El volcán deja a La Palma sin la posibilidad de incinerar restos al afectar la lava al crematorio insular de Las Manchas

Horno crematorio del complejo funerario de Las Manchas.

Esther R. Medina

Las Manchas —

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El volcán de Cumbre Vieja no respeta ni a los muertos. Las coladas de esta erupción, que lleva 40 días generando temor y ahogando con cenizas y gases a los habitantes de La Palma, se encuentran muy próximas al cementerio de Las Manchas, en el municipio de Los Llanos de Aridane, el único de la Isla que dispone de un horno crematorio, que entró en funcionamiento en 2006.

El camposanto no ha sido aún dañado por la lava, pero se encuentra cubierto de cenizas y con el acceso cortado, lo que imposibilita tanto la incineración de restos como los enterramientos, que se están llevando a cabo en cementerios de otros municipios.

Fuentes consultadas por este periódico han señalado que la imposibilidad de incinerar a las personas que así lo habían decidido en vida “está generando mucha angustia” entre los familiares del difunto, que se ven obligados a darle sepultura. En algún caso, se ha optado por el traslado del difunto a un crematorio de Tenerife.

Aunque muchos cristianos siguen mostrando rechazo a la cremación, esta práctica “había arraigado en La Palma, donde no había cultura de incinerar”, destacan las citadas fuentes.

El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, en 2006 presidido por el nacionalista Juan Ramón Rodríguez Marín, fue el que dio a la población de La Palma la posibilidad de incinerar con la puesta en marcha de unas modernas instalaciones que ofrecen un servicio de ámbito insular y que están ubicadas en el complejo funerario de Las Manchas. En alcalde consideraba que el horno crematorio era “una infraestructura fundamental no solo para el municipio sino para toda la Isla por la creciente demanda de este servicio”.

En los países asiáticos, la incineración se ha convertido en la forma de entierro tradicional. Consideran que es una práctica higiénica que, además, resulta mucho más económica.

Las personas con familiares enterrados en el cementerio de Las Manchas también están “sufriendo otro duelo” porque temen que los restos de sus seres queridos sean sepultados por la lava. “Algunos quieren retirarlos, pero hasta que no pasen cinco años del enterramiento no se permite la exhumación, y otros han planteado llevarse las urnas de cenizas que se encuentran depositadas en nichos, pero nada de esto ahora es posible”, aseguran.

El próximo día 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, en la Plaza de España de Los Llanos de Aridane se habilitará un espacio de recogimiento denominado 'El Rincón de la Memoria' para que las personas que lo deseen puedan colocar una flor y una vela en recuerdo de sus seres queridos. Asimismo, se celebrará una ceremonia religiosa en la Plaza Juan Pablo II al está incomunicado por el volcán el cementerio de Los Ángeles, conocido popularmente por Las Manchas

Muchas personas han requerido asistencia psicológica por el temor de que las coladas sepulten los restos de sus seres queridos. “Sienten impotencia por no poder retirarlos. La gestión emocional en este asunto está siendo muy complicada”, admiten.

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