“Lo que cuento en el libro es la primera impresión ante la belleza de la isla”
Montse Cano (Vilafranca del Penedés, 1955), llegó casi por casualidad a La Gomera para acabar enamorada de la isla y fijar en Vallehermoso su residencia. Periodista de formación, ha hecho de la literatura su vida. Su prosa, exquisita, es el mejor reclamo para adentrarse en la inmensidad de los paisajes gomeros. Fruto de ese encuentro, surgió “La Gomera y el arrebato”, una crónica de una enamoramiento entre una persona y un lugar, en este caso, entre Montse Cano y La Gomera. Este jueves estará en la Feria del Libro de Madrid presentando su última novela, Moriscos, el linaje perdido, junto a su obra dedicada a la Isla. Esto es lo que nos ha contado esta escritora, quien ayudó a difundir el silbo gomero a través del programa 'Saber y Ganar', en el que participó y narró por qué La Gomera es también una isla abierta a los sentidos.
¿Cuál fue su primer contacto con La Gomera?
Llegué a la isla para trabajar en la redacción del Expediente ante la UNESCO para que se incluyera al Silbo Gomero en la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, una tarea que estaba llevando a cabo la Dirección General de Patrimonio Histórico. Ese trabajo me permitió conocer La Gomera a fondo, no con la visión habitual de un turista, que suele ser más superficial, sino con tiempo, hablando con las personas, leyendo mucho acerca del Silbo y de otros elementos de la cultura gomera, en fin, aprendiendo mucho.
¿Qué nos puede contar sobre La Gomera y el arrebato?La Gomera y el arrebato
Es eso, la descripción de un arrebato, de un encuentro. En la época en que llegué a la isla, en el año 2005, acababa de prejubilarme y estaba buscando un lugar en el campo para compaginarlo con Madrid. Siempre pensé en la Península pero cuando vi La Gomera me di cuenta de que ese paisaje, esa calma, respondían exactamente a lo que siempre había imaginado como lugar ideal. Lo que cuento en el libro es esa primera impresión ante la belleza de la isla, el descubrimiento de cada lugar, la emoción estética que me producía y me sigue produciendo la naturaleza en La Gomera. En el fondo, es la crónica de un enamoramiento, pero en lugar de entre dos personas entre una persona y un lugar.
¿Crees que La Gomera es una isla de literatura? ¿Qué crees que es lo más inspirador?
Creo que todos los lugares pueden ser literarios, no me parece que la literatura esté en los sitios, sino que nosotros la llevamos dentro y hay territorios y momentos que la hacen fluir de manera especial. En mi caso, encontré en La Gomera, como he dicho antes, un paisaje que me conmovió profundamente. Creo que el hecho de ser una isla también tuvo alguna importancia porque el espacio isleño es muy literario y yo tengo una formación literaria, puede que incluso excesivamente literaria. La isla, desde la antigüedad, es un entorno mágico donde todo puede ocurrir, donde no hay límites ni para el peligro ni para la felicidad. ¿Quién no ha pensado alguna vez en vivir en una isla? Bien, yo lo he conseguido.
Tras su reciente paso por 'Saber y Ganar', ¿le han preguntado mucho por el silbo gomero?
Sí, muchas personas se han interesado por el Silbo Gomero y por La Gomera. Es increíble el poder de la televisión. La gente te reconoce por la calle, te felicita y, en efecto, se interesa por algo de lo que has dicho. También hay que reconocer que afirmar que vienes de una isla pequeña, en la que además no has nacido, y que no aparece habitualmente en los folletos turísticos, llama un poco la atención. Espero que haya sido para bien y que sean muchas las personas que decidan venir a visitarla.
¿Tiene algún proyecto de futuro a realizar en la isla?
De momento, organizar un poco mi vida para poder quedarme en La Gomera el año entero y seguir escribiendo. El próximo mes presentaré en la isla mi novela más reciente, Moriscos, el linaje perdido, y probablemente dé algún taller de género, aunque aún no tengo nada cerrado.
Descríbame brevemente qué es para Montse Cano La Gomera.
Aunque pueda parecer exagerado, La Gomera, y más concretamente mi casa en Vallehermoso, son un sueño muy antiguo (y muy literario) hecho realidad. Cuando era pequeña y empezaba a escribir, envidiaba a esos escritores de las películas que vivían en lugares lejanos y maravillosos, y se dedicaban a crear sus obras rodeados de belleza. Eso es lo que tengo ahora en La Gomera, el espacio creativo que siempre he querido tener.