'Kichi' e IU blindan su pacto de Gobierno en Cádiz ante la crisis de la izquierda en Andalucía
La expulsión de Teresa Rodríguez y otros ocho diputados del grupo de Adelante Andalucía del Parlamento andaluz acusados de “transfuguismo” no pasó inadvertida en Cádiz. La petición de Podemos a través de Izquierda Unida provocó incertidumbre y miradas de soslayo en la capital gaditana. Parecía que podía llegar la sangre al río pero la cuestión ha quedado en algunas acusaciones, el acuerdo de establecer “un cordón sanitario” respecto a lo que estaba pasando en Sevilla y un compromiso final de lealtad hasta el final de la legislatura “por Cádiz”.
Sin embargo, la duda está ahí. ¿Hasta qué punto ha podido enturbiar esta situación la relación existente entre los socios de gobierno del Consistorio de Cádiz? González se presentó a las últimas elecciones con la marca Adelante Cádiz, siendo el único de los alcaldes del cambio que se mantenía en la alcaldía desde el movimiento impulsado por Podemos. En el Ayuntamiento tiene como socios a Izquierda Unida y Ganar Cádiz, con cuatro concejales entre ambas formaciones.
José María González, 'Kichi', alcalde de Cádiz y pareja de Teresa Rodríguez, se posicionó desde un primer momento a favor de la postura de Anticapitalistas. “Aprovecharse de una persona cuando está de baja por maternidad para clavarle un puñal por la espalda me parece de villano, traicionero y no me parece propio de una persona de izquierdas”. El regidor gaditano tildó de “mamarrachada” la expulsión de Rodríguez.
Y lanzó la siguiente pregunta en Twitter a sus socios. “Si IU entiende que Teresa Rodríguez es una tránsfuga, ¿acaso IU piensa que yo soy un tránsfuga? Si piensa que soy un tránsfuga, ¿qué hace cogobernando conmigo en Cádiz?”, ha preguntado públicamente. Tanto el alcalde gaditano como Teresa Rodríguez se han distinguido por mostrarse contrarios a las directrices que llegaban desde Madrid desde Podemos Andalucía y Kichi llega a la conclusión de que “el ciclo político que vio nacer a Unidas Podemos se da por terminado. Ya son establishment”. El alcalde, muy activo en redes sociales, así lo expresó hace unas semanas.
Cádiz, “por delante”
A pesar del tono retador de estas declaraciones, ni IU (y tampoco Ganemos Cádiz) respondieron ni realizaron declaración alguna. Y las aguas se han amansado. Así que la versión oficial es que las relaciones entre el partido más votado y sus socios son de máximo respeto y que cuando se conoció la ruptura a nivel regional se estableció un cordón sanitario para evitar cualquier diferencia. “Nosotros aquí tenemos un acuerdo con la gente de Izquierda Unida que nuevamente viene a poner por delante, con un sentido de la responsabilidad enorme, los intereses de esta ciudad a todo lo demás. Aquí no hay siglas ni intereses partidistas, lo único que hay es Cádiz y los gaditanos”, afirma Kichi.
La opinión que llega desde Izquierda Unida sobre la relación municipal va en la misma línea de aparente tranquilidad. Martín Vila es el gran referente de Izquierda Unida en la capital gaditana y es el responsable de las áreas de Urbanismo, Mantenimiento Urbano y Memoria Histórica. En declaraciones a esta medio, aclara que “lo que ha sucedido a nivel andaluz no afectará en Cádiz mientras que las partes cumplan con lo pactado. Estamos trabajando en una proyecto de unidad de la izquierda con origen y tenemos unos acuerdos de coalición y mientras que se respeten no habrá ningún problema. Se verá que en Cádiz es posible gobernar desde la izquierda”.
Así pues, el pacto de Gobierno no corre peligro, aparentemente, y todas las partes aseguran que la lealtad no está en entredicho. “Cádiz no se merece que lo que ha sucedido en Sevilla repercuta en su día a día”, remarca Martín Vila. Y todo ello sucede en un momento en el que el alcalde gaditano ha anunciado su disposición a afrontar un tercer mandato en el Ayuntamiento de Cádiz. Está dispuesto a presentarse a unas nuevas elecciones en 2023, aunque en su momento dijera que estaría un máximo de ocho años en la alcaldía. Izquierda Unida le ha asegurado su apoyo hasta el final de la actual legislatura, aunque nadie descarta que después cada uno tome su camino.
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