La ONU denuncia que no se proteja migrantes menores y se les exponga explotación

Los sistemas estatales destinados a proteger a los niños migrantes y refugiados son “altamente ineficaces” y no son capaces de evitar que se conviertan en víctimas del tráfico de personas y de otras formas de explotación, denunciaron hoy dos expertas de la ONU.

Con motivo del Día Internacional contra el tráfico de personas, que se celebra el próximo 30 de julio, las relatoras especiales de la ONU sobre la trata, Maria Grazia Giammarinaro, y sobre la explotación infantil, Maud de Boer-Buquicchio, pidieron a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para proteger a los niños migrantes y refugiados.

Las expertas advirtieron que todos los niños que huyen de conflictos, especialmente aquellos que viajan solos, son susceptibles de sufrir abusos sexuales, así como de ser víctimas de la trata o del trabajo forzoso y de ser obligados a contraer matrimonio en contra de su voluntad en todos los puntos de su recorrido, tanto en los países de origen, como los de tránsito y destino.

“Los menores se ven afectados de forma desproporcionada por conflictos y crisis humanitarias y aquellos que han sido separados de su familia son especialmente vulnerables”, apuntaron las relatoras, que compartieron el resultado preliminar de un estudio, que presentarán ante la Asamblea General de la ONU en octubre.

Las expertas en derechos humanos lamentaron que los oficiales en los puestos fronterizos no reciben formación suficiente para poder identificar a aquellos niños víctimas de explotación y explicaron que es frecuente que no se registre ni la edad de los niños ni de sus parientes.

Asimismo, Giammarinaro y Boer-Buquicchio criticaron a los estados que continúan deteniendo a los menores de edad y dan prioridad a una política restrictiva de inmigración por encima de los servicios de protección del menor, una práctica que “viola sus derechos fundamentales y perjudica dramáticamente su bienestar”.

Las expertas denunciaron que los niños siguen compartiendo espacio con adultos en campos de desplazados y en centros de detención en condiciones precarias, algo que les expone, además, a sufrir explotación sexual.

“La mayoría de los niños (residentes en campos y centros) han sido explotados sexualmente, un ejemplo más del fracaso del sistema de protección de estos menores”, aseveraron.

La pobreza en la que viven los niños obligados a dejar sus hogares les obliga a encontrar maneras peligrosas de sobrevivir y de acudir a vías ilegales para proseguir su viaje, recordaron.

Sea cual sea el contexto, aseguraron las relatoras, los Estados tienen la responsabilidad legal de identificar, proteger y proveer servicios de reunificación familiar y asistencia a los niños que han sido o están en riesgo de convertirse en víctimas de la trata o de la explotación.

Para mejorar los sistemas de identificación y protección, las expertas independientes abogaron por fortalecer la cooperación entre los países de destino, las organizaciones internacionales y la sociedad civil.