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El fenómeno Casademont Zaragoza: el equipo femenino de baloncesto bate récords de audiencia y desata el furor

La plantilla, el equipo técnico y la directiva del club de baloncesto Casademont Zaragoza Femenino celebran su victoria desde el balcón del Ayuntamiento, a 3 de abril de 2023

Antonio Ibáñez

3 de abril de 2023 22:54 h

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Hacía 19 años que la plaza España de Zaragoza no se llenaba para festejar un título deportivo. Una ciudad acostumbrada en el pasado a celebrar hazañas de sus equipos ha vibrado este fin de semana con un grupo de jóvenes deportistas que conquistaron la copa de la Reina de baloncesto. La hazaña se desató y una disciplina deportiva que hasta hace poco era minoritaria y pasaba prácticamente desapercibida en la opinión pública y los medios especializados se ha convertido en un fenómeno sociológico que ha disparado las audiencias televisivas, ha provocado un aumento de las licencias federativas y la práctica de este deporte y ha conquistado el corazón de muchos aragoneses. Había un precedente en una ciudad donde se respira baloncesto por los cuatro costados y ya se tiene constancia de que se practicaba hace más de 70 años: el Banco Zaragozano conquistó una copa de la Reina en 1990, pero ese equipo desapareció pocos años después y hasta hoy no se había vuelto a vivir con tanto entusiasmo la pasión por este deporte.

La victoria de Casademont Zaragoza en la final llevó irremediablemente a acordarse de una de las estrellas de aquel equipo que ganó ese mismo título 33 años antes: Pilar Valero, jugadora mítica recientemente fallecida y a la que se ha homenajeado estos días. El dorsal de su camiseta ya cuelga en el techo del pabellón para perpetuar su memoria.

El Casademont Zaragoza jugó la fase final de la copa en casa, en el pabellón Príncipe Felipe. Había un ambiente generalizado de euforia que las convertía en favoritas, aunque era más una ilusión que una certeza, ya que ante sí jugaban equipos de mayor presupuesto y nivel Euroliga. Aun así, arropadas por un pabellón que ya ostenta el récord de asistencia a un partido de baloncesto jugado por mujeres, con 10.800 espectadores en la final, lograron vencer a equipos del potencial del Araski alavés, el Valencia y, en la final, al todopoderoso Perfumerías Avenida de Salamanca. Una hazaña impensable hace tan solo tres años, cuando el club Basket Zaragoza 2002 y su principal patrocinador, el Casademont del fragatino Grupo Costa, apostaron por abrir una división de baloncesto femenino tras alcanzar un convenio con el Stadium Casablanca.

Hasta entonces, los partidos de baloncesto femenino eran semiprofesionales y la afluencia de espectadores minoritaria. Tan solo tres años después, la asistencia media de algunos partidos ha superado los 4.000 espectadores y en algunos casos se ha aproximado a la asistencia de la liga ACB masculina, algo muy excepcional. Además, el baloncesto es el deporte más practicado en Aragón por mujeres, donde ya acumulan más del 40% de las licencias federativas, algo que no se da en ninguna otra disciplina deportiva. De las aproximadamente 15.000 personas que practican baloncesto federado, más de 6.000 son mujeres. Y la cifra va aumentando.

El propio presidente de la Federación Española de Baloncesto, Jorge Garbajosa, se felicitaba en los micrófonos de Aragón Radio el pasado domingo por la organización de este campeonato en la ciudad y la entrega absoluta de los ciudadanos durante los cuatro días de competición. En todos los partidos celebrados se ha superado el registro de espectadores respecto a otras citas coperas, como la del año pasado, que reunió a 5.000 espectadores frente a los 10.800 de la final del pasado domingo.

La apuesta del Casademont por el baloncesto jugado por mujeres empezó de forma modesta, pero en tan solo tres años se ha consolidado un proyecto ambicioso que empieza a dar resultados deportivos. Con un conjunto de deportistas en las que se aúna experiencia contrastada con jugadoras nacionales en crecimiento y un cuerpo técnico, comandado por Carlos Cantero, que ha creado un grupo que contagian alegría y rasmia, dos palabras que gritan colectivamente antes de cada partido. La comunión con el público es total y con toda la ciudad. Todos los grupos municipales tardaron 24 horas en acordar por unanimidad que sean las próximas pregoneras de las fiestas.

El club está haciendo un esfuerzo económico importante para consolidar un proyecto que el próximo año está invitado a jugar la Euroliga, la máxima competición del baloncesto en Europa, en la que participan 16 de los mejores equipos del planeta. Esto requerirá un plus presupuestario de un equipo que cada año tiene que hacer equilibrios y que cuenta también con ayudas públicas que rondan los 200.000 euros.

La apuesta de la radiotelevisión autonómica

Ha habido otro factor clave que explica parte del éxito social de un equipo, más allá de que su juego y sus victorias hayan atraído a un buen número de personas a las canchas: la apuesta de la radiotelevisión autonómica por el baloncesto. Desde que se creó el equipo, ha habido una entrega total por parte de la dirección y la plantilla de deportes del ente público con la retransmisión de los partidos, programas especiales y la difusión en canales de internet y redes sociales. Desde entonces, lideran la audiencia todos los domingos y el partido de la final dio unos datos espectaculares, con casi un 27% de share. Una cifra altísima que no suelen dar ni los programas de prime time de las principales cadenas españolas. La satisfacción es total en la cadena y en el club, que ha conseguido enganchar a la gente con un deporte en constante crecimiento.

Estas jugadoras parecen no tener límites. Tras las recepciones oficiales y los actos festivos, vuelven a concentrarse para disputar la recta final de la liga. Ahora soñar parece más fácil, y hay quien piensa ya en disputar el título liguero. Tienen la fuerza de la ilusión y saberse respaldadas por miles de personas que han conseguido enamorarse, gracias a ellas, de un deporte que hasta hace muy poco parecía que solo tenía un aliciente deportivo, mediático y social en su categoría masculina. Las mujeres del Casademont se han empeñado en romper un nuevo techo de cristal. Y ya son el espejo de muchas niñas que, ahora mismo, están botando una pelota mientras sueñan con parecerse algún día a Helena Oma, Vega Gimeno, Leo Fiebich, Mariona Ortiz, Lara González, Carmen Grande, Serena-Lynn Geldof, Imani Tate, Markeisha Gatling, Davinia Ángel o a Gracia Alonso de Armiño

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