El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
No lo habrán visto en las noticias y quizás sí hayan podido leer algo al respecto en los artículos escritos de forma tímida y tangencial en la prensa escrita aragonesa. Pero, a lo mejor, les interesará saber que tenemos la Comunidad Autónoma intervenida por Hacienda. Montoro ha decidido castigar a Aragón por su retraso con los proveedores, uno de los mayores problemas de liquidez que arrastra nuestra comunidad ya desde los tiempos de Rudi pero que con el cambio de gobierno y las medidas integradas por Podemos se convierte en insoportable para el Ejecutivo Estatal. Este asunto ha pasado tan de puntillas que ni el propio Lambán quiso comparecer en el pleno de la pasada semana. Pleno que además contó con la ausencia destacable del consejero de Hacienda, el señor Gimeno. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Montoro ha decidido tratar a Aragón como Merkel trata a España, el ciclo del abuso traducido a la macropolítica. Si esa noche de verano de 2011 PSOE y PP se pusieron de acuerdo al calor de la austeridad en aprobar la reforma express de la Constitución para pagar la deuda de la manera más bruta, por encima de todo lo demás, esta primavera en Aragón tienen sus desavenencias cuando el gobierno de Rajoy decide intervenir al de Lambán con la misma excusa del control presupuestario. Podríamos verlo como una pelea de Montoro contra Gimeno, pero aquí el problema no tiene las bases en las diferencias entre un partido y otro, si no en las coincidencias entre estos. El acuerdo del austericidio como la mayor unión entre PSOE y PP es el quid de la cuestión. El sistema de austeridad llevado hasta sus últimas consecuencias al aplicar estas retenciones convierte en papel mojado la autonomía en materia de Hacienda en Aragón. Autonomía cantada y defendida por otros papeles -estatutos de autonomía y la propia Constitución- que si se esfuerzan en indicar como sagrados en otros contextos. Solo recordad la “heroicidad” de Lamban cuando hablamos de los bienes de la franja como símbolo de su acérrima defensa de los derechos de Aragón. A ver qué pasa cuando de símbolos pasamos a dineros pero en vez de enfrentarse a la comunidad maldita de Cataluña lo hace contra el Estado.
Tras aprobar los presupuestos de la comunidad sin mayores problemas con la Hacienda estatal, tanto Montoro como Gimeno ven que la solución al descuadrar las cifras del déficit es recortar rápidamente y apretarles las tuercas a los más débiles, ya sean éstos Aragón, los proveedores o las partidas de sanidad. Aunque la salida más acertada sería dejar de gobernar y hacer política exclusivamente centrados en el pago de la deuda de la manera que se desea en el despacho de Merkel, hay otras cosas que a corto plazo podrían realizarse hoy mismo. El gobierno central podría desbloquear el nuevo fondo de liquidez autonómica como primer paso hacia un nuevo sistema de financiación, una auditoría funcional de nuestra administración y un sistema de contrataciones de la administración renovado. Medidas que no han sido planteadas por ninguno de los dos partidos que hoy por hoy escenifican una reyerta de enamorados.
En esta pequeña pieza de opinión no me pongo del lado de ninguno de ellos, cada cual que se haga su propia defensa, si no que critico las propias políticas que nos llevan a estas situaciones. Cuando los dirigentes políticos se ven abocados a elegir entre financiar servicios como la sanidad o la educación o reducir el periodo de pago medio a proveedores, no hay que cuestionar la elección si no el sistema que te obliga a elegir entre miserias.