La Escuela Waldorf Munay de Zaragoza defiende que han colaborado con las autoridades “desde el primer momento”

Las dos fundadoras de la Escuela Infantil Waldorf de Zaragoza, Karen O. y Andrea C., han hecho público este martes un comunicado tras las informaciones aparecidas sobre la detención de un trabajador por presuntas agresiones sexuales a niños del centro privado. En el documento, defienden que han colaborado con las autoridades “desde el primer momento” y aseguran que viven los hechos denunciados “con sorpresa y responsabilidad”.

Karen y Andrea –así suscriben el comunicado– dicen reafirmar su “profundo compromiso con el respeto a la infancia, la legalidad y el bienestar de las familias y niños”. En relación con la denuncia, califican de “inesperada” su publicación. Aseguran que “desde el primer momento” se comunicaron con las familias “para informar lo ocurrido y transmitir tranquilidad”.

A continuación aclaran que el trabajador detenido, ahora en libertad pero con la prohibición de acceder al centro -y para el que piden la “presunción de inocencia”-, “cumplía labores de apoyo como funciones de cocina, asistencia a las maestras tutoras y acompañamiento en actividades cotidianas”. “El centro ha colaborado activamente con las autoridades desde el primer momento y cuenta con protocolos de cuidado y supervisión que serán revisados y reforzados”, añaden.

Explican que fueron citados para declarar “sin conocimiento previo de los hechos” y que han “colaborado activamente con las autoridades desde el primer momento”.

En relación con las familias, las dos fundadoras de la escuela reconocen el “derecho de las familias a organizarse y expresar sus inquietudes” y proponen “encuentros o reuniones que permitan el acompañamiento emocional y transitar este momento delicado”.

Aseguran estar “comprometidas con la reparación y la aclaración”, aunque reconocen que ha sido un “impacto profundo”: “A lo largo de estos años, nuestra mirada a la infancia y a sus familias ha estado guiada por el respeto, la empatía y el compromiso humano”.

Karen y Andrea consideran que “algunas de las acciones y mensajes difundidos han buscado desprestigiar la imagen del centro”, pero dejan claro que no responderán “desde el ataque ni el desamor”.

Para terminar, lamentan “profundamente” no poder comunicarse con las dos familias denunciantes por “respeto por los tiempos judiciales”, pero indican que su “afecto y consideración hacia ellas permanecen intactos”.