El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla nombra como subdirectora de Salud Mental a la mujer del director ante la “sorpresa” de los sanitarios

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Javier Ramajo

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“Sorpresa” y “extrañeza” ha causado en el área de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla el nombramiento de una subdirectora médica para coordinar la Unidad de Gestión Clínica. Se trata de Jacqueline Mayoral, esposa de Benedicto Crespo-Facorro, jefe de servicio de dicha unidad. El Sindicato Médico, que no entra en la relación personal entre ambos profesionales, denunció hace unos días su designación como una de las tres “irregularidades” observadas en la cúpula directiva del hospital, que defiende el nombramiento de Mayoral y el de los otros dos compañeros aludidos por el Sindicato Médico (Rosario Amaya, subdirectora médica del hospital, y Daniel Díaz, subdirector médico del Hospital de Rehabilitación y Traumatología y subdirector médico del Área Quirúrgica).

En un correo electrónico dirigido a los coordinadores del área de Salud Mental, Crespo-Facorro les notificaba que la gerencia y dirección médica del Hospital Virgen del Rocío habían creado una plaza de subdirección médica para salud mental a petición de él mismo, por la carga de trabajo que mantiene según su argumentación, y que se había nombrado para ocuparla a Jacqueline Mayoral, obviando que se trataba de su esposa. Según las fuentes, la gerencia del hospital iba a crear varias subdirecciones en distintas especialidades dentro del plan funcional del centro y Crespo solicitó que se creara una en salud mental, la cual le concedieron.

Crespo-Facorro es catedrático de Psiquiatría de Medicina en la Universidad de Sevilla, director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Virgen del Rocío, y además investigador del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS). El jede de servicio de la unidad argumentaba en la comunicación a los psiquiatras coordinadores que el motivo principal para solicitar la asignación de una subdirección médica era la carga de trabajo que venía asumiendo, que las fuentes consultadas reconocen pero que también ponen en relación con sus responsabilidades en otros puestos, en concreto en el IBIS y en la Hispalense. Antes fue profesor de Psiquiatría en la Universidad de Cantabria, de donde procedía.

Tras conocerse a través del propio Crespo-Facorro el nombramiento de la subdirectora de la Unidad de Gestión Clínica, antes de trascender que era su esposa, las preguntas circulaban entre los profesionales psiquiatras del Servicio Andaluz de Salud (SAS). “¿Cómo de pronto una Subdirección Médica para alguien de fuera con todo el personal que hay aquí en la Unidad de Gestión Clínica?”, se preguntaron muchos según las fuentes consultadas, que se hacen eco del “malestar” generado por el nombramiento “de una persona a la que no conocemos de nada, que además resulta ahora que es su mujer y que además no pertenece al Servicio Andaluz de Salud”. Mayoral, como informó Diario de Sevilla, efectivamente no aparece inscrita en la última actualización de la bolsas únicas del SAS en la rama de Psiquiatría.

Para “reforzar la asistencia sanitaria”

Según el Sindicato Médico, se trata de “un puesto directivo nuevo, que no figura en la plantilla orgánica y que habría sido creado por un órgano manifiestamente incompetente, la dirección gerencia, y cuyo desempeño habría sido encomendado a la Dra. Mayoral sin respetar el procedimiento reglamentario y sin publicación en el BOJA”. “De hecho, todo el procedimiento se ha llevado a cabo sin publicidad, por lo que profesionales interesados y con méritos más que suficientes para ocuparlo no han podido optar a él. En cualquier caso, no están claras cuáles van a ser las competencias de este nuevo cargo directivo, más allá de las llevadas a cabo por el jefe de servicio de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental, ocupada por el Dr. Benedicto Crespo”, dijo el Sindicato Médico en un comunicado.

Fuentes del Hospital Virgen del Rocío explican a este periódico que el área de Salud Mental “es un área compleja por la dispersión de sus recursos materiales en distintas áreas de la ciudad de Sevilla y en distintos niveles asistenciales”, indicando que los equipos de atención primaria y especializada “trabajan conjuntamente”. En concreto, según la información facilitada por el hospital, el área integra la Comunidad Terapéutica de Salud Mental Virgen del Rocío-Los Bermejales; la Comunidad Terapéutica de Salud Mental Virgen del Rocío-Santa Clara; el Hospital de Día de Salud Mental Virgen del Rocío; las unidades comunitarias Este (C.P.E. Dr. Fleming), Guadalquivir, Mairena del Aljarafe, Oriente (Sevilla Este), Sanlúcar la Mayor, Sur, y las unidades de Hospitalización de Salud Mental San Lázaro y Virgen del Rocío; la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental Virgen del Rocío; y la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil Virgen del Rocío.

Según abundan, “se ha redactado un ambicioso plan de reestructuración de este área para optimizar toda esta infraestructura y el personal que presta asistencia integral al paciente con problemas de salud mental”. Basándose en ello “se ha decidido utilizar una subdirección médica vacante para coordinar toda el área de Salud Mental”, explicando que el nombramiento de Mayoral, “especialista en Salud Mental con una brillante trayectoria académica y laboral en este campo, ha sido conforme al procedimiento normativo del SAS para los contratos de alta dirección. No se trata, por tanto, de un cargo de nueva creación”.

“Teniendo una subdirección médica vacante, la dirección del hospital ha decidido reforzar la asistencia sanitaria de este área y ha recurrido al registro de directivos previsto en el Decreto 75/2007, de 13 de marzo de 2007, por el que se regula el sistema de provisión de puestos directivos y cargos intermedios de los centros sanitarios del SAS. Y, tras analizar el perfil de todos los candidatos inscritos que poseen una declaración de idoneidad por la Dirección General de Personal del SAS, ha resultado que Jacqueline Mayoral tiene el perfil más adecuado para ostentar este puesto”, detallan desde el hospital, que concluye que la publicidad de este procedimiento “también se ha efectuado según el artículo 6.6 de este Decreto”, que se basa en otro anterior (Real Decreto 1382/1985, de 1 de agosto, que regula la relación laboral de carácter especial del personal de alta dirección).

Las mismas fuentes explican que en el citado registro de directivos existen personas con plaza fija del SAS y otras personas que no pertecen al SAS, incluso que puedan venir de fuera, con distintos procedimientos a seguir para su incorporación según se trate de uno u otro caso. El caso de Mayoral, según explican las fuentes, es el segundo, ya que viene “de fuera” y se ha seguido con ella “el procedimiento establecido para un contrato de alta dirección, como personal que no está trabajando en el SAS y que, además, no requiere de publicidad por no tener plaza fija en el SAS. Así lo dice la norma”, concluyen las fuentes.

Otras “irregularidades”

Según denunció el Sindicato Médico, “los procedimientos legales para la elección de cargos directivos e intermedios siguen siendo ignorados sin pudor. En lugar de premiar la capacidad y el esfuerzo de los profesionales, en nuestros centros se sigue accediendo a los puestos de responsabilidad por medios opacos, ideológicamente sesgados y fraudulentos en el fondo y en la forma”.

El sindicato consideró que el nombramiento oficial de la actual directora médica del hospital, Rosario Amaya, “no ha sido publicado en el BOJA”. Además, advierte de que la doctora Amaya, “a la vez que desempeña ese cargo, ostenta el de directora de la Unidad de Cuidados Intensivos del mismo hospital, a pesar de que una persona no puede ocupar simultáneamente dos puestos públicos”.

Dentro del mismo equipo directivo, el doctor Daniel Díaz, señala el sindicato, “ejerce desde hace semanas los cargos de subdirector médico del Hospital de Rehabilitación y Traumatología y de subdirector médico del Área Quirúrgica, y como en el caso anterior, estos nombramientos, que tampoco han sido publicados en el BOJA, no se han ajustado al procedimiento legalmente establecido”.

El sindicato también destaca otras irregularidades en este ámbito. “El doctor Díaz no puede desempeñar estos cargos 'en funciones', como sostiene el gerente del SAS, pues, en primer lugar, esta figura no se contempla para puestos directivos y, en segundo, uno de ellos sería de nueva creación”. Añade el SMS que el citado facultativo “realiza una actividad médica privada, lo que supondría una grave irregularidad, ya que el art. 3.2 del Decreto 75/2007 establece que el ejercicio de cargos directivos exige dedicación exclusiva”.

Medidas “de carácter inmediato”

El hospital ha emitido un comunicado donde explicaron que las acusaciones del sindicato “carecen de validez legal” y que, ante la crisis sanitaria, “se han tenido que tomar medidas de carácter inmediato”. Así, Rosario Amaya Villar “ostenta el nombramiento de directora médica del hospital y está así suscrito por la Dirección Gerencia del SAS con fecha 18 de noviembre de 2019”, lo que responde al procedimiento descrito en el Decreto 75/2007, de 13 de marzo del 2007, por el que se regula la provisión de puestos directivos y cargos intermedios de los centros sanitarios del SAS, siguiendo los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad.

“La publicación del nombramiento de Amaya Villar en BOJA se trata de un acto administrativo que no afecta a su validez, de acuerdo con el artículo 39.1 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del procedimiento administrativo Común de las Administraciones Públicas. De este modo, es efectiva desde su toma de posesión, por lo que ejerce como directora médica del centro a todos los efectos desde que el 25 de noviembre del año pasado tomó posesión de su cargo”.

“La pandemia ha supuesto una crisis sanitaria en la que se han tenido que tomar medidas de carácter inmediato. En ese contexto, la doctora Amaya Villar ha asumido la coordinación y la organización de la Unidad de Cuidados Intensivos por ser clave en la gestión sanitaria de este problema de salud pública y afectar al trabajo del resto de profesionales del hospital. De hecho, los buenos resultados asistenciales logrados en este área han sido cruciales para la recuperación posterior de los pacientes en la planta, su alta definitiva y curación”, defiende el hospital.

Al respecto, esgrime el hospital que la doctora Amaya Villar “es especialista en Medicina Intensiva y suma más de 20 años de experiencia en la atención de los pacientes críticos. Además, ha liderado junto a la gerencia del hospital el Plan de Contingencia del Virgen del Rocío, en el que se señalaba la gestión de su Unidad de Cuidados Intensivos y las Urgencias como piedra angular del proceso de asistencia a las personas contagiadas que se encontraban en una situación de salud muy grave”.

“Esta gestión de la pandemia ha requerido el apoyo y refuerzo por parte de otros profesionales de referencia en otros ámbitos. Por ello, Daniel Díaz, facultativo especialista de Cirugía General y Aparato Digestivo, ha asumido funciones provisionales de coordinación del área quirúrgica al encontrarse vacante esta dirección cuando se decretó el estado de alarma. En todo este tiempo, está a disposición del equipo directivo desarrollando tareas de coordinación de recursos sin percibir retribución complementaria, hasta que se provea por el procedimiento establecido en el capítulo II del Decreto 75/2007 anteriormente mencionado el puesto de Subdirector Médico del Área Quirúrgica”, concluyó la dirección del centro.

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