El 92% de los desahuciados sufre niveles graves de depresión y ansiedad
La salud de las personas que sufren o han sufrido un desahucio es mucho peor que la de la población en general, sobre todo, a la hora de desarrollar trastornos como la depresión o la ansiedad. Esto, que es una conclusión intuitiva a la que cualquier ciudadano puede llegar, lo ha confirmado un estudio de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) en colaboración con la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada (UGR) y Stop Desahucios Granada. Tras más de un año de trabajo, los resultados han sido presentados este jueves en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.
El 92 por ciento de las personas encuestadas presenta niveles severos de depresión y un 88 por ciento, de ansiedad. El 45 por ciento ha visto como se le agravaba algún tipo de trastorno mental, cuando la media de la población andaluza está en el 9 por ciento, y un 48 por ciento consume algún tipo de tranquilizante, frente a la media del 11 por ciento general.
El dato más preocupante es que las personas desahuciadas o en proceso de perder su vivienda habitual tienen “un riesgo importante de suicidio”. El 20 por ciento de las mujeres y el 13,8 de los hombres presentan riesgo alto y confiesan que han tenido ideas de suicidio, aumentando en el último mes del proceso de desahucio a un 34,2 por ciento y un 32,1 respectivamente. De hecho, el 17,9 por ciento de las mujeres y el 10 por ciento de los hombres han planeado cómo suicidarse y un 9,4 y un 2,5 respectivamente han llegado a intentarlo durante el último mes antes de perder sus casas.
Granada es precisamente la provincia que ha alojado dos de los caso de suicido por desahucio. El primero, del que quedan menos de dos meses para que se cumpla el segundo aniversario, fue el de Domingo, el quiosquero del barrio de la Chana, encontrado ahorcado en su casa el mismo día en que se iba a ejecutar su desalojo. El segundo, mucho más reciente, es el de un activista del municipio de Maracena que fue encontrado muerto por su propia mano en su vivienda el pasado mes de julio.
Dos tercios con estrés postraumático
Los técnicos de la EASP y la Facultad de Psicología han realizado este estudio entrevistando a un total de 205 personas -83 hombres y 122 mujeres– a lo largo del último año y medio. Los voluntarios se seleccionaron entre personas adultas en proceso de desahucio asistentes a las asambleas semanales organizadas por Stop Desahucios en Granada y su área metropolitana. Los resultados obtenidos entre las personas afectadas por el proceso de desahucios se compararon con una muestra de 6.507 personas adultas de la población general andaluza.
Las cifras del mismo arrojan medias de mala salud o enfermedades mentales muy por encima de la población andaluza en general. Frente a un 33 por ciento de los andaluces que presentan “salud deficiente”, entre las personas que han sufrido un desahucio o se encuentran en algún punto del proceso de perder su vivienda la cifra llega al 67.
Son síntomas que concuerdan con un cuadro de ansiedad o depresión: las personas en proceso de desahucio hacen menos ejercicio y consumen menos fruta y verdura que la media, por lo que su estado físico se deteriora en la medida que aumenta su estrés.
Stop Desahucios señala también que es “llamativo” el que se encuentren síntomas de estrés postraumático entre los encuestados, no sólo comparándolo con la media de la población, también a las de grupos de mujeres diagnosticadas de este trastorno debido a abusos sexuales. Más de dos tercios de la muestra encuestada presenta sintomatología de estrés postraumático, “dato muy preocupante”.
La plataforma antidesahucios señala que todos estos riesgos aumentan en proporción a la edad y tienen más incidencia entre los hombres que entre las mujeres.
