Adobo, luces de feria y cajones flamencos: Sevilla da la talla y deja para la historia la edición más andaluza de los Grammy Latinos

Alejandro Sanz actuando durante la gala de los Latin Grammy celebrada en Sevilla

Sara Rojas / Lucrecia Hevia

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Flamenco, mantones de Manila, abanicos, salmorejo, tortilla de patata, adobo, camareras con la flor en el pelo. A la 24ª edición de los Grammy Latinos no le ha faltado un perejil, pues se ha concebido para rendir homenaje de principio a fin a Andalucía, la tierra que ha acogido una cita histórica de estos premios, por ser la primera que se celebra fuera de Estados Unidos. “La tierra de Machado, de Picasso, de Turina, de Federico García Lorca, de Paco de Lucía y de tantos otros”, ha reivindicado Antonio Banderas al inicio de la noche más importante de la música latina para dar la bienvenida al público y defender, a su vez, la comunidad que lo vio nacer como “una tierra muy fértil para la creación artística”.

Por algo Rosalía ha inaugurado el ciclo de actuaciones de la velada cantando por Rocío Jurado con Se nos rompió el amor. Desde ese momento, la ceremonia ha seguido derrochando cultura andaluza por los cuatro costados, de la mano de otros embajadores de la música hispana como Alejandro Sanz, que ha interpretado en el sevillano Palacio de Congresos (FIBES) su legendario Corazón partío, acompañado de un cuerpo de baile marcado por el flamenco (taconeo, palmas y abanicos incluidos).

A pesar de lanzar guiños a Andalucía y a sus referentes durante la gala, esta edición de los Latin Grammys ha conservado su carácter transfronterizo. Eso sí, la temática andaluza ha vertebrado los preparativos que han envuelto la celebración y no ha captado la televisión. Por un lado, los invitados han accedido al auditorio al ritmo de los cajones flamencos que flanqueaban la entrada y, una vez dentro, se han encontrado con su particular feria montada para el evento, en la que no ha faltado el alumbrado ni las pseudocasetas que ofrecían adobo, salchichón ibérico y croquetas, entre otros productos típicos de la gastronomía andaluza.

Elogio en el FIBES, indignación en la calle: “No se puede ver nada”

Sin embargo, mientras que en el interior del auditorio los invitados elogiaban a la ciudad hispalense por haber sido capaz de organizar un evento de este calibre, en la calle, a poco más de 100 metros del FIBES, crecía la indignación. Cientos de fans se habían desplazado desde diferentes puntos de la provincia y de la comunidad con la ilusión de ver a sus ídolos de cerca, pero se encontraron con que el dispositivo policial desplegado en pro de garantizar la seguridad de artistas, políticos y futbolistas impedía que la población pudiera ser partícipe de la gala. “Es una pena, no se puede ver nada”, comenta Soray, una madre que acompañaba al grupo de amigas de su hija en la aventura de formar parte de una cita histórica que se terminó viendo frustrada por la propia organización, según lamentaban.

Lo cierto es que al otro lado de las vallas situadas a una distancia prudencial respecto al edificio en el que se desarrollaba la gala, la emoción del inicio se tornó rápidamente en un sentimiento generalizado de “decepción” e “indignación”. Eso es lo que trasladaban los propios asistentes a SevillaelDiario.es, criticando que “para una vez que hay algo importante en Sevilla, no nos dejan ver nada”. Nieves, otra de las mujeres que había permanecido horas agolpada junto a las vallas a cambio de nada, se confesaba “indignada” y arremetía también contra la organización.

Junto a los fans que se resistían a abandonar sus puestos por si finalmente se dejaba ver el rostro de algún famoso, al caer el sol, se empezó a congregar un grupo de manifestantes envueltos en banderas de España (algunas sin escudo y otras con el águila franquista). El objetivo de esta convocatoria era aprovechar la repercusión mediática e internacional de la cita cultural para protestar contra la amnistía y contra el recién investido presidente, Pedro Sánchez, en la línea de las movilizaciones que llevan día desarrollándose en el entorno de la sede del PSOE en Madrid. A diferencia de los episodios violentos que se han registrado en Ferraz, esta concentración se ha saldado sin incidentes reseñables. Lo curioso ha sido que mientras los manifestantes insultaban al líder del PSOE y pedían “prisión” para Puigdemont, buena parte de los fans que se situaban en frente replicaban las consignas, coreando “hoy no es el día” o directamente “fuera de aquí”.

El flamenco como protagonista

En cualquier caso, la gala dio comienzo poco después, ajena a lo que sucedía en el entorno. Pronto comenzaron “los momentos Grammy”, la entrega de premios y las sorpresas que anunciaron desde el comienzo los conductores de esta edición, el colombiano Sebastián Yatra, la mexicana Danna Paola, la puertorriqueña Roselyn Sánchez y la sevillana Paz Vega.

Precisamente, la intérprete que ha actuado como embajadora de Sevilla en la ceremonia entregó junto al también andaluz David Bisbal el galardón al Álbum Música Flamenca, uno de los más especiales de esta edición, pues su fecha ha coincidido con el día que la Unesco declaró como Día Internacional del Flamenco. “El flamenco es la música española que más se escucha en el mundo, más que un género, es una forma de vivir”, defendió el cantante almeriense antes de anunciar que Niña Pastori era la ganadora de esta categoría por su disco Camino.

Durante su intervención, la gaditana se mostró emocionada por haber subido a recoger el premio inmediatamente después de que los presentadores nombraran a algunos de los “maestros” del flamenco como Camarón, Lola Flores o Enrique Morente. “Grandes artistas que han hecho que el flamenco esté hoy donde está”, aseveró Niña Pastori desde la pasión.

Otro momento para el recuerdo lo protagonizó la Persona del Año de esta edición, Laura Pausini, quien se reivindicó como “la italiana más latina del mundo”, después de que Karol G le entregara la distinción con la que la Academia Latina de la Grabación reconoce su trayectoria profesional y su firme compromiso social. La cantante italiana logró poner en pie a todo el patio de butacas y recibió una larga ovación después de manifestar: “No es necesario tener la misma sangre cuando creces con alguien que es tu misma familia, los latinos son mi familia”.

Entre las sorpresas de la noche, destacó precisamente la actuación de Rauw Alejandro cantando por Laura Pausini o la de Eslabón Armado y Peso Pluma interpretando Ella baila sola por primera vez juntos en un escenario. También ha emocionado y arrancado el aplauso del público escuchar el tema Granada del compositor mexicano Agustín Lara en la voz de Andrea Bocelli.

En definitiva, una noche en la que se ha reivindicado el poder de la música para trascender fronteras y el poderío de Andalucía para ejercer de anfitriona y poner el talento andaluz en el foco internacional.

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