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DEBATE: Mujeres y mercado laboral

Gender Gap

Agenda Pública

Ayer se celebró la mesa “Mujeres y trabajo”, un debate organizado por la Comisión de mujeres del col·legi d'Advocats, “Mujeres y trabajo”Comisión de mujeres del col·legi d'AdvocatsFeministes de Catalunya y Agenda Pública. A continuación reproducimos algunas de las respuestas de las cuatro participantes.

Alba García Sánchez, Secretaria de la Mujer y la Cohesión social en CCOO Cataluña

Alba García Sánchez

¿Cuáles són las principales dificultades con las que se encuentran hoy en día las mujeres en el ámbito laboral?

El mercado laboral, con la excusa de la crisis, cada vez es más hostil para las mujeres, parece que nos quiera “devolver”, como en tiempos pasados, el título de “reinas del hogar” para ocuparnos en exclusiva de todo lo que conlleva la reproducción de la vida humana y especialmente para substituir todo aquello que el sistema público ha dejado de garantizar gracias a las políticas de recortes.

No es baladí que la tasa de actividad para las mujeres esté 11 puntos por debajo de la masculina en edad legal de trabajar y que la razón argumentada sea la necesidad de atender responsabilidades de cuidado.

Las reformas laborales han generado una ocupación a la que las mujeres acceden en menor medida que los hombres, nos cuesta más tiempo encontrar un trabajo remunerado, tenemos una brecha importante en prestaciones, subsidios y pensiones, una vez conseguido un puesto tiene muchos números de ser precario, temporal, a tiempo parcial, con una jornada laboral irregular que hace imposible la conciliación y con con un salario bajo, segregado y que no garantiza escapar de la pobreza ni llegar a final de mes.

¿Cuáles pensais que deberían ser los principales compromisos y actuaciones que los partidos políticos deberían adoptar en esta materia? ¿Cuáles pensais que deberían ser los principales compromisos y actuaciones que los partidos políticos deberían adoptar en esta materia?

  • Políticas activas para fomentar la ocupación de calidad teniendo en cuenta realmente la situación real de las mujeres
  • Recuperar poder adquisitivo a partir de sueldos dignos, eradicando la brecha de genero
  • Blindar medidas y planes de igualdad con negociación colectiva solida y respetada
  • Establecer una Renta Garantizada de Ciudadania como derecho básico
  • Recuperar la Sanidad Pública y restablecer los recursos públicos de atención social, dependencia y garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso
  • Aprobar la Ley de Igualdad de Catalunya
  • Pacto contra la violencia machista

Consuelo Chacartegui Jávega, Doctora en Derecho y profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social

Consuelo Chacartegui Jávega

¿Cuáles son las principales dificultades con las que se encuentran hoy en día las mujeres en el ámbito laboral?

Fundamentalmente, considero que la mayor dificultad con la que se encuentran las mujeres es que no se está dando cumplimiento a la legislación sobre igualdad de trato y no discriminación. En este sentido, seguimos con una legislación potente, entre la que hay que destacar los artículos 9.2 y 14 de la Constitución y la Ley Orgánica 3/2007 –de máximo rango legal-, que formalmente reconoce la igualdad entre mujeres y hombres, pero que en la práctica no se cumple. Las consecuencias que ello comporta es que la igualdad material está muy lejos de conseguirse. En definitiva, la cuestión es, por una parte, muy sencilla de explicar y, por otra parte, altamente compleja de revertir, pues los poderes públicos no están poniendo los medios para que se cumpla la normativa.

¿Cuáles pensáis que deberían ser los principales compromisos y actuaciones que los partidos políticos deberían adoptar en esta materia?

Los partidos políticos deberían poner todo de su parte para dar cumplimiento al artículo 9.2 de la Constitución, esto es, promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de las mujeres y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de las mujeres en la vida política, económica, cultural y social. Esto implicaría, por un lado, aprobar medidas de acción positiva en las distintas instituciones, así como en el empleo público y privado, que contribuyan a la igualdad material, como pasa en otros países -como Noruega, Finlandia y Suecia-, donde las cuotas de reserva son un mecanismo comúnmente aceptado en favor de la igualdad efectiva de las mujeres, mientras que en España se mira con recelo y se critica desde múltiples foros. Por otro lado, los partidos políticos deberían velar por el debido respeto a los derechos de las mujeres y expulsar de sus organizaciones a cualquier persona que realice actos, hechos o declaraciones que vulneren la dignidad de las mujeres. Hay que predicar con el ejemplo.

Raquel Serrano Olivares, Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social

Raquel Serrano Olivares

¿Cuáles son las principales dificultades con las que se encuentran hoy en día las mujeres en el ámbito laboral?

Centrándonos en las mujeres que han accedido a un empleo, dos son las principales dificultades con las que se enfrentan en el ámbito laboral.

Por un lado, la brecha salarial entre mujeres y hombres, que todavía hoy se sitúa en el 19,8 % (2011), y cuya expresión más dramática es el mayor índice de pobreza de las mujeres. Las causas de la brecha salarial son múltiples e interconectadas, atribuyéndose normalmente a factores supuestamente objetivos como las diferencias en cuanto al tipo de formación, profesión, tipo de contrato y jornada (tiempo parcial) o tipo de empresa. Sin embargo, es importante no perder de vista que esos factores supuestamente objetivos encierran en realidad situaciones en las que no se ha fomentado adecuadamente la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. En efecto, el tipo de formación, el tipo de profesión, el tipo de contrato y de jornada, y el tipo de empresa donde se sitúan preferentemente las mujeres son factores que responden a condicionantes sociales, culturales y políticos que han hecho posible – por acción o inacción – la infravaloración del trabajo de las mujeres, la orientación escolar y el acceso a las profesiones desde los estereotipos de género y la desigualdad en la asunción de las cargas familiares y domésticas, originando, así, la segregación horizontal y vertical de las mujeres en el mercado de trabajo y, de paso, sus menores niveles de renta salarial.

Por otro lado, las mujeres continúan asumiendo mayoritariamente el cuidado de hijas e hijos y otros familiares dependientes. Siendo así, para muchas mujeres, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral no es tanto un derecho como una necesidad para poder acceder y mantenerse en el empleo. La solución a esta problemática se ha hecho pivotar tradicionalmente sobre el contrato a tiempo parcial, sin embargo, esta modalidad contractual al servicio de esta finalidad no hace más que perpetuar la histórica desigualdad de las mujeres en la vida doméstica y profesional, en la medida en que el tiempo parcial supone cobrar menos, tener menos posibilidades de formación y promoción en el trabajo, y un menor nivel de protección social. Algo similar ocurre con las reducciones de jornada o las excedencias para el cuidado de hijas/hijos y otros familiares dependientes.

La conciliación no puede ser a costa del salario y de la carrera profesional de las mujeres. Para poder alcanzar la igualdad efectiva de mujeres y hombres resulta imprescindible una organización del trabajo que tenga en cuenta la perspectiva de género. Ello significa básicamente dos cosas: que se introduzcan medidas de organización más flexible y racional del tiempo de trabajo, y que el salario y los sistemas de promoción profesional se basen en aptitudes y méritos desligados del “presentismo” que predomina en nuestra cultura empresarial y que tanto ha perjudicado y sigue perjudicando a las carreras profesionales de las mujeres (segregación vertical). Junto a ello, resulta igualmente imprescindible que los poderes públicos desplieguen una política familiar que tenga como objetivos primordiales la protección de la infancia y de las personas dependientes y la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres en el ámbito doméstico y laboral.

¿Cuáles pensáis que deberían ser los principales compromisos y actuaciones que los partidos políticos deberían adoptar en esta materia?

Yo situaría tres prioridades políticas en materia de igualdad de oportunidades y no discriminación entre mujeres y hombres.

En el ámbito educativo y de acceso a las profesiones y oficios, la erradicación de los estereotipos de género, la valorización del trabajo “típicamente” femenino, y la orientación de las niñas, adolescentes y jóvenes hacia profesiones y oficios “típicamente” masculinos.

En el ámbito familiar, la efectiva puesta en marcha de una política familiar que pivote sobre dos principios básicos. Por un lado, la plena incorporación de las mujeres en el mundo laboral y la conciliación de la vida laboral, personal y familiar a través preferentemente del fomento de medidas de ordenación flexible y racional del tiempo de trabajo. Por otro lado, la atención a la infancia y a las personas dependientes desplegando a tales efectos un servicio público, universal y de calidad.

En el ámbito estrictamente laboral, la inversión en políticas activas de empleo que consigan incrementar tanto la tasa de actividad de las mujeres como su tasa de ocupación, todavía hoy notablemente inferiores a las de los hombres.

Me interesa destacar para finalizar que las prioridades políticas trazadas solo serán posibles con mayor inversión pública. Por ello es preciso reconocer la necesidad de que el sector público se expanda como vía para alcanzar la igualdad efectiva de mujeres y hombres en la vida doméstica y profesional.

Teresa Blasi, abogada laboralista y socia fundadora del Colectivo AiDE

Teresa BlasiColectivo AiDE

¿Cuáles son las principales dificultades con las que se encuentran hoy en día las mujeres en el ámbito laboral?

Actualmente el desempleo es una de las mayores dificultades. Hubo un primer momento en el año 2008, con la caída del sector de la construcción, que fundamentalmente los que pasaron a estar parados de forma masiva fueron los hombres. Posteriormente, la crisis afectó a sectores fuertemente feminizados como son el sector de los servicios, comercio, hostelería, educación, servicios sociales (cuidado de otras personas), trabajadoras del hogar (sobretodo por lo que se refiere a las mujeres inmigrantes), y las mujeres pasaron a ser el colectivo más afectado por el desempleo.

Está demostrado estadísticamente que la precariedad afecta más a las mujeres que a los hombres. Existe una clara progresión de mujeres desocupadas o con trabajo precario y en situaciones de pobreza. La mayor parte de mujeres se sitúan dentro del ámbito de las relaciones laborales en los trabajos temporales y contratos a tiempo parcial; se han empeorado sus condiciones laborales y salariales, dentro del deterioro global de las condiciones de trabajo ya que también se ha incrementado la contratación parcial en los hombres.

Por otro lado, la reforma laboral 2012 en tanto que incorpora por primera vez la capacidad del empresario de reducir el salario de los trabajadores en base a circunstancias genéricas e inconcretas, provoca una mayor incidencia en la degradación del trabajo de la mujer por ser la parte más débil del contrato de trabajo, precarizando, su situación.

Por último, la discriminación en materia de promoción profesional constituye una de las principales dificultades que encuentra la mujer en el ámbito laboral. La asunción de las tareas relacionadas con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral contribuye o dificulta la promoción, ya que la exigencia de una gran disponibilidad de horarios y, a veces, dedicación sin límite, es el “valor” predominante para el ascenso.

¿Cuáles pensáis que deberían ser los principales compromisos y actuaciones que los partidos políticos deberían adoptar en esta materia?

  1. En materia de conciliación de la vida familiar y laboral, se debería modificar la regulación legal del tiempo de trabajo, para garantizar el derecho a la adaptación de la jornada (sin reducción) y al cambio de turno, sin perjuicio de los derechos ya existentes.
  2. Deberían establecerse legalmente, como contenido mínimo necesario de los planes de igualdad y de los Convenios colectivos, la obligación de eliminar cualquier tipo de discriminación.
  3. También debería modificar-se la regulación legal de la protección social (fundamentalmente la pensión de jubilación) del contrato a tiempo parcial, a fin de que la única diferencia sea la derivada de la cuantía de la base de cotización.
  4. Se debería cambiar la regulación legal de la pensión de viudedad en, como mínimo, los términos siguientes:
  5. Y por último, se debería dotar a la Inspección de Trabajo de los recursos e instrumentos suficientes para garantizar la aplicación efectiva del principio de igualdad.
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