Literatura para lacónicos
¿Tiene una historia y no sabe cómo contarla? ¿Quiere escribir una novela pero le cuesta ponerse manos a la obra y abordar el titánico trabajo? No se preocupe, ha llegado la twitterature (tuiteratura), la literatura adaptada al espacio y el tiempo contemporáneos, idónea para los habitantes del siglo XXI tan acostumbrados ya a lo pequeño –desde los 140 caracteres hasta los apartamentos de veinte metros cuadrados–.
El País publicó el 12 de mayo la noticia de que el cineasta Steven Soderbergh acomete desde su cuenta @bitchuation la “novela” (entrecomillemos hasta ver cómo termina el asunto) Glue, de la que ya ha escrito catorce capítulos. ¿Es esto suficiente para suscitar curiosidad y sobre todo extrañeza? Puede ser, pero aún hay más: algunas editoriales underground de Estados Unidos llevan un tiempo publicando avances de varios libros a razón de 140 caracteres por entrega. La nueva novela folletinesca bien podría hacerse eterna.
Para que luego digan que las redes sociales solo le dan disgustos a la literatura: también le da vidilla.
