CCOO pide al Hospital Virgen del Rocío la “anulación” de los nombramientos del director de Salud Mental y de la subdirectora, su pareja

Fachada del Hospital Virgen del Rocío

Lucrecia Hevia / Javier Ramajo

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El nombramiento de Jacqueline Mayoral como subdirectora médica para coordinar la Unidad de Gestión Clínica del servicio de Salud Mental del Hospital Virgen del Rocío causó la semana pasada “sorpresa” entre el personal sanitario y críticas sobre un proceso que, para el Sindicato Médico es a todas luces “irregular”.  Mayoral ha accedido al puesto a través del “registro de directivos”, explican en el SAS, con la particularidad de que es la pareja del actual jefe de servicio de dicha unidad, Benedicto Crespo-Facorro. Ahora, la sección de sanidad y sectores sanitarios de CCOO Andalucía ha dado un paso más y ha pedido, en una carta dirigida a la gerencia del Virgen del Rocío, la “anulación” de los dos cargos: el contrato de Mayoral y de Crespo-Facorro, para nombrar un nuevo director. 

Argumentan su petición en que Crespo-Facorro ha solicitado la ocupación de esta subdirección por “sus múltiples ocupaciones como profesor de la Facultad de Medicina e investigador principal del IBIS”. Hasta ahora, explican, “ha bastado un director para dirigir la Unidad de Gestión Clínica”. “Si sus múltiples tareas” no le permiten dirigir “no nos parece lógico que siga siendo director de la misma cobrando los emolumentos correspondientes - 76.000 euros al año” que “solo se justifica por el desempeño efectivo de las tareas de dirección”. Desde CCOO no comprenden que “la salida” sea nombrar una subdirectora que realice sus tareas. “Lo normal sería nombrar a un director” nuevo.

En el sindicato les preocupa, no sólo la necesidad o conveniencia de hacer ese nombramiento, si no “la persona elegida”. “En pleno siglo XXI, traer una persona de fuera, sin experiencia conocida en cargos de dirección de instituciones sanitarias, que no conoce los servicios que supuestamente va a dirigir, ya es difícil de explicar. Que se trate además de la pareja del director (...), nombrada sin ninguna convocatoria pública, es sencillamente inadmisible”. Califican este nombramiento “superfluo”, “despilfarrador” (cobra entre 52.000 y 57.000 euros al año) y “éticamente inadmisible”.

Por estos motivos, CCOO a solicitado que se anulen ambos contratos y se nombre una nueva dirección de la Unidad de Gestión Clínica que “tenga tiempo de atender las tareas de dirección”.

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