El curso más duro para los estudiantes de La Palma, a la espera de una EBAU que tenga en cuenta la erupción

Estudiantes de La Palma piden una EBAU justa para el Valle de Aridane el pasado mes de diciembre.

Jennifer Jiménez

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“La etapa de duelo empieza ahora”, explica Marcos, delegado de Segundo de Bachillerato del IES El Paso, que se sitúa junto al campo de fútbol donde se trasladaba en un primer momento a las personas evacuadas de los barrios afectados por la erupción de La Palma para comprobar sus datos personales y derivarlas a otros espacios. Durante un mes completo el alumnado de los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte no pudo acudir a las aulas por la incertidumbre constante que generó el volcán, después la actividad lectiva quedó a merced de la presencia de gases o de la caída de cenizas, que perjudicaban la calidad del aire. El curso escolar había empezado apenas unos días antes de que diera comienzo la erupción el 17 de septiembre, por lo que no dio tiempo de iniciar los temarios ni de que el profesorado evaluase a sus estudiantes. Parte del alumnado de los municipios quedó directamente afectado por la pérdida de viviendas o del empleo de sus familias. Por ello, desde el pasado mes de noviembre, los estudiantes que este año se enfrentan a la EBAU para poder acceder a la universidad reclaman una prueba que se adapte a las circunstancias que han vivido, “que sea justa y equitativa”.

Marcos señala que en algunas materias se percibe de forma más notoria el atraso con respecto a otros institutos de Canarias o que son de la misma isla pero que no estuvieron directamente afectados por el volcán. Como ejemplo cita la materia de Química, que por ese menor tiempo con el que han contado para poder afrontarla aún están comenzando a estudiar la segunda de las cinco preguntas que entran en el examen. “Se nos está echando el tiempo encima”, asegura. Tanto la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Manuela de Armas, como el presidente regional, Ángel Víctor Torres, garantizaron a finales del pasado año una solución a este problema. Desde la Consejería llegaron a proponer que se prolongara el curso en Bachillerato una semana, algo que el estudiante considera que no supone una gran diferencia a último momento del curso y que generará un sobreesfuerzo al alumnado. 

Sobre la EBAU de 2022, en noviembre del año pasado Educación explicó que al regirse por una orden ministerial en la que se establece su estructura y criterios, carece de responsabilidad directa. No obstante, insistió en que “respaldará en todo momento las opciones que favorezcan al alumnado del Valle de Aridane”. El presidente de Canarias también se comprometió en una visita a los centros educativos del Valle de Aridane a plantear el asunto a Pedro Sánchez y señaló que en enero estaría prevista esa orden que incluiría una “excepcionalidad” para este alumnado, pues entiende que deben examinarse solo de “lo que han dado en clase”. Esta semana, desde el Gobierno han señalado a este periódico que la orden ministerial que regula la EBAU aún no se ha publicado (pese a que suele publicarse el primer mes del año) y que es a partir de la misma cuando las comunidades autónomas publican sus resoluciones. 

Meses de incertidumbre

El alumnado explica que de momento se encuentra en la incertidumbre sobre si se tendrán en cuenta los meses que han vivido y si la excepcionalidad será solo para el alumnado afectado del Valle de Aridane o será una prueba excepcional para todo el Archipiélago, como apuntó la consejera en el programa Buenas Tardes Canarias (de RTVC) el día en que los estudiantes de estos cursos salieron a las calles de la capital palmera a manifestarse. Se trata de una acción que no han vuelto a realizar por falta de tiempo, ya que a las vacaciones de Navidad se le sumaron exámenes y de nuevo la vuelta a clases para recuperar el tiempo perdido. “Con todo el respeto los compañeros de otras islas, pueden sentir empatía, pero no han vivido esta situación, ni siquiera en la otra parte de la isla”, remarca Marcos, que puntualiza que hay compañeros que fueron evacuados quedándose sin su espacio habitual de estudios y que psicológicamente todas las personas de la zona se encuentran afectadas. Además, durante semanas vivieron con la duda de cuándo volverían a las aulas y sin modelo online. Cuando el regreso a las aulas se hizo efectivo a el 18 de octubre, volvieron a tener semanas en las que pasó a enseñanza telemática, “a pesar del esfuerzo de todos para que las clases online sean productivas, sabemos que no son igual de efectivas que las presenciales”, explicaba el alumnado en un escrito. 

Desde las inmediaciones de su instituto se podía ver el volcán y tras la vuelta a las clases los estruendos y terremotos se sentían, lo que dificultó al principio la concentración. Su casa se encuentra también muy cerca e insiste en que quien no tiene un amigo tiene un familiar o un conocido afectado por la erupción, lo que ha mermado mucho emocionalmente al Valle de Aridane. Otra propuesta que realizó en noviembre la Consejería fue la de que se establecieran clases telemáticas de refuerzo. Marcos señala que sí las hubo en Navidad pero con profesorado voluntario. Agradece a los docentes el apoyo que están dando a los estudiantes en todo momento pese a que ellos también han sido afectados directamente por la erupción. 

Noe es también delegado de otro de los centros afectados, el IES José María Pérez Pulido, en Los Llanos de Aridane. Explica que los estudiantes ya están mentalizados, pues creen que no van a contar con ningún tipo de adaptación y que la prueba será la misma en toda Canarias. En su caso explica que los profesores les han comentado que desde la Consejería se les ha solicitado un informe con todos los contenidos que no han podido dar hasta el momento como se tenía previsto al comienzo de curso. También indica que no se descarta que vuelvan a manifestarse pero les ha sido complicado buscar una fecha exacta. El estudiante añade que estos meses han sido muy difíciles emocionalmente. Marcos añade que en el caso de Lengua y Literatura, su profesora ha recibido la comunicación de que una de las autoras que entran en la materia de la EBAU de Canarias se quedará finalmente fuera, algo que cree que supone un avance pero es para todo el Archipiélago y no una adaptación a las personas del Valle de Aridane. 

Educación emocional 

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha informado también esta semana de que ofrecerá un curso sobre educación emocional al profesorado de La Palma. Se trata de una acción formativa, que impartirá el presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), Rafael Bisquerra y que permitirá adquirir conocimientos teóricos, herramientas y recursos de refuerzo emocional que les facilitarán el desarrollo de acciones destinadas a docentes, familias y alumnado. Precisamente, la educación emocional fue clave en la vuelta a las aulas para los estudiantes de cursos de Infantil y Primaria, ya que pasar por una erupción volcánica, ser evacuados o que sus vidas cambien tan rápido hacía aún más necesaria la vuelta al colegio. 

En el caso del alumnado de Bachillerato, a la tristeza de perder viviendas, fincas y tantos paisajes se le suma el estrés y los nervios por un examen que es tan importante en esta etapa de la vida. “Queremos luchar por nuestro futuro y perseguir cada uno de los planes, sueños e ilusiones que teníamos cuando nada de esto había pasado. No queremos tener una EBAU más fácil, de no ser por nuestro estado, nunca nos hubiéramos dirigido a ustedes”, explica el manifiesto del alumnado escrito el pasado mes de diciembre. 

Más datos

El pasado curso se matricularon en la isla a los exámenes de la EBAU 402 personas. Desde la erupción, se vieron afectados 20 centros educativos de tres municipios. Se trata de unos 4.400 alumnos y alumnas de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato.

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