La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar

El laberinto administrativo, médico y judicial de unos padres ante un presunto caso de acoso escolar

Se retrasa la contratación del servicio del teléfono contra el acoso escolar

Javier Ramajo

“Prefiero que mi hija sea analfabeta a que esté enferma”. Es la conclusión a la que había llegado una madre de Bormujos (Sevilla) a causa del presunto acoso escolar padecido por su hija de seis años. En pasado, porque dejaron de llevarla al colegio, a pesar de que se arriesgan a que se les abra un protocolo de intervención en absentismo. Tras unos meses “de ventanilla en ventanilla”, reconoce la madre, parecen ver la luz al final del túnel al aceptarse el cambio urgente de colegio para la niña. En los juzgados ya se libra una batalla paralela, porque los padres consideran que el colegio donde estudiaba su hija no hizo todo lo posible para detener el acoso. El centro defiende las medidas que llevó a cabo y la Inspección Educativa sigue analizando el caso, según fuentes de la Junta.

“Sospecha de maltrato entre iguales en el ámbito escolar, que está repercutiendo en la salud física y psicológica de la menor” fue el juicio clínico del Hospital Virgen del Rocío el pasado 9 de mayo, adonde fue derivada la niña por su pediatra de atención primaria por una grave incontinencia de orina y heces durante el día. Siguiendo la recomendación del pediatra, la niña fue explorada por una psicóloga, que determinó que presentaba “estrés postraumático (tras las agresiones sufridas), inseguridad, desajuste emocional, aislamiento y dificultades de concentración que están influyendo en su rendimiento académico, salud emocional y física”.

El informe psicológico recomendaba “urgentemente un cambio de centro”, como finalmente ha sido aprobado por la Delegación de Educación en Sevilla. El colegio donde hasta ahora estudiaba la menor, el CEIP El Manantial, aseguró en un escrito de finales de abril que se estaban ejecutando “las medidas necesarias de actuación al respecto”. Los padres no piensan lo mismo y, mientras se tramitaba el cambio de colegio, presentaron una denuncia en los juzgados contra la directora por un presunto delito de omisión del deber de socorro. La denunciada ha pedido las declaraciones de testigos para apoyar su visión de que no hay motivo para abrir una causa. La niña y los padres también han ofrecido ya su versión en sede judicial.

Una situación “insostenible”, relata la denuncia

En el escrito aceptado por el juzgado, los pades recuerdan que la niña fue escolarizada en dicho centro en el curso 2012-2013 cuando ya empezaron hacia ella “comportamientos de índole vejatoria e incluso en ocasiones violenta” por parte de compañeros, relata la denuncia. Le introducían arena del patio en su ropa interior, sufría “aislamiento” por parte de sus compañeros e incluso llegaban a pegarle para que no jugara con ellos. En el centro hicieron que la menor permaneciera en clase a la hora del recreo. Ese fue durante una época su “refugio”, al igual que lo fue la biblioteca durante ese tiempo de esparcimiento, aunque el colegio prohibió su uso en el recreo. El pasado octubre “la situación pasó a ser insostenible” y la niña empezó a tener graves incontinencias de orina y heces por el día así como pesadillas recurrentes por las noches que le llevaron al citado recorrido hospitalario y psicológico, una vez descartada la existencia de desencadenantes físicos.

La solicitud de cambio de centro para el próximo curso, registrada el 30 de marzo dentro del proceso ordinario de escolarizacion, no tuvo la respuesta esperada y no consiguió plaza. Sus padres, en aquel momento, esperaban que la situación se recondujera en la parte final del presente curso pero no fue así, a su juicio, y acudieron a un procedimiento extraordinario de admisión. “Lo antes posible”, clamaban sus progenitores en la propia solicitud. Finalmente, la Junta ha accedido al cambio de colegio. Los padres ya se han reunido con la dirección del mismo y se muestran bastante esperanzados en que la situación varíe y la niña pueda ir al colegio con normalidad.

Este periódico ha intentando en varias ocasiones conocer, sin lograrlo, qué opina acerca de este caso el colegio donde estudiaba la menor. La única versión oficial que ha podido conocer eldiario.es/andalucia es la mencionada carta de la directora en respuesta a una previa de los padres, dirigida desde el Instituto Andaluz para la Prevención del Acoso Escolar (IAPAE), donde explicaban con detalle su caso y concluían: “Nosotros todos estos años le hemos quitado importancia y hemos pensado que era cosa de niños, pero cuando nos comunicaron en el hospital que lo que la niña estaba viviendo le estaba afectando a su salud, nos dimos cuenta que no era normal lo que estaba pasando”.

“Mi niña es siempre el problema”

el problemaLa directora del CEIP les respondió a los padres que la Inspección era ya conocedora del caso y que estaba “siguiendo todos los pasos” para “recabar la información necesaria, aplicar las actuaciones pertinentes y concluir después del estudio del caso qué tipo de problema es el que está sufriendo la niña, y cuál es su origen”. La madre lamenta que, para todas las partes que han analizado la situación, su hija “es considerada siempre como 'el problema'” y que a ella misma la han dejado de lado desde que trascendió el caso entre los vecinos y el AMPA.

Por otra parte, el Consejo Escolar de Bormujos, presidido por el alcalde, con quien también se reunieron en su momento los padres de la niña, emitió el pasado 30 de mayo un dictamen donde condenaba un comentario del IAPAE desde su perfil de Facebook en el que alertaba del caso, respondido días después por su director en la misma red social. “Que todos los centros escolares de un pueblo se hayan unido para denunciar a IAPAE y que todos los AMPA apoyen a una directora denunciada por unos padres me parece increíble y vergonzoso”, lamenta la madre de la menor.

Los padres, en cualquier caso y a la espera del recorrido judicial del asunto, solo esperan ya que su hija pueda empezar Primaria en septiembre en “un ambiente nuevo y que ella sienta como seguro” para que “comience a trabajar la superación de traumas de agresión”, como sugería su informe psicológico.

Etiquetas
stats