El Supremo confirma la sanción a un guardia civil por endosar sus multas a fallecido

El Supremo ha confirmado la sanción de un año de suspensión de empleo a un Cabo primero de la Guardia Civil destinado en la Unidad de Tráfico de Herrera de Pisuerga (Palencia) que endosó a un fallecido una multa que había recaído sobre él por conducir a velocidad excesiva.

El cabo accedió a las bases de datos del Instituto Armado para imputar a una persona fallecida en accidente de circulación la responsabilidad de una de las dos multas que le impusieron por conducir a velocidad excesiva -161 km/h- su vehículo habitual.

La sentencia considera probado que el sancionado, que estaba de baja por enfermedad cuando ocurrieron los hechos, cometió una falta muy grave, consistente en el abuso de atribuciones que cause grave daño a los ciudadanos o a la Administración.

El Cabo sancionado no pagó dos multas de tráfico por exceso de velocidad que le pusieron el 1 de diciembre de 2008 y el 15 de agosto de 2010, cuando conducía el vehículo que utilizaba habitualmente, cuya titularidad era de su esposa.

Tras recibir la notificación de la incoación del expediente sancionador, imputó la responsabilidad derivada de una de dichas infracciones a una persona fallecida en accidente de circulación el 3 de septiembre de dicho año.

Para el Tribunal Supremo, el Cabo de la Guardia Civil “usó mal, de manera excesiva, impropia o indebida, para beneficio propio o ajeno, las facultades o poderes que le correspondían como miembro de la Guardia Civil y, más en concreto, como integrante de un destacamento de Tráfico”, subraya la sentencia.

El comportamiento sancionado, afirma la sentencia, “denota una extrema ausencia de fiabilidad, honradez y dignidad y pone en entredicho la confianza que la ciudadanía” ha depositado en la Guardia Civil.