El campo aragonés pide poner cupo a las importaciones en su mejor campaña de cereal en 30 años
Estamos ante una de las mejores campañas de cosecha de cereal aragonés registrada en tres décadas. La anterior data del año 2020, cuando se cosecharon casi 3 millones de toneladas, sentando un precedente en la comunidad. La de 2025 deja una cifra que supera los 3,1 millones de toneladas recogidas de cereal de invierno, principalmente cebadas y trigos. Los rendimientos finales de producción señalan más de 4 toneladas por hectárea en cebada y otras tantas en trigo blando.
En Huesca se han alcanzado las 1.439.088 toneladas y en Zaragoza 1.188.105, mientras que Teruel es el territorio donde el incremento ha sido más destacado alcanzando las 506.150 toneladas, una cifra importante teniendo en cuenta que “en los dos últimos años no se llegó a 150.000”, apunta Luis Gazol, técnico de Red Arax. La sequía estuvo detrás de las malas campañas de 2023 y 2024, debido a que muchos campos se quedaron sin cosechar por no haber nascencia causada por la falta de agua en los cultivos.
Respecto a la campaña de 2024, la de este año apunta un incremento del 60,8 por cierto, unas cifras que, sin embargo, desde el CTA -Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón- explican que “no son comparables porque la escasez de precipitaciones marcó mucho las últimas campañas”, aunque reconocen que son datos para celebrar, tal y como asegura Miguel Gutiérrez, jefe de Cultivos Herbáceos del CTA.
Este año las condiciones climatológicas han sido buenas para el campo aragonés. A pesar de que las altas temperaturas registradas durante el mes de junio provocaron que la cosecha se tuviera que adelantar, sobre todo en las zonas más frías donde se suele cosechar hasta un mes más tarde que en el resto de Aragón, los rendimientos por hectárea “no se han visto afectados”, apunta Gutiérrez. Las heladas en el momento adecuado “durante el parón hibernal de la semilla”, y las lluvias de principios de primavera sin duda “han favorecido el buen desarrollo en las fases de ahijado, encañado, espigado e incluso en el llenado del grano”, añade.
Sobre la rentabilidad de estos cultivos para los profesionales de la agricultura hay que mirar la tabla de precios. En la actualidad el precio que se paga por el cereal ha subido entre 25 y 30 euros en el mes de octubre, llegando a unos 200 euros por tonelada. “Es poco, pero hay movimiento y las expectativas son de que siga creciendo”, espera Miguel Gutiérrez, que recuerda que “el mercando mandará”.
El secano se recupera mientras que los ensayos aportan información de valor
En Aragón el cereal ocupa 780.403 hectáreas. El 75% del cereal de invierno se cultiva en secano, y esta campaña, se ha comportado “tan bien” como los regadíos, haciendo que los profesionales del sector elijan la palabra “excepcional” para calificarla. “Apenas ha habido diferencias ente secano y regadío”, asegura Jesús Abadías, responsable de Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón que ha presentado el dosier del cereal de invierno 2024/2025 de Red Arax -Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas-.
Este organismo, que actualmente es la plataforma de cultivos extensivos “más importante del territorio”, ha desarrollado 136 ensayos a lo largo de 2025 en 7.000 parcelas de diferentes cultivos: cebadas de invierno y primavera, trigos blandos de invierno y primavera, trigos duros, avenas, triticales, centenos híbridos o colza.
Las pruebas permiten recoger datos para conocer el comportamiento de los cultivos de los que conocen “con exactitud qué variedad está sembrada en cada lugar”, explica Luis Gazol, técnico de ARAX, encargado de las pruebas, además de “testar la campaña en cada zona agroclimática”, añade Miguel Gutiérrez. El objetivo: mejorar la eficiencia de los cultivos extensivos, especialmente en secano.
Reimplantar aranceles e instauración de cupos para equilibrar las importaciones de cereal
Aunque los graneros aragoneses están llenos este 2025, las importaciones de cereal siguen aumentando cada año. En el año 2020, España importó de Ucrania 3.985.000 toneladas de materias primas por valor de 946 millones de euros. En 2024, con una sequía que azotó a la producción aragonesa y al resto del país, las importaciones alcanzaron 11.349.000 toneladas, con un valor de 2.974 millones de euros.
“Desde la retirada del arancel en 2022, las importaciones se han disparado, agravando la presión sobre los productores nacionales”, denuncian desde la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Aragón. Una situación que para la organización agraria “ha provocado un desplome de los precios en origen”, por ello alerta sobre la grave situación que dejan estos hechos a los cerealistas en Aragón y en España. La organización responsabiliza directamente a la avalancha de cereal importado, “principalmente procedente de Ucrania”, de poner en peligro “la viabilidad de miles de explotaciones familiares”, calificando este escenario de “emergencia”.
La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA) hace un llamamiento a las autoridades nacionales y las europeas para que actúen de manera “inmediata y coordinada” y exige medidas urgentes para proteger a los cerealistas aragoneses, incluyendo la reimplantación de aranceles y la instauración de cupos que regulen la entrada de grano extranjero.
La mirada en este momento está puesta en el maíz, todavía en el campo y pendiente de ser recogida. Se espera que tanto la cantidad como la calidad también registren cifras de récord en el que es uno de los productos que más gasto de producción exige.
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