Las flores del almendrero, tímidas, pero fieles a su cita a pesar de la sequía y la falta de frío

Almendreros en flor en la zona de Cazadores, medianías de Gran Canaria.

Gara Santana

15 de enero de 2024 19:01 h

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Las primeras flores de almendreros de esta temporada se han dejado ver en la zona de Cazadores (Telde) tras hacerse desear y crear en los habitantes de las medianías de Gran Canaria la duda de si este año se quedarían con la magua de ver la floración en tiempo y forma.

Es evidente que el cambio climático está afectando principalmente a las especies y sus hábitats, algo tan visible en Canarias, donde los ecosistemas se han comportado durante miles de años como equilibrios complejos perfectamente adaptados a la insularidad y una climatología subtropical. El aumento de las temperaturas y la sequía están cambiando también el paisaje de islas como Gran Canaria que va viendo acorraladas sus zonas verdes hacia el interior, pero biólogos consultados por este medio, aseguran que aún es pronto para saber si las variaciones en la floración de los almendreros son consecuencia directa del cambio climático o procesos propios de la naturaleza que lleva “su propio calendario”.

Los almendros, o almendreros como les llaman en Canarias quienes mejor les conocen por uno de tantos préstamos tomados del portugués, son plantas criófilas; que necesitan, como muchos otros árboles frutales, acumular un número determinado de horas de frío para poder reproducirse. Esta temperatura debe oscilar entre los 0 y los 7 grados, y cuando se dan, la especie interrumpe su hibernación y estalla a la vida en forma a de flores.

Necesita “sus 400 horas de frío”

Para Santiago García, técnico del Departamento de Fruticultura de la Granja Agrícola del Cabildo, lo que produce este retraso en la floración sí está relacionado con la climatología ya que normalmente, “el almendro es una especie que necesita tener una parada vegetativa para poder perder las hojas y poder acumular horas de frío” asegura. Esto lo hace a principios de noviembre, hasta finales de diciembre o principios de enero. “En los últimos años el mes de noviembre no ha sido nada frío y cuando empieza el frío es en la primera quincena de diciembre y su floración se retrasa”, nos cuenta. “A esto hay que añadir la gran sequía que está sufriendo la isla durante los últimos años”.

El almendrero es, por decirlo de alguna forma, el árbol que inaugura la primavera, y a este evento de la naturaleza se dedican fiestas en los municipios de Tejeda y Valsequillo (Gran Canaria) y en Puntagorda (La Palma). En la isla de Gran Canaria, que sufrió olas de calor hasta bien entrado el mes de octubre, los almendreros no habían tenido tiempo (ni forma) de florecer. Este año, los preparativos de las fiestas del Almendro en Flor ya tienen a quién honrar, con la vista puesta en que cada cambio en la naturaleza puede ser una señal de alarma en una isla que no puede permitirse perder sus referentes naturales.

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