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Stop3tombs, la plataforma que destapa el maltrato a los caballos

Lucía Arana

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Los defensores de la celebración de los Tres Tombs -que aunque suena a 'tres tumbas' significa 'tres vueltas' en catalán- están muy enfadados con la plataforma Stop3tombs. Dicen a la activista que está detrás del proyecto que es una mentirosa, que la van a denunciar y que las fotos que publica están “sacadas de contexto”.

Resulta que Álex (nombre supuesto) lleva años documentando estos festejos en toda Catalunya y empezó a publicar en redes sociales en enero de 2023 bajo el perfil Stop3tombs. Su labor es hacer fotografías y vídeos, con el fin de mostrar a la sociedad la verdad de esta fiesta, enfocándose en el sufrimiento que supone para los animales participar en ella. Es curioso que moleste tanto la publicación de imágenes de una fiesta popular y abierta a todos los públicos que se hace, supuestamente, para ser admirada y difundida.

¿Quieren contexto? Pues vamos a aportar contexto. Con motivo de la festividad de Sant Antoni Abad, patrón de los animales, se empezó a llevar a estos a la iglesia para que fueran bendecidos y para pedir salud y buenas cosechas. Con el tiempo, la cosa fue degenerando, hasta llegar a la situación actual. Como no hay suficientes caballos para celebrarlo el mismo día, la salida se repite entre los meses de enero y junio durante unas 23 semanas al año en unos 150 municipios catalanes. Así, muchos caballos van de pueblo en pueblo, en lo que se ha convertido más en un circo ambulante que en un festejo 'por los animales'.

Contexto: los caballos son animales presas

A pesar de su imponente tamaño, vale la pena recordar que los caballos son herbívoros y animales presas, con todo lo que esto significa. No expresan dolor, no gritan. Son extremadamente sensibles a los ruidos, los olores, los movimientos. Su sentido del oído está muy desarrollado, con una gran percepción de los sonidos agudos y los ultrasonidos. En cuanto a su visión, necesitan un mayor tiempo de adaptación a los cambios de luminosidad, lo que puede provocar cegueras temporales. Detectan cualquier movimiento periférico y su conducta de defensa natural es la huida. En la naturaleza, respetan muchísimo el espacio 'personal' de los otros animales, no llevan nada (ni a nadie) encima y son capaces de detectar una mosca posada en su sensible piel.

Ahora vuelvan a releer los dos párrafos anteriores mirando a los ojos de cualquiera de los caballos usados en los Tres Tombs.

En libertad, habitan territorios de entre 500 y 25.000 hectáreas, viviendo en grupos familiares y alimentándose durante unas dieciséis horas al día. Hemos normalizado tener a animales con estas necesidades estabulados en pocos metros cuadrados, comiendo un par de veces al día -algo que les provoca problemas en la dentadura, de crecimiento continuo- y en soledad. Hemos normalizado ver a estos magníficos seres con una silla, un bocado y unas riendas, como si esos materiales fueran extensiones de su cuerpo. No solo no lo son, sino que están diseñados para causarles dolor.

Los Tres Tombs se realizan caminando por las calles del pueblo, entre el ruido, el olor y el movimiento de las personas, de perros ladrando, de coches, de niños y de otros caballos estresados. Ese jamás será un entorno respetuoso con un caballo, por mucho que se quiera trabajar en su 'bienestar'. El único bienestar posible es no exponer al animal a esa situación de la que no puede huir.

Stop3tombs muestra cuellos en hiperflexión que son motivo de gran dolor, estrés respiratorio y contracturas en el animal, bocas llenas de espuma, ojos muy abiertos o semicerrados, lenguas fuera de la boca, bocas abriéndose y cerrándose de forma compulsiva, caballos patinando, cayendo, siendo sujetados de forma violenta por el hocico para intentar frenarlos cuando las otras herramientas de castigo no son suficientes... ¿Están pensando que son casos aislados? Ojalá, pero estas manifestaciones de dolor, malestar y sufrimiento continuado pueden verse en todas las celebraciones, solo hace falta abandonar por un segundo la mirada antropocéntrica.

Contexto: Materiales y disfraces

Cada población tiene sus características especiales y en cada una de ellas la fiesta se celebra de forma diferente. Lo único que todas tienen en común es el abuso de los animales con la excusa, paradójicamente, de su protección y su bendición. Los caballos salen tirando de carros cargados con diferentes tipos de materiales o de personas, incluidos niños y niñas. Aparte de las serretas (pieza que va sobre la nariz del animal), el bocado, las espuelas y las riendas, llevan yugos sobre el cuello, sillas y ornamentaciones de todo tipo como cascabeles, anteojeras decoradas, e incluso sombreros.

“Me han sorprendido muchísimo las cosas que he visto en estos festejos”, señalaba la veterinaria equina María Manglano, en el III Congreso de Derechos Animales del Vallès Occidental coorganizado por INTERcids y celebrado recientemente en Terrassa. “Los materiales que están usando están ya prohibidos desde hace años por la Federación Ecuestre Internacional. Hay vídeos en los que se ve a caballos totalmente concentrados en conseguir respirar para poder seguir con vida, por culpa de serretas mal colocadas que no sólo hacen muchísimo daño, sino que oprimen los conductos nasales del animal”.

En este vídeo de Stop3tombs en Rubí en 2022 se puede ver a un caballo en estrés respiratorio:

Raquel Villares, participante de Tres Tombs en su época adolescente y actualmente etóloga equina, analizó en dicho Congreso el lenguaje corporal de los caballos durante este festejo mostrando fotos y vídeos de animales frustrados, en estado de incomodidad y de tensión, que no pueden ver con las anteojeras, no pueden escuchar por los cascabeles y no pueden respirar a causa de la serreta. “Fue muy difícil elegir las imágenes, porque me he encontrado muchísimos caballos sufriendo mucho en estas cabalgatas”, señaló.

Contexto: “Amor” por los animales

¿Cuántas veces han escuchado a los taurinos proclamar su amor por el toro? Pues aquí nos encontramos con un fenómeno similar. Los defensores de esta fiesta pregonan a los cuatro vientos ser ellos quienes más aman a los caballos. Eso sí, a los caballos como símbolo de estatus, como alimento para el propio ego, a los caballos como animal de carga, como bestia de tiro, como herramienta. No a los caballos en libertad, a esos no los quieren tantísimo o estarían participando activamente en campañas de rewilding.

A los que aman es a los caballos indefensos, cargados 'como mulas' (ay, el lenguaje) y disfrazados como payasos. Pero, ¿saben en qué momento el gran amor por los animales se disipa? Cuando se habla de terminar con esta práctica. Entonces, Álex de Stop3tombs, recibe mensajes bastante inquietantes: “Me dicen que tienen los caballos para esto y que, si se acaba la fiesta, los envían al matadero. No sé si lo hacen para que me afecte pero me dicen, si me quitas la fiesta los mando al matadero y será tu culpa”. Que viva el amor y el chantaje emocional.

Contexto: Fiesta, ¿para quién?

El día de la fiesta es largo, pero sobre todo para los caballos. Muchos deben recorrer kilómetros en un remolque, algo sumamente estresante para estos animales. Una vez llegados al pueblo, pueden quedarse esperando durante horas hasta que comience la actividad propiamente dicha, mientras los humanos desayunan butifarra. Algunos seguirán en el remolque, otros serán atados de forma que no puedan ni moverse y los más afortunados darán alguna vueltita mientras esperan.

La cabalgata en sí es, como decíamos, diferente en cada localidad. Pero los estímulos amenazantes para el caballo se repiten, así como su incapacidad de autorregularse o de huir. Se avanza y se para, la gente se acerca incluso peligrosamente a los animales para hacerse fotos, en la total inconsciencia de lo que puede suponer un caballo desbocado. “Incluso en la zona de descarga se acerca gente con cochecitos de bebé”, señala Alex. “Cualquier día puede pasar algo muy grave, son animales que tienen mucha fuerza, hay peligro en cada rincón de esta fiesta”.

Este vídeo grabado por Stop3tombs en Caldes de Montbui en 2023 recopila resbalones de los caballos:

Enric es vecino de Sant Cugat del Vallès y me cuenta que siempre se ha encontrado con los Tres Tombs por sorpresa, al salir a pasear. En su opinión, no hay una expectación ni especial ilusión por la fiesta por parte de la ciudadanía. “Es una fiesta de lucimiento para los que desfilan, ellos son lo que se lo pasan bien. Desde luego que no estamos esperándola como la Fiesta Mayor o la cabalgata de los Reyes Magos, ni la echaremos de menos si no se celebra. Lo que sería genial es que se celebrase sin usar a los animales”. Alex escucha también al público cuando va a documentar el festejo: “Últimamente me ha sorprendido oír comentarios como 'Sí que va cargado este ¿no? le podrían poner menos peso'. Sobre todo son los niños los que dicen cosas como '¿y por qué lleva eso en los ojos?'. Los adultos ya lo hemos normalizado pero los niños, cuando lo ven por primera vez, se extrañan '¿por qué le están tapando los ojos a ese animal?'”.

Desaprendamos, volvamos a mirar con sorpresa el maltrato y celebremos a los animales en su perfección. Dejemos de abusar de su docilidad, de disfrazarlos, de forzarlos a realizar actividades antinaturales para ellos. Dejemos de tratarlos como cosas para nuestro uso y disfrute. La exhaustiva documentación de Stop3tombs nos ha dado la herramienta que nos faltaba, con sus vídeos y sus fotos tan expresivas. No son imágenes sacadas de contexto, son fotos que cuentan una historia y es una historia de terror.

Los defensores de la celebración de los Tres Tombs -que aunque suena a 'tres tumbas' significa 'tres vueltas' en catalán- están muy enfadados con la plataforma Stop3tombs. Dicen a la activista que está detrás del proyecto que es una mentirosa, que la van a denunciar y que las fotos que publica están “sacadas de contexto”.

Resulta que Álex (nombre supuesto) lleva años documentando estos festejos en toda Catalunya y empezó a publicar en redes sociales en enero de 2023 bajo el perfil Stop3tombs. Su labor es hacer fotografías y vídeos, con el fin de mostrar a la sociedad la verdad de esta fiesta, enfocándose en el sufrimiento que supone para los animales participar en ella. Es curioso que moleste tanto la publicación de imágenes de una fiesta popular y abierta a todos los públicos que se hace, supuestamente, para ser admirada y difundida.