un concejal” por “importe de 2.764 euros” en un caso que, admiten, fue archivado.

Pero, ¿se trataba realmente de un asunto privado? Quien responde a la pregunta es el alcalde monfortino, Severino Rodríguez (BNG), que en conversación con este diario especifica que “si la portavoz del PP se informara, tendría nulas posibilidades de mentir y difamar, que es lo que hace por no informarse o no querer hacerlo, que es aun peor”. El caso al que se refiere la acusación de Julia Rodríguez tiene su origen en una denuncia por prevaricación formulada por Jesús Pereira, fundador del partido Indepedientes de Lemos -que concurrió a las municipales de 2007 y obtuvo 67 votos-, contra Pavón y el propio alcalde en relación con unas obras. “Fuimos denunciados por prevaricación”, por lo tanto, “en el ejercicio de nuestro cargo como concejal y alcalde”. “El proceso se archiva y el juez dice que no hay caso, ¿quién abona la factura de la defensa jurídica? Esa es la respuesta que tiene que contestar la portavoz del PP”, dice el alcalde.

“Ella sabe perfectamente que en todos los ayuntamientos los gastos de la defensa jurídica los paga la Administración” en casos de denuncias derivadas “del ejercicio del cargo” si el edil denunciado “sale absuelto, no es culpable”. Este requisito, que también figuraba en el informe del secretario municipal de Santiago sobre Adrián Varela, es el necesario para “actuar estrictamente como dice la ley”. En esta línea, subraya, “el auto de archivo” de la demanda “se produjo el 25 de febrero de 2011 y la factura, el 15 de marzo”. A juicio del regidor, la actuación del PP local es “muy sintomática” porque “tiene esta factura desde diciembre de 2013” y “la saca ahora por dos motivos: para intentar tapar la corrupción que tienen en Santiago”; pero también, dice, por recomendación de la “persona que presentó la denuncia”, conocido por demandar sistemáticamente al gobierno local pero también por “ser un delincuente que estuvo preso 18 meses” por un caso de estafa. El propio Pereira, según recoge La Voz de Galicia, “felicita” a Julia Rodríguez por su “diligencia en este asunto”. Para el alcalde “queda claro que la portavoz del PP, no el PP, actúa de la mano” de esta persona, “que fue un delincuente”.

Rectificación o autoinculpación y denuncia

En este contexto, el gobierno monfortino le da dos posibilidades a la portavoz del PP: que en 24 horas “rectifique” o que “vaya a la Fiscalía, que es donde tiene que denunciar eso” si “somos unos corruptos”. Si la concejala popular “no hace nada de eso lo vamos a llevar nosotros a la Fiscalía, autoinculpándonos”. Cuando el Ministerio público “diga que actuamos correctamente, la denunciaremos por difamación, lo hemos decidido”, afirma, en un contexto en el que Julia Rodríguez ya avanza que no va a formalizar la denuncia para no “judicializar” la política, aunque considera el caso “de suma gravedad”.

“En política no vale todo”, subraya el alcalde, quien también lamenta especialmente que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se aferrara a la acusación de su concejal en Monforte para atacar al BNG en la tensísima sesión de control del pasado miércoles. Julia Rodríguez, dice el alcalde, “está pagando sus favores porque esto al presidente le viene de maravilla por toda la corrupción que tiene en Santiago” y ahora “quiere disparar hacia otro lado”. “Yo soy alcalde de una ciudad pequeña pero represento a mis ciudadanos” y “a mis ciudadanos no les falta al respeto nadie”. “Si él nos falta al respeto yo no voy a ser como él”, pero “denunciaré que el presidente de la Xunta de Galicia no respeta al Ayuntamiento de Monforte”, lo que, a su juicio, muestra que “no tiene altura moral ni ética”.

El presidente, abunda el alcalde, “tiene medios y asesores suficientes” para “coger el expediente y ver si esa denuncia fue por prevariación, es muy fácil” para, “antes de insinuar nada, comprobar”. “Es una lástima que hable de Monforte basándose en algo que no se molestó en verificar”, porque “de la misma manera que él le pregunta a Jorquera que le aclare si es cierto que se pagaron defensas privadas con fondos públicos, yo le puedo preguntar que me explique si por el hecho de aparecer en unas fotos al lado de un narcotraficante, él es otro narcotraficante”. “Si él puede hacerlo, ¿por qué yo no puedo?”, se pregunta.

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