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The Guardian en español

Los rebeldes conservadores urgen a Theresa May una alianza con laboristas en favor del Brexit 'blando'

Theresa May se enfrenta a un gobierno dividido en materia de Brexit

Heather Stewart

Londres —

Los diputados rebeldes del partido Conservador que desafiaron al gobierno la semana pasada reclaman a Theresa May a que dialogue con diputados laboristas y forme una alianza multipartidista a favor de un Brexit blando.

Mientras que el equipo de May para el Brexit se prepara para debatir la futura relación de Reino Unido con la Unión Europea antes de reunirse con todo el gobierno conservador el martes, los diputados disidentes creen que la votación de la semana pasada debería dar a May la fuerza necesaria para enfrentarse a los partidarios de un Brexit duro.

El miércoles pasado, 11 conservadores desafiaron la línea del partido y apoyaron una enmienda para asegurar que el Parlamento vote el acuerdo final del Brexit antes de que Reino Unido abandone la Unión Europea.

La derrota, la primera para May en temas del Brexit, estaba relacionada más con el proceso que con el contenido, pero los rebeldes creen que debería animar al ministro de Hacienda, Philip Hammond y a sus aliados en el gabinete –la ministra de Interior, Amber Rudd, y el ministro de Comercio e Industria, Greg  Clark– a subrayar que no hay una mayoría parlamentaria a favor de un Brexit duro.

Los “amotinados”

Al menos dos de los conservadores partidarios de la enmienda, apodados “amotinados” por el diario Daily Telegraph, han hablado con figuras destacadas del gobierno, como Gavin Barwell, el jefe de Gabinete de Downing Street, para establecer un diálogo con diputados laboristas para formar un grupo en la Cámara de los Comunes a favor de un Brexit blando.

Creen que un acercamiento de este tipo permitiría a la primer ministra defender una relación más cercana con la Unión Europea en el futuro, que incluya, potencialmente, seguir perteneciendo a la unión aduanera de la Unión Europea, y han recomendado seleccionar a rebeldes laboristas antes de que los ministros endurezcan sus propias políticas.

“Ahora mismo, el Partido Laborista está terriblemente dividido y por ello hay una gran parte de diputados laboristas con pensamientos independientes que estarían dispuestos a responder de manera positiva a una petición para apoyar a un gobierno que parezca estar haciendo lo correcto. Creo que el peligro está en que si lo deja para demasiado tarde, se cerrará la puerta a esa salida”, dice a the Guardian uno de los rebeldes.

“Si fueses listo, te acercarías a [Jeremy] Corbyn y a las personas laboristas sensatas, y pondrías en su sitio a los partidarios de un Brexit duro”, dijo otro rebelde a Barwell.

“Se tiene que discutir en el gobierno sobre qué es realista y qué se puede hacer, y tienen que trabajar con el Parlamento para conseguir esto. Este ha sido el caso la mayoría de las veces en cuestiones europeas”, dice otro diputado conservador.

¿Un acuerdo con la oposición?

Un grupo bien coordinado de diputados laboristas destacados, entre ellos Chuka Umunna, Chris Leslie y Heidi Alexander, creen que podrían conseguir el apoyo de la mayoría de sus compañeros para votar a favor de seguir formando parte del mercado común y de la unión aduanera, una postura que no forma parte de la política oficial del partido.

“No hay duda de que la votación de la semana pasada ha dado fuerza a Philip Hammond, Amber Rudd y Greg Clark, los defensores de un Brexit blando en el gabinete. Miembros de todo la Cámara se dirigirán ahora a ellos en busca de una nueva fuerza para aportar algo de coherencia y sensatez que ejerza presión sobre la insostenible postura de negociación del gobierno”.

Se espera que el ministro de Exteriores, Boris Johnson, y el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, defiendan que Reino Unido mantenga el poder para establecer sus propias políticas en lugar de prometer imitar las de la Unión Europea, señalando que, en el caso contrario, Reino Unido se arriesga a convertirse en los que Johnson denominó este fin de semana un “Estado vasallo”. Su elección de palabras se hace eco de las de Jacob Rees-Mogg, otro partidario de un Brexit duro.

La importancia del comercio

“Lo que necesitamos ahora es algo nuevo y ambicioso, que permita no imponer aranceles y un comercio sin obstáculos pero que siga dándonos esa importante libertad de decidir nuestro propio marco regulador, nuestras propias leyes y a hacer las cosas de manera propia en el futuro”, dijo Boris Johnson en una entrevista en el Sunday Times.

El ministro para la salida de la Unión Europea, David Davis, ha sugerido un acuerdo “Canadá plus plus plus”, basado ampliamente en el acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con Ottawa, pero incluyendo servicios, como los financieros, y permitiendo lazos más fuertes, ya que el volumen de comercio que se cubre es mucho mayor.

Un acuerdo de este tipo también conllevaría llegar a un consenso en cuanto a normas y reglamentos, pero muchos partidarios del Brexit lo prefieren a una relación más cercana, como la de Noruega, que forma parte del Acuerdo Europeo de Libre Comercio (EFTA).

El jefe de negociaciones de la Comisión Europea con Reino Unido sobre la salida de la Unión Europea, Michael Barnier, puso en duda el domingo que se vaya a permitir al gobierno tener suficiente flexibilidad como para conseguir ese acuerdo. “Tienen que darse cuenta de que no podrán elegir a su antojo. No vamos a combinar los escenarios posibles para crear uno específico que incluya todos sus deseos, mezclando, por ejemplo, las ventajas del modelo noruego, miembro del mercado único, con los requisitos simples del canadiense. De ninguna manera. Tienen que enfrentarse a las consecuencias de su propia decisión”, dice Barnier en una entrevista para la revista Prospect.

Barnier reiteró la insistencia de la Unión Europea de que las conversaciones específicas en un futuro acuerdo de comercio sólo empezarán después del Brexit. Davis ha insistido que la esencia de un acuerdo de comercio estará finalizada en los próximos 12 meses.

“Las negociaciones de verdad sobre la relación en el futuro sólo comenzarán cuando Reino Unido abandone la Unión Europea”, dijo David Davis.

Rumores y amenazas de muerte

Fuentes del gobierno se distanciaron de los rumores que señalan que los ministros a favor del Brexit están dispuestos a abandonar la Directiva de Tiempo de Trabajo de la Unión Europea, que impide a los empleados a trabajar más de 48 horas a la semana. La secretaria general del movimiento sindical británico, Frances O’Grady, denominó la propuesta “un ataque directo a nuestros derechos laborales”.

Desde la votación del pasado miércoles, los diputados conservadores disidentes se han enfrentado a una dura respuesta dentro de su propio partido y en los periódicos partidarios del Brexit.

Dominic Grieve, el ex fiscal general que presentó la enmienda, ha culpado a los titulares sensacionalistas de la prensa, publicados después del debate, por una serie de amenazas que han recibido tanto él como sus compañeros.

“Como político, espero desafíos claros por parte de los que no están de acuerdo con mis decisiones. Pero es preocupante que buena parte de la polémica haya llevado a alegaciones de sabotaje al Brexit que están muy lejos de lo que estamos haciendo”, escribió Grieve en the Guardian.

“Parte de esto ha sido impulsado y orquestado por periódicos que parecen estar totalmente desinhibidos al difundir información incorrecta y de los ataques abusivos que están preparados a lanzar contra aquellos que hacen cualquier cosa que ellos consideren alejada de su versión sobre el Brexit. Esto oculta los problemas reales y también fomenta una atmósfera de crisis y confrontación entre posiciones binarias que conduce directamente a las amenazas de muerte que hemos recibido”, explicó Grieve en las páginas de the Guardian.

Anna Soubry, otra diputada tory rebelde, dice que estos rumores promueven un ambiente de extremismo. “Eso es lo que me preocupa de todo esto. Cada vez hay más un tipo de política en el que el debate no está basado en ideas. Se basa en un malentendido total y absoluto. Los periódicos están promoviendo una tormenta. Están envenenando la vida pública”.

Nadine Dorries, otra diputada conservadora, incluso pidió que los rebeldes sean expulsados de las candidaturas del partido en las próximas elecciones. Algunos de ellos temen repercusiones en sus circunscripciones.

May pondrá al día a la Cámara de los Comunes sobre la reunión del Consejo Europeo del pasado lunes. Se espera que cuente a los diputados que el gobierno va a progresar de manera rápida para acordar los detalles del período de implementación post-Brexit, para “dar certeza a los empresas y las familias de que vamos a llevar a cabo un Brexit con suavidad”.

“Propondremos que nuestro acceso a otros mercados continúe como hasta ahora, mientras que nos preparamos para implementar los nuevos procesos y los nuevos sistemas que sustentarán nuestra colaboración futura”, añadirá la primer ministra. 

May insistirá en que el gobierno espera negociar y firmar acuerdos comerciales durante la etapa de transición que entrarán en vigor una vez concluya dicho período.

Traducido por Marina Leiva

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