Espacio de opinión de La Palma Ahora
Construcción del Aeropuerto/ y 2
Las gestiones administrativas tendentes a la construcción del aeropuerto palmero continúan, según la memoria de Félix Duarte (Breña Baja 1895-Santa Cruz de La Palma 1990).
El 19 de 1966 se hace pública la noticia de la adquisición de los terrenos para el nuevo aeropuerto. Se solicita de los propietarios se personaran en el Cabildo Insular con la documentación acreditativa de la propiedad. Dos días después, el 21 de enero, comienzan los trabajos de la pista de acceso a los terrenos que ocuparía el nuevo aeropuerto, con un presupuesto de 1.000.000 pesetas de las cuales 750.000 las aportaba el Estado. Estos trabajos debieron corresponder al acceso por El Hoyo o Lodero al decir Félix Duarte “esta pista corresponde, en su totalidad, al término municipal de Mazo”.
El proyecto del nuevo aeropuerto salta a la prensa nacional recogiendo ABC, el 8 de febrero, que las obras comenzarían en breve. Así lo confirma el general Laviña en visita a la isla el 13 de marzo manifestando que el proyecto había sido aprobado y que sólo estaba pendiente la ejecución de algunos detalles burocráticos esperando que pronto sea sacado a subasta, pues “debería terminado antes del 31 de diciembre de 1967, con un presupuesto de 240 millones de pesetas”. Plazo que se incumplió.
Las instituciones canarias de esa época entran a financiar la construcción del nuevo aeropuerto palmero. El 27 de abril de 1966 la Mancomunidad Provincial Interinsular de Santa Cruz de Tenerife, acuerda dirigirse al Ministerio del Aire “comprometiéndose al ingreso, en el referido departamento, de sesenta millones de pesetas, dentro del primer semestre de mil novecientos sesenta y siete, cantidad con la cual contribuye a la construcción del nuevo aeropuerto que se va a edificar en la zona costera de Mazo y Breña Baja”.
El lugar elegido para la construcción del “campo de aviación” se convirtió en un atractivo y compromiso político. En visita oficial a la isla, el 22 de mayo de 1966, el Ministro Comisario del Plan de Desarrollo, Laureano López Rodó, “contempla, desde la carretera del sur, la zona costera de esta Villa y la de Breña Baja, donde se va a edificar el nuevo campo de aviación” manifestando que según sus informes “saldrá pronto a subasta”.
Las infraestructuras de acceso estaban en marcha. El 25 de junio se daba por “prácticamente terminada la primera fase de la pista de acceso a la zona costera de esta Villa, donde será emplazado el nuevo aeropuerto”. Todo estaba preparado para el acceso de la maquinaria y material necesario para la construcción del aeropuerto.
El 17 y 18 de agosto la prensa divulga la noticia que se ha “convocado concurso para contratar las obras del aeropuerto”. El presupuesto ascendía a 232.998. 519 pesetas. El acto del concurso tendría lugar el 21 de octubre de 1966, en la Dirección General de Infraestructuras del Ministerio del Aire. El 24 de agosto se publica en el Boletín Oficial del Estado.
Todo estaba en marcha. El 1 de octubre continúan los trabajos sobre el terreno efectuados por Luis Marquina Sánchez, comandante de ingenieros aeronáuticos, sus ayudantes Jaime Gandarilla Carmona, José M. Román Fernández y Agustín García Ambrosio.
El 12 de octubre el Gobernador Civil, por telegrama, informa a las autoridades insulares que “debido a ciertas formalidades administrativas, quedaba aplazado el concurso que habría de celebrarse el 21 del presente mes, relativo al nuevo aeropuerto que, superadas estos, podrá efectuarse, no implicando daño alguno el retraso que posiblemente permitirá terminarse proyecto obras complementarias centro emisor y suministro eléctrico para adjudicar en el mismo acto que la obra principal, añadiendo que se efectuaran gestiones en Madrid para acelerar una pronta y positiva resolución”. La construcción del nuevo aeropuerto recibe un revés “administrativo”.
Las administraciones canarias continúan apoyando la construcción del nuevo aeropuerto palmero. El 3 de noviembre de 1966 se reúne la Mancomunidad de Cabildos de la provincia, presidida por el palmero Manuel Acosta Pérez (presidente del Cabildo Insular de La Palma), y aprueban un presupuesto extraordinario de 60.250.000 pesetas con destino a las obras del Aeropuerto. “Dicha cantidad está integrada por treinta millones procedentes de una operación de crédito con el bando de Crédito Local de España, y otros treinta aportados por el Cabildo Insular de Tenerife, de acuerdo con una habilitación de crédito a cargo de su presupuesto ordinario”. La amortización con el Banco de Crédito Local se establece a 20 años. Termina esta nota Félix Duarte diciendo. “El Aeropuerto será construido por el estado con las referidas aportaciones y la ofrecida por el Cabildo Insular de La Palma”.
El periódico madrileño Arriba publica, el 9 de noviembre, el anuncio de que el 12 de diciembre tendría lugar la apertura de los pliegos para la construcción del nuevo aeropuerto de La Palma. Seis eran los expedientes del concurso: 1º Aeropuerto de la isla con un presupuesto de 232.998.519 pesetas, edificar entre 1966, 1967 y 1968. 2º Edificio del Centro Emisor por un importe de 2.657.068 pesetas. 3º Edificio terminal de viajeros por 7.760.504 pesetas. 4º Central eléctrica por 4.106.692 pesetas. 5º Torre Central 4.360.050 pesetas. 6º Instalación Eléctrica y Balizamiento por un valor de 14.049.951 pesetas. La suma total del presupuesto ascendió a 265.932.786 pesetas. El 3 de diciembre continúan los trabajos de estudio sobre el terreno.
El 23 de diciembre de 1966 “el expediente relativo al Nuevo Aeropuerto de La Palma, que se construirá en la zona de Mazo y Breña Baja, es aprobado en el concejo de ministros que se celebró hoy en Madrid”.
El 21 de enero de 1967 se supo en la isla, por Diario de Avisos, que las obras del nuevo aeropuerto habían sido adjudicadas. “Tres son las compañías que realizarán las obras. Empresa Portuguesa S.A., construirá la pista de aterrizaje; Entre Canales y Távora S.A., los edificios; Wat S.A., las instalaciones eléctricas. Los trabajos debían estar terminados en 15 meses, plazo que no se cumplió”.
Un acceso por el norte de la pista era necesario. El 5 de febrero el jefe provincial de Obras Públicas, el ingeniero Juan Amigó de Lara “traza la ruta de la autopista al nuevo aeropuerto que se va a construir en la zona costera de Mazo y Breña Baja”. Por esos años los palmeros soñaban con una “autopista” en la isla, deducimos que toda aquella vía que fuera medianamente en recta y ancho tenía este calificativo.
Al mismo tiempo que comenzaban los trabajos de acceso por el norte de la pista, el 5 de febrero, se inician los trabajos de replanteo de la pista del nuevo aeropuerto.
El por entonces presidente del Cabildo Insular de La Palma, el aridanense Manuel Pérez Acosta (Los Llanos de Aridane 1919-Los Llanos de Aridane 2005), fue una de las voces impulsoras de la necesaria infraestructura para La Palma. En gratitud el Ayuntamiento de Villa de Mazo el 1 de marzo de 1967, bajo la presidencia de Antonio Soler Hernández, “toma el acuerdo de denominar ”Plaza de Manuel Pérez Acosta“, la que se encuentra próxima a la ermita de Nuestra Señora de los Dolores (Hoyo de Mazo) en atención a la buena labor realizada en pro del nuevo aeropuerto por dicho señor, en su calidad de presidente del Excmo. Cabildo Insular”. Acuerdo municipal que hoy se ignora y que debiera ser recuperado.
El 16 de marzo de 1967 comienzan los trabajos de construcción de la pista de aterrizaje del aeropuerto, como recoge Félix Duarte diciendo: “La compañía portuguesa Empresa de Aeródromos y Carreteras, S.A., da comienzo a la pista del nuevo aeropuerto de La Palma, en la zona costera de Mazo y Breña Baja. Un mes después ”un convoy de maquinaria pesada“ interrumpía el tráfico de la carretera, destinada ”con el fin de intensificar los trabajos“.
Félix Duarte nos ha aportado un relato de gran parte de los trabajos para la consecución del segundo aeropuerto de La Palma. De su lectura deducimos el empeño y dedicación que pusieron, en tiempos muy difíciles, los responsables políticos de esos años tanto del Cabildo como del Ayuntamiento de Villa de Mazo.
En nuestra opinión el pueblo de Villa de Mazo y los propietarios de los terrenos aportaron sus mejores tierras en beneficio de las comunicaciones de la isla. Nunca La Palma se lo ha agradecido suficientemente. En compensación, 50 años después de la apertura del aeropuerto, bien pudiera las administraciones públicas competentes poner en marcha la ejecución de las obras prometidas por AENA, que figuran en el proyecto de construcción de la última terminal, de la regeneración y acondicionamiento de las Maretas de Villa de Mazo, que se encuentran bajo las vías de acceso a la terminal. Una infraestructura y atractivo natural de baño y recreo destinado a los vecinos y viajeros.
*María Victoria Hernández es cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)
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