El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
Cómo las carpas pueden dispersarse a través de las aves acuáticas
Algunos peces, como los saltarines del fango o las anguilas, pueden moverse como adultos sobre la tierra mojada, pero son excepciones. La inmensa mayoría de especies de peces de agua dulce no tienen esta capacidad. No obstante, muchas veces se registran en humedales aislados o temporales, donde cuesta entender cómo llegaron. Por ejemplo, en diferentes partes del mundo hay especies endémicas de peces que solo se encuentran en un determinado cráter de un volcán muerto. Incluso en el caso de especies vulgares, se encuentran muchas veces en localidades difíciles de explicar, como no sea que alguna persona los haya trasladado allí por razones desconocidas.
Para explicar estos eventos de dispersión de peces, en el pasado se ha propuesto hasta su llegada durante tornados capaces de levantarlos en un sitio de dejarlos caer en otros. Más frecuentemente, se ha especulado sobre la posibilidad de que sus huevos se muevan pegados a las patas de las aves acuáticas, pero existe muy poca evidencia de que esto pueda ocurrir. No obstante, las encuestas han demostrado que buena parte de los gestores responsables de poblaciones de peces dan por hecho de que tengan alguna manera desconocida de dispersarse a través de las aves.
Desde hace 20 años, nuestro equipo del Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha realizado una serie de estudios investigando la capacidad que tienen las anátidas, limícolas, gaviotas y cigüeñas de dispersar a las plantas e invertebrados acuáticos. La manera de transporte principal no es lo que llevan pegado en sus patas o plumas, sino lo que llevan adentro en su sistema digestivo. Es decir, las aves ingieren los propagulos de otros organismos como parte de su comida, y luego los evacuan en otro sitio entre sus heces o sus egagrópilas.
Repetidas veces se han ampliado la diversidad de organismos encontrados vivos en sus heces. Hace más de 50 años que se demostraba que las semillas de plantas y los huevos resistentes de los crustáceos (p.ej. las pulgas de agua) se transportan en el interior de los patos y limícolas, incluso durante sus migraciones. Nuestros estudios han demostrado que muchos otros organismos también se desplazan por esta vía, incluyendo larvas blandas de insectos como los quironómidos (mosquitos que no pican), las lentejas de agua, y los helechos. Entonces, era lógico pensar que existiera la posibilidad de que algunos huevos de peces pudiesen evitar la digestión y salir viables en las cacas.
Primero nos fijamos en peces de agua dulce que tienen huevos especialmente resistentes: los peces killis cuyos huevos pueden sobrevivir en el barro cuando las lagunas temporales se secan. Colaborando con un equipo de Rio Grande do Sul, Brazil, realizamos un experimento comprobando que una pequeña fracción de los huevos de dos especies (Austrolebias minuano y Cynopoecilus fulgens de la familia Rivulidae) pueden sobrevivir el paso por el sistema digestivo del Coscoroba, un cisne suramericano. Además, huevos de estos peces se han visto de las heces de esta anátida en el campo en Brasil.
Sin embargo, la gran mayoría de los peces de agua dulce producen huevos blandos con una envoltura externa (corion) blanda. Se incluyen los ciprínidos, el grupo de peces que suele dominar en las aguas interiores de la península ibérica. En el estudio más reciente realizado por nuestro equipo [AG1], hemos puesto de manifiesto que los huevos de la carpa común (Cyprinus carpio) y la prusiana (Carassius gibelio) también pueden sobrevivir al sistema digestivo de las anátidas. En colaboración con un equipo multidisciplinar de Hungría y Romania, se realizó un experimento usando el ánade azulon (nuestro pato más abundante). Se alimentaron cada uno de ocho patos con unos 500 huevos de cada carpa. En las heces de seis de los patos empleados se encontraron huevos vivos. En total, 18 de los huevos ingeridos se recuperaron intactos en las heces frescas, algunos tardando hasta 4 horas después de su consumo por parte de los patos. De los 18 huevos recuperados, 12 contenían embriones viables. La mayoría se murieron por infecciones de hongos antes de eclosionar, y finalmente, una carpa común y dos carpas prusianas eclosionaron con éxito.
Como sería de esperar, la gran mayoría de los huevos se digirieron, al menos parcialmente. Pero ¿cómo se explica que sobrevivieron algunos? La digestión no es totalmente eficaz, y como el sistema digestivo tiene un volumen limitado, los animales obtienen más nutrimiento cuando comen a menudo, aunque tengan que evacuarlo rápidamente y por tanto digerirlo parcialmente. Es un caso de la ley de los rendimientos decrecientes: cuanto más tiempo se retiene la comida en los intestinos, tanto menos nutrimiento se consigue por minuto. Además, los patos son omnívoros, y cuando se procesan diferentes clases de comida al mismo tiempo, es más fácil que algo se escapa sin digerir.
Así que los patos pueden alimentarse de huevos vivos de carpa en un determinado lago, y luego expulsarlos a través de sus heces, aún vivos, en otro cuerpo de agua distinto. Estos hallazgos tienen mucha relevancia para la expansión de especies invasoras de peces, incluyendo estos ciprínidos. La carpa común está incluida en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La carpa prusiana es un invasor más reciente en plena expansión en la península ibérica, y en su caso la dispersión de un solo huevo podría establecer una nueva población, dado su potencial para reproducirse asexualmente (o sea de manera clonal). No obstante, la llegada de huevos a un cuerpo de agua nuevo no garantiza el establecimiento de una población, ya que la tasa de mortalidad de los alevines es alta, con la diversidad de predadores que viven en los humedales. Se requieren más estudios para entender el papel de las aves en la expansión de los peces invasores.
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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
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