Marruecos dice que espera de España “actos” y no “palmaditas en la espalda” para resolver la crisis
El Gobierno marroquí aún no da por superada la crisis diplomática abierta, según su versión, por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghalil, y está a la espera de “actos” que vayan más allá de “palmaditas en la espalda”.
Así se ha pronunciado este jueves un alto cargo de la diplomacia marroquí al portal le360.ma, considerado como próximo al Palacio de Mohamed VI, a falta de que el Gobierno publique un comunicado oficial en el que explique su decisión de llamar a consultas este martes a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich.
Como ya hiciera la diplomática antes de acudir al Ministerio de Asuntos Exteriores español, donde la convocó la ministra Arancha González Laya, este alto cargo no identificado ha dejado claro que no se trata de una crisis migratoria relacionada con la entrada de miles de migrantes en Ceuta entre el lunes y el martes, sino con la acogida de Ghali.
“La crisis entre Marruecos y España tiene por nombre Brahim Ghali y no Ceuta”, ha insistido, defendiendo que Rabat no ha actuado “por emoción, sino sobre la base de hechos tangibles que ponen en cruda prueba la asociación estratégica entre los dos países”.
“Seguimos sin haber recibido explicación ni justificación de España”, ha insistido este alto cargo, pese a que ya la semana pasada González Laya dijo que se habían dado las “explicaciones oportunas” al Gobierno marroquí y se ha defendido en todo momento que Ghali fue acogido por razones estrictamente humanitarias.
Pese a ello, solo unos días después se produjo la entrada masiva irregular de migrantes marroquíes en la ciudad autónoma de Ceuta, que pasaron a nado o atravesando las verjas sin que las autoridades marroquíes hicieran nada por detenerlos. La mayoría de ellos ya han sido devueltos a su país, en lo que Madrid ha traducido como un intento de chantaje y un uso lamentable de personas vulnerables por una crisis diplomática.
Rabat ya había manifestado un comunicado el pasado 8 de mayo dijo que la presencia de Ghali en España tendría “consecuencias” tras criticar que no se le avisó de antemano de esta decisión de forma “premeditada”, el Gobierno español ha persistido en su política de no ceder ante estas presiones de Marruecos y dar asistencia humanitaria al líder del Polisario, que recibe tratamiento contra la COVID-19 en un hospital de Logroño.
“El paréntesis migratorio no es el tema”, insiste, “es un ingrediente para recordar la importancia de la vecindad estratégica entre Marruecos y España”, ha puntualizado el alto cargo diplomático, dando a entender con ello que se habría facilitado el paso de más de 8.000 migrantes hacia Ceuta, es decir, que se usó a estas personas con fines políticos.
Ha insistido en que la forma en la que ha actuado España no concuerda con la “confianza entre dos socios y vecinos” y por ello Marruecos sigue a la espera de una “respuesta jurídica” en relación con Ghali.
“El tiempo en el que se podía resolver una crisis con Marruecos con palmaditas en la espalda amistosas es cosa del pasado”, ha advertido el responsable marroquí. “Marruecos espera de España actos”, ha zanjado.
Política de hechos consumados
Marruecos reclama a España unos gestos que él mismo no tiene con el país europeo, como por ejemplo la reciente aprobación de dos leyes en su Cámara de Consejeros que ampliaban de facto su delimitación de aguas territoriales y su zona económica exclusiva sin haber alcanzado acuerdo sobre este asunto con España, país al que afectaba directamente esa delimitación, ya que entraban en conflicto las aguas al sur de Canarias. Allí se ha encontrado en los últimos años un rico yacimiento de tierras raras, como el telurio, muy valorado en la industria tecnológica.
La aprobación de esas dos leyes levantaron una gran polémica en Canarias, que reclamó a Exteriores una respuesta contundente frente al reino alauí. Desde el Gobierno regional se insistió en que las aguas cercanas a las islas “no se tocan”.
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