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Auténtica escalada cántabra en el Valle de Liébana

Increíble caliza y ambiente en el ‘Espolón Sur’ del Cueto Agero.

Adriano M. Cófreces "Pincho"

5 de agosto de 2021 11:53 h

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Las montañas de Picos de Europa y aledaños tienen una característica que, sin duda alguna, atrae la mirada de los escaladores y, no es más que la tremenda verticalidad de sus picos. Montañas horadadas por el agua, de una caliza blanda, que hace que sus paredes se vayan erosionando permanentemente, manteniendo en la mayoría de las ocasiones la adherencia gracias a su pinchuda roca.

Los desniveles también son bestiales, pudiendo pasar de los apenas 300 metros de los puntos bajos a los 1.000 metros de desnivel positivo en tramos muy cortos, lo que nos pondrá a prueba en algunas aproximaciones.

La Liébana

Liébana (o La Liébana) es una comarca histórica de Cantabria (España), con una extensión de unos 570 kilómetros cuadrados, y que se localiza en el suroeste de Cantabria, lindando con las provincias de Asturias, León y Palencia.

La comarca está enclavada en los Picos de Europa, y su orografía a modo de gran hoya entre murallones de piedra caliza ha hecho de ella la mejor definida de Cantabria. De difícil acceso, se trata de una comarca rural cuya capital se sitúa en Potes. Está bastante aislada del resto de Cantabria y, curiosamente, su principal acceso se realiza a través de Asturias (por la carretera N-621 y el desfiladero de la Hermida). Desde el Sur, el acceso natural es por el puerto de Piedras Luengas, entre Palencia y Cantabria.

El río que ha originado los grandes desniveles y soberbias paredes que flanquean el Valle, es el Deva, que nace en la famosa Fuente Dé, en plenos Picos de Europa. Fuente Dé, bello paraje entre altas cumbres, es un reclamo turístico de primer nivel en Cantabria, sobre todo por el teleférico que une la base con el Mirador del Cable, 753 metros más arriba. Pasar de lo abrigado del Valle a lo salvaje de la Alta Montaña en unos minutos sin esfuerzo es un lujo que por unos pocos euros se permite infinidad de gente. Desde allí arriba, darse un paseo por los pies de Peña Vieja y su Espolón de los Franceses, o acercarse a tomarse un “refresquín” a Cabaña Verónica es cosa casi de niños. Las ascensiones y escaladas a los picos, ya es otro cantar, solo apto para los más preparados. O así debería ser... Y también, otra opción muy buena, es subir la bicicleta de montaña, y darse una vuelta por las pistas de las antiguas minas, o bajar hacia Espinama en la Liébana, o Sotres, ya en la vertiente asturiana.

Las rutas que proponemos este mes están a escasa distancia de la capital de la comarca, Potes, y nos permitirán una escalada de aventura, semiequipada, en plena naturaleza, larga, que se hace bien en una mañana o tarde, y permite combinar con otras si nos quedan ganas, o simplemente disfrutar de la comarca.

Los desniveles son bestiales, pasando de los apenas 300 metros de los puntos bajos a los 1.000 metros de desnivel positivo en tramos muy cortos

El tipo de escalada, como ya hemos dicho, es de aventura, en montaña, y eso no hemos de olvidarlo. Pese a estar a escasos minutos de pistas aptas para vehículos todo terreno, en la pared dependeremos de nosotros mismos, y las retiradas pueden ser delicadas. No son rutas recomendables para iniciarse en vías de largos, ya que, desde nuestro punto de vista, requieren templanza y experiencia, pese a tener algunas reuniones montadas que nos pueden ayudar a salir del atolladero.

La protección de los itinerarios es relativamente sencilla, pero no hemos de olvidar que nos movemos en caliza, y aquí el material flotante no se coloca tan fácil ni estable como en granito o similar, y los que no sean habituales de este tipo de roca notarán el cambio. 

Y el grado, ese aspecto objetivo de dificultad, que al final es totalmente subjetivo, aquí puede que se haga notar especialmente. Cuando veamos “quinto”, pensar mejor en algo más que en menos. De todas formas, desde el primer largo de ambas vías, se verá el carácter de las mismas, y nos pondrá sobre aviso.

GUÍA PRÁCTICA

CUETO AGERO: ‘ESPOLÓN SUR’ (275m/6a+)

Probablemente, junto con la Sur al Urriellu, la vía más repetida de la Cordillera Cantábrica. En pleno desfiladero de La Hermida, en la parte que da salida a la Liébana a Asturias, encontraremos una altiva y desafiante montaña que parece esculpida a cincel y martillo, y que nos llama irremediablemente. Hablamos del Cueto Agero. Tan solo 1.016 metros de altura, y con un desnivel de 540 metros, de los cuales serán 275 de escalada.

La primera vía que se abrió fue la que tratamos, el Espolón Sur, que surca el definido espolón y entre placas y desplomes se va moviendo para depositarnos en su cima. Se abrió el 24 de junio de 1973, y corrió a cargo de Javier Torralbo, Jesús Rodríguez y Ángel Cianca.

Para llegar debemos ir hasta Allende, pueblecito lebaniego, y buscar una pista, al principio homigonada, que seguiremos hasta donde nos deje llegar el coche, probablemente hasta una curva cerrada a izquierdas con una verja. Aparcar sin molestar y sin cerrar la pista que cruza. 

Fue restaurada en 2016, cambiando clavos viejos por nuevos por el Grupo de Montaña Altai, activo grupo de Torrelavega (Cantabria) que en la siguiente propuesta veremos con más detalle.

APROXIMACIÓN

De 35´ a 45´. Desde donde hemos aparcado el coche, seguir la pista hasta la entrada de la Canal del Agero, donde continuaremos por una senda hacia el Cueto, siempre en dirección a la base del Espolón Sur. Buscar la parte baja de unos farallones rocosos, conocidos como “El Resquilón”. Una vez ahí, siguiendo unas viras de izquierda a derecha, y con ayuda de un cable que hay instalado, ir ascendiendo hasta el inicio real de la vía, bajo el diedro del primer largo característico.

DESCENSO

De 45´ a 1h. Desde la cima, descender por la abrupta, pero asequible, ladera norte, con tendencia hacia la izquierda, en dirección al collado que hay entre el propio Cueto Agero y el Castro Candilejas. Hay una majada con una cabaña muy característica cerca del collado. Tomar buenas referencias, o tener medios de navegación, pues en caso de niebla, es terreno bastante perdedor. Una vez en el collado, seguir por las zetas iniciales hasta llegar a la pista que nos lleva al coche, o a Allende si hemos subido desde allí caminando.

MATERIAL

Semáforo de alien, juego de friends 0,5-3 (BD), algún empotrador y cintas largas. Si no se va sobrado de grado, no dudar en repetir friends medianos.

HORARIO DE LA VÍA

De 3h a 5h.

POR LARGOS

Primer largo (40m/V+). 

Inicio sencillo, aunque no debemos confiarnos. Diedro algo pulido, con algún clavo salvador que, según reseña, es V+, aunque todo el mundo afirma que es 6a. “R” unos metros por encima del diedro en dos clavos.

Segundo largo (30m/IV).

Trepada a izquierdas por lo evidente, sobre roca con vegetación. Encima de una gran laja hay una encina donde se monta la reunión.

Tercer largo(35m. V+).

Superar los sucesivos diedros y fisuras en terreno de V+, con algún paso sorpresa, clavos estratégicos y ambiente. “R” bajo un gran diedro en dos clavos.

Cuarto largo (25m.V+).

Superar en X el diedro, con varios clavos salvadores, pero prestando especial atención a la salida para evitar en caso de caída un repisazo.

Quinto largo (25m. 6a+).

¡Gran largo! Es el clave y el más bonito seguramente. Bavaresa más espectacular que difícil a derechas, que se protege bien con micros. Paso a bloque para llegar a un pequeño desplome, y reunión sobre clavo y puente de roca.

Sexto largo (30m.IV+).

Salir recto y a unos tres metros, desviarnos a la derecha buscando el terreno más asequible. Llegar a la “Punta de flecha”, en el vértice del espolón, donde montaremos “R” sobre dos clavos.

Séptimo largo (35m.Vº).

Salir por la izquierda por un corto diedro y continuar por terreno más fácil hasta un punto en el que veremos un clavo (en ocasiones con cordino) y en el que es conveniente montar “R” para no perder la comunicación con el compañero.

Octavo largo (30m/III+).

Terreno fácil, hasta encontrar un gran hito, por donde podremos optar por “escapar” al descenso, o continuar a cima.

Noveno largo (50m/IV+). 

Buscar por la izquierda, por el terreno más evidente, la subida a la cima, por trepadas de III/IVº. 

VALDECORO: ‘SUR’ (300m/6a+)

Si nos internamos Liébana arriba, y llegamos al pueblo de Espinama, veremos una pirámide rocosa que, de nuevo, nos llamará poderosamente la atención, invitándonos a escalar su llamativa pared sur de 300 metros de altura. Este pico no es otro que el Valdecoro, majestuosa estampa cual grandioso retablo o altar que nos sorprenderá al dirigirnos a Áliva desde Espinama.

La sur al Valdecoro es una vía asequible, pero compleja sin duda, en la que hay que moverse bien y saber usar material para disfrutar e ir seguro. Cuando la escalé por primera vez hace unos años, lo que me quedó claro desde el primer momento, es que NO es una vía de iniciación en la autoprotección y en vías de corte “aventura”.

No me considero un buen escalador, pero sí creo ser bastante resolutivo en este terreno, y relativamente rápido, y tuve que pensar en bastantes ocasiones para buscar el itinerario correcto, las suficientes para darme cuenta que yo iba por lo “tieso pero firme”, y si no tienes cierta experiencia en ese tipo de terreno vegeto-descompuesto, seguramente te vayas a lo “tumbado, pero roto” y la líes parda antes de darte cuenta que ya no vas “ni palante ni patrás”.

Restaurada en 2011 por el Grupo de Montaña Altai, de Torrelavega (Cantabria), en conversaciones mantenidas con Ángel Luis Muñoz, quedamos con él en transcribir íntegramente dicha labor reequipadora:

“Esta vía fue abierta durante los días 6 y 7 de junio del año 1969 por Gervasio Lastra, Ezequiel Conde, Miguel Ángel Herrero y Enrique Muñiz. La primera reseña que aparece de la vía es en la revista ‘Peñalara’, nº384, en 1970. Desde entonces, nada sustancial ha cambiado en esta montaña tan significativa en el valle de Liébana, salvo los intrépidos escaladores que se atreven a seguir la línea trazada en aquel año. Estos han cambiado su forma de vestir, relatar las experiencias, enfrentarse a la escalada, dialogar, pero esta vía ha permanecido prácticamente como se abrió. Los viejos buriles, que han sufrido el paso de generaciones de escaladores, así como los clavos, seguían en su sitio, sin ofrecer garantías de soportar el peso de algún escalador queriendo volar como los buitres cercanos.

En septiembre de 2010 decidimos un grupo de compañeros de Altai rehabilitar la vía, renovando todo lo viejo que tanto miedo ha dado a más de uno. Se trataba de reequipar, es decir, sustituir lo viejo por nuevo material, salvo alguna pequeña modificación consultada y admitida por los aperturistas. Comenzamos en septiembre y finalizamos en abril de 2011, habiendo trabajado durante cuatro días en total, hasta el día 9 de abril. El trabajo que hemos realizado ha consistido en sustituir los buriles por paraboles de métrica 10, tanto de reuniones como de progresión. Los clavos también han sido sustituidos, algunos eliminados de reuniones donde no eran nada útiles por su mal estado.

También hemos hecho dos descubrimientos. El primero, en el L5, bajo el techo inclinado, donde la vía original asciende verticalmente desde el primer clavo que hay al salir de R4 y sigue hasta encontrarse con dos buriles sin chapa que llevan hacia la izquierda a buscar el canalizo que sale del techo inclinado. Actualmente creemos que nadie va por allí, pues al salir de R4 se asciende por la placa que lleva al comienzo de ese canalizo, en el techo inclinado. Esta última línea es la que hemos arreglado. El segundo, una variante que sale a poco de empezar el L6, saliendo hacia la izquierda para después volver a la derecha, entrando en un diedro, con algo de hierba, muy bueno. En tres largos se llega a la cima. Las reuniones las hemos equipado con paraboles, pues había buriles, y hemos cambiado clavos.

En la vía hemos dejado algún resto (un buril y dos clavos) como muestra del equipamiento de esos años, a petición de uno de los aperturistas, Ezequiel Conde. Sin embargo, junto a ellos hay equipamiento nuevo (parabol o clavo) que permite asegurarnos con tranquilidad. En total se hace en 8 largos, con cuerdas de 60 metros.

Esperamos que os animéis a realizar esta fantástica escalada. Es un auténtico placer para la vista y el “patio” está asegurado. Creemos que ahora perderá ese aura de vía en mal estado y de poco interés. Todo escalador que goza en los Picos de Europa debe realizar, al menos una vez en su vida, esta legendaria escalada. 

¡Qué la disfrutéis!“

APROXIMACIÓN

De 35´ a 45´. Desde los Invernales de Igüedri, a los que llegaremos en coche desde Espinama, buscar a la altura del arroyo el sendero PR balizado que baja a Fuente Dé. Cuando cruza el sendero el espolón Sur del Valdecoro habremos de coger una senda que sube por el mismo espolón por el bosque hasta salir a la pared. Justo en el cruce hay un poste de madera de balizar el PR.

Pegarse a la pared y buscar por lo más evidente (siempre por lo segao) el acceso al espolón rocoso, y encontraremos una flecha que marca el inicio de la vía y un clavo con cordino viejo unos 10 metros arriba en la chimenea del primer largo.

DESCENSO

De 35´a 45´. Desde la cima, descender por pendientes de hierba hacia la derecha, buscando la senda que nos lleva de vuelta. ¡Atención! Si la hierba está mojada, resultará más peligrosa la bajada que la subida en ese caso.

MATERIAL

Semáforo, juego de friends 0,5-3 (BD), algún empotrador y cintas largas.

HORARIO DE LA VÍA

De 3h30´ a 5h30´.

POR LARGOS

Primer largo (40m/IV+). 

Diedro-chimenea. Apretón al principio, fácil después.

Segundo largo (55m/IV+).

Fisura pequeña que nos deposita en el propio espolón. Después, por gradas y entre plantas, buscar la base de la pared.

Tercer largo(50m. V+).

Salir a derechas por unas gradas, a buscar una fisura muy clavada y con paraboles, donde encontraremos la mayor dificultad en lo que a grado se refiere, sobre 6a+ en libre, que se pasa bien en A0 (V+/A0 oblig.). Montar “R” colgada en dos paraboles sobre la placa.

Cuarto largo (50m.V+).

Superar la placa que tenemos encima, más fácil de lo que parece desde la reunión, con un techillo a su izquierda, y en diagonal a izquierdas por terreno más fácil. Buscar la “R”.

Quinto largo (45m.Vº). 

Placas y fisuras a derechas. No bajar la guardia, pues es factible el embarque. Buscar lo evidente.

Sexto largo (55m.Vº). 

Salir hacia la derecha a buscar la canal cimera, donde habremos de prestar atención a la calidad de la roca, o más bien, mala calidad de la roca. Piedras sueltas.

MEJOR ÉPOCA

De mayo a octubre. En años cálidos, se puede escalar incluso en invierno.

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