Científicos de Canarias vuelven a poner el grito en el cielo tras la última colisión entre un cachalote y un barco

Cola del cachalote y rastro de sangre después de la colisión con un ferry en Canarias

Toni Ferrera

13 de junio de 2023 20:10 h

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El último episodio de colisiones entre cetáceos y barcos en Canarias ha tenido lugar en las pasadas 24 horas. Un cachalote ha resultado gravemente malherido este lunes después de que un ferry de la naviera Fred Olsen Express colisionara contra él en un trayecto Gran Canaria-Tenerife. Las imágenes muestran la cola del animal y un pequeño rastro de agua oscurecida, que bien podría ser la sangre perdida tras el impacto. Todo hace indicar que el ejemplar falleció después del accidente.

El biólogo y testigo de la escena, Amanhuy Duque, asegura a Canarias Ahora que se encontraba en la parte exterior del ferry cuando sintió el golpe. Dice que pudo localizar al cetáceo moviendo la cola “de un lado para otro” y que también había una estela marrón consigo. “Esto pasa mucho más de lo que la gente piensa”, remacha Duque.

Las instantáneas de lo ocurrido han vuelto a poner en alerta a expertos y biólogos marinos, quienes han reiterado la necesidad de reducir las velocidades de los barcos (pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora) y de instalar cámaras térmicas en los mismos para detectar la presencia de cetáceos en las aguas de Canarias, la única región del Atlántico Noroeste con población reproductora de cachalotes.

La naviera Fred Olsen Express, tras preguntas de esta redacción, ni confirma ni desmiente que haya habido colisión. Lo que ellos dicen es que han realizado las “inspecciones oportunas” y que de momento “no hay signos de impacto”. “De haber tenido lugar una colisión, lo normal sería que hubiera algún rastro o daño en el casco del barco”. Fuentes de la compañía admiten que actualmente están “investigando” el caso para obtener más información sobre lo ocurrido. También aseguran que están en contacto con Salvamento y la Capitanía Marítima.

Por su parte, Natacha Aguilar de Soto, doctora en Biología por la Universidad de La Laguna (ULL) y miembro del Grupo de Investigación en Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación (BIOECOMAC) de la misma institución académica, considera que la colisión “es clara” y que ha sido observada. La experta recuerda que el Archipiélago lidera en el mundo las colisiones entre cachalotes y embarcaciones y aclara que, con unas cuantas actuaciones y protocolos, el número de accidentes podría reducirse a la mitad.

Entre las medidas a tener en consideración, Aguilar de Soto resalta la necesidad de reducir la coincidencia entre las rutas del tráfico marítimo y las zonas altamente frecuentes por cachalotes, si bien es cierto que las Islas son en su conjunto un punto caliente de residencia de estos animales. La científica también pide formación para la tripulación de los barcos, que haya observadores capaces de evitar los encontronazos con cetáceos, así como la reducción de la velocidad, la instalación de tecnología capaz de precisar la presencia de ejemplares y la evaluación de posibles trayectos redundantes en la oferta del transporte marítimo.

En 2019, Fred Olsen y la ULL firmaron un convenio para instalar cámaras térmicas que permitieran evitar este tipo de colisiones. Sin embargo, la propia compañía reconoce que “[el] modelo de cámara no demostró ser útil, ya que su campo de visión era algo limitado y no se podía ajustar la sensibilidad del sensor térmico para una detección eficiente, dando lugar a numerosos falsos positivos”.

En cuanto a la propuesta de rebajar la velocidad de los barcos, la naviera defiende que “el transporte marítimo entre Islas es un servicio público esencial, ya que muchas personas se desplazan en barco por razones laborales, personales e incluso médicas de manera recurrente. Nuestras conexiones están adaptadas para dar respuesta a esta necesidad de los canarios y canarias”.

Un estudio publicado en 2016 por investigadores de la ULL concluye que en Canarias mueren más cachalotes que los que nacen. Otro trabajo, este difundido en la revista Frontiers in Marine Sciences, detalla que casi el 60% de los 35 ejemplares de esta especie que fueron encontrados muertos en las costas de la comunidad entre los años 2000 y 2017 presentaba lesiones como consecuencia del atropello de buques.

Ese mismo artículo enumera la aplicación de algunas medidas de mitigación que han resultado “eficaces”, como la restricción obligatoria de la velocidad de los buques en la costa este de Estados Unidos, el establecimiento de Esquemas de Separación del Tráfico (TSS, en sus siglas en inglés) en la Bahía de Fundy (Canadá) o la propuesta de Áreas Recomendadas a Evitar, también en el país canadiense.

Los autores de la investigación finalizan diciendo que disposiciones por el estilo “deben seguir siendo exploradas e implementadas en aguas canarias para reducir la mortalidad por colisión con embarcaciones y garantizar la supervivencia de la población de cachalotes”

La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) ha emitido comunicados sobre este asunto, reclamando la toma de medidas por parte del Gobierno canario y de las empresas del transporte marítimo. “La dejación de funciones (…) incumple los compromisos de España para la protección de la naturaleza y deja también en evidencia la nula sensibilidad del Ejecutivo regional hacia el extraordinario patrimonio natural marino, que solo parece importar como atractivo turístico”, dijo la organización en un comunicado.

Por último, Aguilar de Soto quiere destacar que al menos empieza a haber acciones encaminadas a prevenir las colisiones, como el convenio mencionado entre Fred Olsen y la ULL para el testeo de las cámaras térmicas. Y también que la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Transición Ecológica, ha financiado un estudio para cuantificar la abundancia de cachalotes en el Archipiélago. En un sondeo similar, pero en 2010, el número de ejemplares detectados alcanzó los 224. En este último, según resultados preliminares, el declive es “claro”, señala la experta. 

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