Asturias, un “refugio climático” tras el verano con más turistas y crecimiento del empleo
Asturias se ha confirmado como un “refugio climático para miles de turistas” tras un verano caracterizado por las olas de calor que se vivieron en el resto de España, lo que derivó en un incremento del empleo en el sector, a pesar de que los incendios forestales tuvieron un impacto “negativo”, según el balance de la patronal OTEA.
La mayor afluencia de visitantes en los meses de julio, agosto y septiembre no se reflejó en un incremento equivalente en la ocupación hotelera, un fenómeno que la entidad atribuye a la proliferación de las viviendas de uso turístico, que también ha reducido el consumo en restauración.
Un buen verano
El presidente de Hostelería y Turismo de Asturias, José Luis Almeida, ha dicho, en la presentación del balance, que este ha sido un buen verano por la situación climática privilegiada de la región que tuvo un solo día de más de 40 grados de temperatura mientras que en el resto de España se registraron 16 días de olas de calor.
Almeida ha destacado que a pesar del buen balance general, el cierre de la Ruta del Cares y la suspensión de actividades de turismo activo por los incendios forestales en el suroccidente “representaron un grave perjuicio económico para los establecimientos que sufrieron cancelaciones y una percepción de inseguridad en parajes naturales”.
Incremento del empleo en hostelería
La hostelería asturiana ha cerrado el mes de agosto con 39.508 trabajadores, 691 más que el mismo mes del 2024, y en julio también creció llegando a los 39.315 aunque el número de autónomos “continúa bajando”.
OTEA ha señalado la falta de personal cualificado y las “altas tasas” de bajas laborales como un “lastre”, especialmente en el sector de la restauración, que impide ofrecer “el nivel de servicio deseado y reduce la productividad general”.
Almeida, que en la presentación del balance estuvo acompañado por los vicepresidentes de la entidad, Fernando Corral y Javier Martínez, ha destacado la calidad de la gastronomía, la capacidad de los alojamientos, el paisaje y temperaturas ambientales menos rigurosas que las de otros destinos, como factores que benefician a la región.
Los alojamientos
La ocupación de alojamientos fue del 82,62 por ciento en julio, un 92,45 por ciento en agosto y está siendo del 55,17 por ciento en septiembre, mientras que los campings llegaron a un 84 por ciento en julio, un 96 por ciento en agosto y un 40 por ciento en septiembre.
Se registró una “buena” ocupación en julio, con un ligero incremento respecto al año 2024, aunque el precio medio ha caído, excepto en el occidente donde los precios, y en el resto de las zonas el comportamiento ha sido similar al del año pasado.
El precio en hoteles
Agosto igualó los resultados del año anterior con un significativo incremento en el precio medio en hoteles, aunque con menos ocupación en la zona central.
La ocupación en hoteles ha sido similar a la del 2024 pero con una ligera caída en los precios, el turismo rural ocupó menos plazas pero a mayor precio y los campings tuvieron buenos resultados similares al verano del año anterior.
Las comidas y cenas
La hostelería tuvo en julio y agosto resultados similares a las del anterior verano con una pequeña subida en comidas y una leve baja en las cenas, con entre el 90 y el ciento por ciento de las mesas ocupadas.
OTEA ha destacado que la rentabilidad en hostelería “sigue siendo uno de los grandes problemas”, con menores beneficios que el pasado, según han revelado la mitad de los empresarios consultados en la encuesta del Observatorio de la entidad.
Falta personal especializado
Otro de los problemas señalados por la patronal son las dificultades para contratar personal especializado, una situación que afecta al 85 por ciento de las empresas, además de la cantidad de reservas que no se presentan.
También han señalado la incidencia que tienen los festivales y las fiestas de 'prao', especialmente en donde el descenso de la actividad hostelera ha sido estimada entre un 20 y un 30 por ciento, “por esa causa”.
El ocio nocturno “sigue arrastrando malos resultados” atribuidos al cambio de hábitos de los consumidores y a la “proliferación” de festivales, fiestas de barrio y otros eventos organizados por empresas privadas, según OTEA.
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