Vídeoblog: Por qué a Botín Suiza le salió a cuenta

 

 

Nada menos que el 85% de todo el dinero escondido por españoles en el británico HSBC (Hong Kong & Shanhai Banking Corporation) de Suiza habría sido de Emilio Botín.

Nada menos que 2.000 millones de euros. Casi el 7% de todo el presupuesto andaluz para 2015; y más del 60% de todo el dinero del que Andalucía dispone para inversiones este año. Y en torno al 1,5% de toda la riqueza que Andalucía fue capaz de generar el año pasado (considerando que el PIB andaluz de 2014 rondará los 140.000 millones de euros). Y eso es sólo lo que conocemos gracias a Falciani, lo que estaba oculto en una única institución bancaria.

Por ello habría pagado una multa de 211 millones de euros. Y listo, ya está, no hay delito fiscal que valga. Botín no pisó el juzgado. Es decir, se libró pagando el 10,55% del total.

Supongamos que el Emilio Botín que asfixió a sus competidores era un financiero tímido y más bien cauteloso, y que, por lo tanto, su política de inversión era de un perfil tan conservador que a esos 2.000 millones sólo les sacaba una rentabilidad media anual del 10%.

Es habitual que multinacionales abandonen negocios enteros por considerar que el lucro cesante convierte una rentabilidad del 10% en una pérdida, en cambio para Emilio Botín ese 10% supuso que quedar en paz con los españoles (recuerden, Hacienda somos todos) sólo le costase los rendimientos de un año.

Más aún. Aplicando el tipo impositivo del 52% que a Botín le hubiera correspondido pagar por esos rendimientos durante los cuatro años anteriores a la denuncia (los no prescritos), si no hubieran estado ocultos, sale la cifra de 439 millones de euros. Pero él pagó 211.

Es decir, Botín no sólo se libró de hacer frente a un delito fiscal, sino que además se ahorró más de la mitad de los impuestos que hubiera debido pagar si hubiese hecho frente a sus obligaciones fiscales como un españolito cualquiera. A botín le salió a cuenta esconder el dinero en Suiza.