Emakunde advierte de que prohibir el aborto puede llevar a “situaciones clandestinas” y “sin garantías sanitarias”
La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, ha asegurado que “se van a seguir practicando” abortos y ha advertido de que la prohibición “lo que va a hacer es que, en muchos casos, sean situaciones clandestinas y donde las garantías sanitarias no se den”.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Landaida ha recordado que el 20 de diciembre, cuando se presentó el anteproyecto de reforma de la Ley del Aborto, Emakunde ya expresó su opinión contraria a esta reforma que se planteaba.
En cuanto a la votación en el Congreso en la que el PP rechazó la retirada del anteproyecto, ha señalado que “lo que hubo fue una votación en bloque del PP, porque es su ley y tenían que demostrar que estaban todos a una”, aunque “ya vimos que hubo desmarques”.
A su juicio, lo que se está evidenciado es que “la mayoría de la sociedad piensa que la Ley del Aborto debe ser contemplada como una ley de plazos, como lo hacen en la mayoría de países de Europa, en la que está considera la interrupción del embarazo como un derecho de las mujeres”, mientras que lo que se plantea con la reforma del PP es “volver a un sistema de supuestos incluso más restrictivo que la ley de 1985”.
A su entender, “debe haber un ordenamiento jurídico o normativa que dé garantías jurídicas y sanitarias a aquellas mujeres que, por lo que sea, deban o se vean en la tesitura de toma esta decisión, o quieran tomar esta decisión”. “Después, cada mujer, en función de sus creencias, ideas o situación personal tomará una u otra decisión, pero esta decisión la debe tomar la mujer, no terceras personas”, ha defendido, para insistir en que debe prevalecer el derecho a decidir de la mujer.
Tras destacar que en 2010 “se alcanzó un consenso importante”, ha advertido de que “está demostrado que, aunque esté prohibido, se van a seguir practicando abortos, lo que va a hacer que, en muchos casos, sean situaciones clandestinas y donde las garantías sanitarias no se den”.
Violencia machista
Landaida se ha referido también a los últimos casos de violencia de género y machista registrados en Beasain, donde se produjo un intento de agresión a una menor de edad, o en Barakaldo, donde un joven de 18 años propinó varios puñetazos en la tripa a su pareja embarazada.
Tras recordar que desde Emakunde viene reclamando continuamente “la implicación activa de toda la ciudadanía” en casos de violencia contra la mujer, ha destacado que, “afortunadamente, en los últimos años” el tema de la violencia de género “ha pasado del ámbito privado familiar a ser un problema social y se observa que cada vez es mayor la preocupación que tiene la ciudadanía en torno a estas cuestiones”.
A su entender, “es imprescindible la implicación de toda la ciudadanía y una actitud activa, con independencia de que las instituciones y en los diferentes niveles tenemos que hacer nuestro trabajo”. “Tenemos que ser capaces de trasladar a la ciudadanía la importancia que tiene el tomar parte activa en la erradicación de este tipo de violencia”, ha reiterado.
Por otro lado, ha considerado que “el problema de la violencia contra las mujeres es un problema estructural y multidimensional”. “Cuando decimos estructural, hacemos referencia a que hay una serie de creencias instauradas, insertadas, enraizadas en nuestra sociedad que hacen creer a algunas personas que, por el hecho de ser hombres, están en una posición jerárquica superior a las mujeres”, ha precisado.
Por ello, ha insistido, “es imprescindible el cambio de valores y este es precisamente el eje fundamental del sexto Plan de Igualdad que acabamos de aprobar”. La directora de Emakunde ha reconocido que “cambiar los valores es un trabajo a largo plazo”, por lo que es necesario “trabajar conjuntamente todas las instituciones con el objetivo común de erradicar esta problemática, siendo conscientes de que se trata de un problema estructural y multidimensional, que afecta a todos los ámbitos de la vida”.
También es preciso, ha dicho, “trabajar en la prevención y sensibilización, tratando de conseguir más aliados en esta lucha” porque “todavía tenemos mucho recorrido de cara a la implicación de la sociedad hasta que, efectivamente, lleguemos a un nivel de tolerancia cero ante las distintas manifestaciones de violencia contra las mujeres”.
Para Landaida también es “fundamental identificar las desigualdades que están en la base de la violencia y sus múltiples manifestaciones”, por lo que “ahí tenemos un trabajo importante”, ya que, “en la medida de que no seamos capaces de detectar esas desigualdades, no vemos la necesidad de dar ningún paso”. Por tanto, ha reiterado, “es fundamental que cada persona, en el ámbito en que nos toque trabajar, nos preguntemos diariamente qué puedo hacer yo para cambiar esta situación”.
Por otro lado, ha señalado que, si la custodia compartida se regula en una nueva normativa, “debe ser considerada como una opción más, y no como una opción preferente”.
