Los grandes maestros de la pintura en punto cruz
Pili Rodríguez 'pinta' con la aguja y logra con el bordado de punto cruz sorprendentes reproducciones de cuadros de los grandes maestros de la pintura como Sorolla, Van Gogh o Monet. La artista exhibe hasta fin de mes una veintena de obras en la sala de exposiciones de La Molina Artesanía, en la Calle Apurón de Santa Cruz de La Palma.
Pili ha bordado “desde siempre”, pero nunca había pensado en exponer las obras que ha realizado durante toda su vida “como un hobby, como una terapia para no ir a psicólogo”, ha explicado a LA PALMA AHORA. Pero hace ya unos cuantos años, su compañero, el también artista Rorro, le dio una gran sorpresa. “Los cuadros desaparecieron de la gaveta donde estaban guardados en casa y yo no sabía dónde estaban, y el día en que Rorro inauguraba una exposición en la Casa Salazar, los vi allí encuadernados y colgados”. A partir de entonces, su obra ha ido rotando por diferentes salas de la Isla con rotundo éxito.
Reconoce que “fue Rorro fue el que me dio el empujón, porque yo no me atrevía a exponer, esto para mí era solo un hobby”. En sus creaciones, siempre apuesta por lo más complicado. “Me gusta mucho bordar los cuadros de Sorolla, Van Gogh o Monet, porque mi reto es 'cuanto más difícil, mejor”, comenta. “Para bordar 'La habitación' de Van Gogh estuve un año”, dice. Pero, además, Pili personaliza sus obras introduciendo cambios en los colores de base y analizando con qué gamas puede lograr una mayor profundidad. En esta tarea, cuenta con el asesoramiento técnico de Rorro.
Esta artista reside en la costa de Mazo, en un lugar privilegiado en el que pasa horas bordando. “Yo en vez de ir al psicólogo bordo, es para mí una terapia, porque vivo al lado del mar y tengo una ventana, que yo considero un cuadro, desde la que veo romper las olas”, detalla. Insiste en que “disfruto muchísimo con esto; cuando estoy estresada me pongo a bordar y me olvido del mundo, y siempre recomiendo a la gente que tenga un hobby, porque no se puede estar mano sobre mano, hay que hacer algo”. Con infinitas puntadas y grandes dosis de paciencia, Pili ha diseñado un particular universo de hilo y tela que merece la pena contemplar.