Espacio de opinión de Canarias Ahora
Unidas Podemos, el voto útil
No vale decir que estás cansado de la política porque, si no votas, otros decidirán por ti.
Este largo fin de semana me reuní con un grupo de amigas y amigos, votantes de Unidas Podemos y alguno del PSOE, que se encontraban en un mar de dudas sobre a quién votar en esta cuarta ocasión, después de las tres anteriores fallidas.
Uno de ellos manifestaba que tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias eran culpables, ambos a partes iguales, de la repetición electoral. El resto, sin embargo, situaba la responsabilidad mayor y casi total en el actual presidente en funciones.
Todos coincidían, no obstante, curiosamente hasta los que culpabilizaban en parte a Pablo Iglesias, en que Pedro Sánchez nunca había querido un gobierno de Coalición, ni siquiera cuando a última hora hizo aquel amago de ofrecer una Vicepresidencia y tres ministerios. Y lo terminó de confirmar cuando habló de que le quitaría el sueño. Les recordé a todos que, si hoy era Sánchez presidente en funciones, lo era gracias a las gestiones y a los apoyos de Unidas Podemos y de otros grupos para echar fuera del Gobierno al corrupto partido de Mariano Rajoy. Y se hizo a cambio de nada.
Les recordé que, cuando el PSOE gobernó en solitario, firmó unos presupuestos con Unidas Podemos y otra serie de acuerdos, de los cuales sólo cumplió el de la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros; pero, por citar uno, se negó a llevar al Decreto Ley el acuerdo sobre poner topes al alquiler de las viviendas.
Obedeció antes a las presiones de los poderosos que a cumplir los acuerdos firmados. Esa fue su ocasión para gobernar en solitario, a la portuguesa, con apoyos externos. Y nos defraudó. Y en Canarias sigue habiendo 10 desahucios diarios.
Les recordé la profecía autocumplida de las manifestaciones del 29 de abril del presidente de la CEOE y de Ana Botín, declarando al unísono que “preferían un Gobierno PSOE-Cs y, si no fuera posible, el PSOE en solitario”, con apoyos puntuales. Y al final, Pedro Sánchez (que ya no es aquel de las declaraciones a Jordi Évole hace dos años denunciando las presiones de los poderosos y de los poderes fácticos) ha sido obediente a esas indicaciones de los que verdaderamente mandan en este país, aunque no se presenten a las elecciones.
También analizamos la contradicción entre el decir de Pedro Sánchez, afirmando que Unidas Podemos era su socio preferente, y el hacer de Pedro Sánchez, rogando a Cs y al PP la abstención antes y ahora. Puso todas las excusas posibles, como el veto a Pablo Iglesias, que generosamente se autodescartó, y ni siquiera eso sirvió.
Y de manera especial, negándose a reanudar las negociaciones durante el pasado verano, porque ya tenía decidido con el PP convocar elecciones para seguir avanzando hacia el bipartidismo caduco.
La obsesión de Sánchez y Casado, con el apoyo de muchos medios de comunicación, es recuperar los espacios perdidos por la izquierda con la aparición de Podemos y por la derecha con la creación de Cs y la resurrección del franquismo político diferenciado de los populares.
No terminan de darse cuenta de que Unidas Podemos tiene una base electoral sólida, que es ese importante sector de la sociedad que apoya un proyecto político que no les miente, que no dice una cosa en campaña y otra en las instituciones, en definitiva, que quiere gobernar en beneficio de la mayoría social y no para favorecer los intereses de los poderosos.
Precisamente, son ellos, los más poderosos de este país, quienes temen la llegada de Unidas Podemos al Gobierno, porque saben que tendrían que pagar impuestos en función de lo que ganan y no evadir impuestos mediante ingeniería financiera ni paraísos fiscales y nos opondremos a la corrupción.
Y estos son los que pretenden eliminar los derechos de toda la ciudadanía, proponiendo recortes y abusando de sus privilegios, imponiendo sueldos de miseria y empleos precarios, privatizando lo público para que la salud, la educación, la dependencia pasen de ser un derecho a ser un negocio.
Son los que el Gobierno no obliga a devolver los 60.000 millones que se prestaron a los bancos mientras se recortaron los servicios públicos, que son nuestros derechos.
Una vez más, en esta campaña Cataluña ha vuelto a ser el monotema de los que se envuelven en las banderas para no hablar de nuestros derechos. Ni el 155 ni la unilateralidad independentista han servido para solucionar un problema político, que tampoco lo resuelve el poder judicial. Diálogo político es la única solución posible.
Sobre derechos y libertades, hay que poner fin a la ley mordaza, sacar al franquismo de las instituciones, acabar con las puertas giratorias, limpiar las cloacas del Estado, no dar adjudicaciones públicas a las empresas implicadas en casos de corrupción.
La lucha contra el cambio climático, en la que se ha implicado la juventud a nivel internacional, necesita de medidas como la rehabilitación de más de medio millón de edificios, la creación de una empresa pública de energía, apostar por el transporte público y sostenible y que las empresas contaminantes paguen la transición ecológica.
Además, tenemos que pasar a ser dueños de nuestros contadores de electricidad y eso implica apostar por la generación con renovables distribuida entre toda la población. Democratizar la propiedad de la energía.
Apostar por los servicios públicos fomentando el servicio público de la salud, creando plazas de titularidad pública para los niños y niñas de 0-3 años, proponiendo una renta ciudadana, garantizando las pensiones y su consiguiente revalorización. Estamos absolutamente en contra de las privatizaciones de lo público.
Y de manera especial, lo que sí saben los votantes de Unidas Podemos es que no tenemos deudas contraídas con los bancos y, por tanto, ni nos debemos a ellos ni tampoco estaremos en las puertas giratorias.
Y además, están seguros porque hasta ahora lo hemos demostrado, que somos consecuentes entre lo que decimos en campaña y lo que hacemos cuando estamos en las instituciones.
Por tanto, el voto útil y de progreso en estas elecciones es necesariamente a Unidas Podemos, porque garantizamos que se haga lo que decimos en campaña y obligamos al PSOE a que mire a la izquierda y haga políticas para la mayoría social.
Necesitamos un grupo fuerte y numeroso en el Congreso de los Diputados, que siga apostando por políticas de progreso en lo social, de justicia y fiscalidad redistributiva, de diálogo y libertades, de lucha por la igualdad y contra la violencia machista, de apuesta por lo público.
Te digo y te repito que no vale decir que estás cansado de la política, porque si no votas otros decidirán por ti.
Si quieres soluciones, vota soluciones. Ese es el slogan de campaña de nuestros compañeros de los comunes en Cataluña.
Un Gobierno contigo.
El día 10 tú decides.
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