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La niña de Mali murió por una deshidratación severa

La niña maliense de dos años llegó la semana pasada a Canarias en patera y murió este domingo

EFE

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La niña maliense de dos años que falleció este domingo en Gran Canaria tras haber sido rescatada de una patera cinco días antes pereció a causa de un cuadro de deshidratación severa, que la mantuvo en estado crítico desde que ingresó en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas.

En rueda de prensa, la directora gerente del complejo hospitalario, Alejandra Torres, ha explicado que la pequeña llegó inconsciente y en estado muy grave al centro, con un cuadro de deshidratación severo que fue empeorando hasta que finalmente murió.

La niña estuvo acompañada de su madre desde que esta fue localizada, siguiendo el protocolo habitual del hospital de acompañamiento pediátrico “sea el niño migrante o no”.

Otro de los ocho menores que llegaron con ella en la misma patera también tuvo que ser atendido en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI), pero “afortunadamente” estuvo menos tiempo grave y “ahora está en planta, progresando favorablemente”.

En el Hospital Insular-Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria permanecen en estos momentos 19 ocupantes de las pateras llegadas a la isla la semana pasada: ocho adultos (entre ellas una mujer en estado crítico) y once menores.

Se trata de unos números a los que sus profesionales no habían tenido que enfrentarse hasta ahora en lo que concierne a las pateras y que les tiene “preocupados y consternados”, ha reconocido Torres.

La directora gerente del complejo hospitalario ha detallado que la mujer que está ingresada en cuidados intensivos tiene pronóstico reservado, mientras que los once menores presentan buen estado y evolucionan bien, lo mismo que los otros siete adultos.

En los últimos meses, el Complejo Hospitalario Insular-Materno Infantil ha llegado a tener ingresados a 23 personas procedentes de pateras y cayucos, algo que “no es habitual” y, menos aún, con tantos menores y mujeres y “en tal mal estado de salud”.

Aunque ha habido otras crisis migratorias anteriores “nunca se había dado la llegada masiva de tantos menores, en tan mal estado de salud”, ha reconocido Torres.

Los once menores inmigrantes que siguen ingresados en este centro sanitario están acompañados por sus madres, seis mujeres en total.

Los cuadros médicos con los que llegan los inmigrantes, ha explicado Alejandra Torres, son “de deshidratación muy severa y desequilibrio de los iones, porque se ven obligados a beber agua de mar y eso produce una alteración y deshidratación muy importante”.

Además, ha detallado, todos ellos tienen también “cuadros de úlceras y cuadros infecciosos importantes”, provocados por el hecho de permanecer mucho tiempo sin cambiar de posición en la patera.

En el complejo, ha dicho la directora gerente, el protocolo establece que las personas en situaciones como las que se han presentado estos días puedan estar acompañados por sus familiares.

De hecho, ha añadido, en cuanto los cuerpos de seguridad del Estado localizan a los progenitores de los niños, se les traslada al hospital para que puedan estar con ellos.

Ahora mismo no hay ningún menor no acompañado, aunque sí los ha habido en los primeros momentos, desde que la patera llegó a tierra hasta que la madre o el padre que venía con el niño es localizado y desplazado al hospital, ha explicado Torres.

Y todo ello se hace, ha detallado, siguiendo además los protocolos de prevención de la COVID-19, de forma que estos pacientes menores de edad y sus familiares acompañantes “están aislados en habitaciones de las que no pueden salir para que no compartan espacios comunes con ningún otro adulto”.

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