Paco Herrera, un luchador y técnico del sexto ascenso de la UD
El entrenador catalán de 61 años, Paco Herrera, se despide de la Unión Deportiva tras ascender al club a Primera después de 13 años y después de haberse convertido en el entrenador número 58 en la historia del club.
Curiosamente es el mismo número de partidos oficiales en el banquillo de los grancanarios. Una cifra en la que destaca una, el partido frente al Zaragoza donde Las Palmas consiguió volver a la máxima categoría del fútbol español 13 años después.
Herrera ha sido una persona que se ha dedicado toda su vida al fútbol. Comenzó como jugador y, en 1992, empezó su carrera como entrenador, atesorando ya 23 años de experiencia en los banquillos con tres ascensos en su haber (Badajoz a Segunda; Celta y Las Palmas a Primera).
Herrera se inició como jugador profesional en el Sabadell (Barcelona) y, tras su buen hacer, pasaría a ser pretendido por equipos de Primera, decantándose por el Sporting de Gijón, donde debutó en la máxima categoría.
Se caracterizaba por ser un jugador de garra. Sin ser un virtuoso, corría y luchaba desde el centro del campo y tenía llegada. Era de esos que consiguen las cosas en el terreno de juego por pesado.
Herrera pasaría al Levante y de ahí al Badajoz, un club donde a día de hoy sigue siendo el segundo máximo goleador de la historia del conjunto extremeño.
Tras ocho temporadas pasó de los terrenos de juego al banquillo, comenzando por compaginar tareas de entrenador y secretario técnico en las categorías inferiores del Badajoz, club que consiguió ascender a segunda división.
Siguió compaginando tareas de entrenador y secretario técnico en otros equipos. Tras el conjunto extremeño, pasó por el CD Numancia de Soria y el CP Mérida, en éste por primera vez en la máxima categoría como entrenador.
Con posterioridad entrenó al Albacete Balompié, CP Ejido y Recreativo de Huelva. Hasta que pasó a ser ayudante durante dos temporadas del actual entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, en el Liverpool, con el que ganó la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la FA Cup.
Paco Herrera regresó a España con el objetivo de ser primer entrenador, pero optó por firmar tres temporadas con el Espanyol como director deportivo.
Una carambola le llevó de nuevo a tener el rol que perseguía: el de entrenador. Corría la temporada 2008/2009 y el Atlético de Madrid decidió despedir al mexicano Aguirre y fichar a Abel Resino, entrenador del Catellón en ese momento.
Fue en el equipo valenciano donde Herrera volvería a hacerse un nombre como técnico, haciendo una buena temporada y luchando por el ascenso, aunque no lo logró. Pasaría a un filial, el Villarreal B, cuajando otra buena temporada que le valió para dar el salto a un proyecto ambicioso: El Celta de Vigo.
El club vigués llevaba tres temporadas en Segunda División, luchando más por mantenerse que por ascender. El entrenador catalán tenía el cometido de subir a los gallegos a la máxima categoría.
En la primera temporada, consiguió llegar a playoff, pero sería el Granada quien ese año eliminaría al Celta y ascendería a Primera.
Lejos del descontento, la afición estaba con el entrenador y la directiva decidió renovarlo dos años más. En la temporada 2011/2012 conseguiría el objetivo de manera directa durante una temporada que dejó muy buenos recuerdos en Balaídos del entrenador barcelonés.
A pesar de tener otras ofertas, Herrera decidió continuar. Tras un lustro de ausencia, el técnico tenía el cometido de mantener a un histórico en la máxima categoría del fútbol español.
No empezó mal aquel conjunto, cuajando una primera vuelta donde nunca estuvo en los puestos de descenso.
Sin embargo, en la segunda vuelta encadenó una serie de derrotas consecutivas y curiosamente, también fue tras perder ante el Getafe en el Coliseum Alfonso pérez (3-1) cuando fue destuído con un bagaje de cinco victorias, cinco empates y 14 derrotas sumando un total de 20 puntos en 24 jornadas, ocupando la antepenúltima plaza.
Al año siguiente, Herrera pasaría a ser el entrenador del Zaragoza, donde no acabaría el año. Fue despedido en marzo de 2014 tras encadenar siete partidos consecutivos sin ganar, en la jornada 30, con una estadística de 10 victorias, 9 empates y 11 derrotas, muy alejado de los puestos de ascenso (con 39 puntos ocupaba la duodécima posición).
La casualidad quiso que el Zaragoza fuese el rival ante el que Herrera ganó la final de la promoción de ascenso hace cuatro meses en el banquillo de la Unión Deportiva, equipo que lo contraría con el objetivo que la temporada anterior se escapó en los minutos finales contra el Córdoba: subir a Primera.
El técnico catalán siempre estará en la historia amarilla al conseguir ascender al equipo canario a la máxima categoría el pasado mes de junio, tras trece años de ausencia en la élite, en lo que supuso el sexto ascenso histórico de los isleños a Primera.
Esa temporada ganó el título a mejor entrenador de la Liga Adelante y la UD fue el equipo más goleador, junto al Betis (73 tantos).
Herrera decidió renovar y el objetivo era el mismo que con el Celta de Vigo: la permanencia.
Pese a dar la cara ante rivales como el Atlético de Madrid (1-0), FC Barcelona (2-1) o Celta de Vigo (3-3), donde mostró una gran imagen, y ganar al Sevilla (2-0), la directiva ha considerado conveniente destituir al entrenador.
Lejos de motivos extradeportivos, en los terrenos de juego la UD ha cosechado cinco derrotas en ocho partidos, dejando escapar puntos vitales ante rivales directos por la permanencia: Levante (0-0), Rayo Vallecano (0-1), Eibar (0-2) y Getafe (4-0).
Ocho partidos en los que el técnico ha variado el sistema de juego según el rival sin encontrar una forma de jugar concreta. También ha estado lastrado por lesiones de jugadores con mucha importancia en el equipo como Javi Castellano, puesto en el que reclamó un sustituto y nunca llegó.
Con la marcha de Herrera también se marcha su ayudante y mano derecha, Ángel Rodríguez, quien militó en Las Palmas como futbolista en la década de los años 90, conjunto con el que logró un ascenso, de Segunda B a Segunda.
Este martes Herrera se despedirá de la plantilla tras el entrenamiento matinal en Maspalomas y de la afición de la UD Las Palmas en una rueda de prensa en el Estadio de Gran Canaria. Se va el entrenador del sexto ascenso de los amarillos a la máxima categoría del fútbol español.