El Tenerife repite errores y solo empata en El Sardinero

Iván Romero conduce ante Dani Fernández

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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Otro error grosero, media hora larga para corregirse y un empate más. Tenía el Tenerife una oportunidad de oro para dejar pensando al Racing en la permanencia en lo que cambiaba de rol y lo dejó para otro día. Con el juego de su lado, se complicó la vida Aitor Sanz con un pase temerario que cayó a los pies de Íñigo Vicente para colocar el 1-0. Antes del descanso tuvo dos enormes para empatar –y un tanto anulado a Gallego–, pero no fue hasta el regreso que acudió al rescate Iván Romero. Y después, le pudo la impericia a la fe y el trabajo.

Regresará el grupo de Ramis al Heliodoro con la misma sensación frustrante de tantas veces esta temporada. Cuando se pone en franquicia entrega puntos y cuando es superior con su estrategia –como este viernes– solo tiene letalidad para redimirse a medias. Con las tablas en El Sardinero se queda a la misma distancia que estaba de la marca que decide los descensos y a cuatro días de ver si pesca algo en el mercado de invierno, por ahora inédito para los blanquiazules.

La cita en Santander reveló lo escaso que andan unos y otros de factores diferenciales para vivir pensando en otra cosa que no sea escapar de la quema. El Racing no maltrata el balón y el Tenerife anda algo más ágil, ahora que busca mover el marcador desde que amanece el partido. Visto así, podría no entenderse cómo andan todavía mirándose al espejo de las dudas. Pero visto lo de esta jornada, al equipo de José Alberto le pesa la inconcreción y al de Ramis la incapacidad para un último pase matador o un remate a la red.

El técnico tinerfeñista suplió la baja de Sipcic con un José León que busca sin éxito la fineza del curso pasado, dejó sin titularidad a Shashoua para devolver los galones a Enric Gallego y repitió con Buñuel como lateral derecho, esta vez a jornada completa. La ausencia del inglés no tuvo mayor trascendencia porque salió el Tenerife con el punto de activación suficiente para hacerse con el medio juego y las caídas al área. Cumplido solo un minuto, ya había tenido Garcés el primer remate franco, una pelota sin marca a cuatro metros del portero que mal enganchó y cogió demasiado vuelo. Hechos suyos los balones divididos, cogió alargado al Racing en las vueltas, se arrumbó a jugar directo por la banda de Nacho –con Jurado casi perfilado como extremo– y colocó el partido de su mano y en el campo rival.

Así un cuarto de hora hasta que un pase de Aitor Sanz, más contemplativo que de seguridad, cambió el guion al partido de prisas que tan mal le va a los suyos. El capitán la rifó en la calle del cuatro e Íñigo Vicente se bastó a solas para hacer el resto del 1-0. Con el balón al pie, con Soriano y Sergio basculados dos metros al lado contrario, el exalumno de Lezama le pegó de primeras con el interior –más preciso que duro– lo justo para hacerle un imposible al portero.

Obligado a quitarle la ventaja al Racing, el Tenerife necesitó un ratito para digerir el chasco. Siguió empeñado en un plan inicial que no le había ido mal, pero no le afloró el punto requerido de letalidad antes y después del gol que anuló el árbitro a Enric Gallego (m.31) tras cazar un cabezazo en el que entendió que hizo falta a Germán.

En el 22, lo de Waldo fue el culmen de una oda a la frustración, tras conducir Borja Garcés una ocasión en el área, definirla con un pase que llegó a Gallego un metro a su espalda y resolver el extremeño la segunda jugada –en el punto de penalti, Parera esperando a puerta gayola– con un zapatazo y el balón al cielo. Lo del minuto 34 sí entra en el haber del portero, volando para desviar lo justo un remate envenenado de Garcés que iba para dentro.

Tuvo que recurrir el Tenerife a Iván Romero como agente salvador, ya de vuelta de la caseta, justo cuando el Racing había quitado el balón y el dominio. Blandos los de José Alberto en las divididas, anduvo listo José Ángel para robar en la zona de medios y ver el desmarque de Garcés, rápido este para prolongar en la esquina del área, donde Gallego permitió que fuera Romero el que definiera con un requiebro para descolocar a Satrústegui y Germán en lo que encontraba con un remate preciso el premio del 1-1.

El empate obró como llamada para un aguacero que espesó el campo y nubló las ideas. A ratos un ida y vuelta con ocasiones claras para cada lado –Waldo (m.62) y Pombo (m.65)–, el Tenerife puso tanto empeño como incapacidad para encontrar un pase definitivo en el juego a la corta o en una contra bien gestionada. Desfondado Waldo para correr con el balón sin idea de qué hacer con él, ni con Shashoua en el campo, ni luego con Elady, tuvieron los de Ramis una jugada diferente para el 1-2.

(1) RACING DE SANTANDER: Miquel Parera; Dani Fernández, Germán, Rubén Alves (Pol Moreno, m.80), Satrústegui; Íñigo (Elitim, m.74), Aldasoro; Mboula (Sangalli, m.63), Pombo, Íñigo Vicente; y Matheus Aiás.

(1) CD TENERIFE: Soriano; Aitor Buñuel, Sergio González, José León (Carlos Ruiz, m.88), Nacho; Iván Romero, Aitor Sanz, José Ángel (Álex Corredera, m.68), Waldo (Elady, m.75); Borja Garcés (Shashoua, m.68) y Enric Gallego.

GOLES: 1-0, m.15: Íñigo Vicente. 1-1, m.56: Iván Romero.

ÁRBITRO: Saúl Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Íñigo (m.6), Matheus Aiás (m.70), Satrústegui (m.90+5), Aldasoro (m.90+7) y a los visitantes Iván Romero (m.7), Sergio González (m.42), José León (m.58), José Ángel (m.67) y Elady (m.90).

INCIDENCIAS: Partido de la vigésimo quinta jornada de LaLiga SmartBank 22-23 disputado en el estadio de El Sardinero ante 10.306 espectadores, cerca de un centenar del CD Tenerife.

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