Libros de texto gratis también para el primer ciclo de Primaria y 1º de la ESO
La implantación y gestión del uso gratuito de libros de texto, del que en este curso ya se han beneficiado a más de 37.000 alumnos del tercer ciclo de Educación Primaria y a la totalidad de alumnos de los centros de Atención Preferente, se extenderá a partir del próximo curso al primer ciclo de Educación Primaria (1º y 2º curso), en centros públicos y concertados y a 1º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en los públicos.
Para dar cobertura a toda esta prestación, el Gobierno de Canarias ha destinado para el próximo curso un presupuesto de 5 millones, al que se sumará la partida “bastante inferior” que asigne el Ministerio de Educación, que cofinancia este programa, según explicó el director general de Promoción Educativa, Rafael Juan González Robayna.
El representante del Ejecutivo esperó que en unos dos cursos la prestación, que se inició en este curso para todos los niveles de la enseñanza Primaria en los 97 centros de Atención Preferente y en el resto de centros para el 5º y 6º de Primaria, esté implantada en todos los niveles de la enseñanza obligatoria.
Así, precisó que se ha decidido iniciar por los cursos en los que este año comienza la aplicación de la nueva ley de educación (LOCE), ya que los libros de 5º y 6º del curso pasado tendrán una durabilidad del menos de tres años, conforme a la aplicación de la ley y no se podría cumplir con el objetivo del programa de que los libros duren al menos 4 años.
De hecho, con esta medida, Canarias se sitúa, junto a Cataluña y País Vasco, entre las comunidades que ya han puesto en marcha de manera progresiva la gratuidad de los libros de texto, mientras que Aragón y Castilla-La Mancha son las dos únicas en las que los libros de texto son gratuitos en la educación obligatoria, según un informe de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).
Tras estas dos comunidades, se sitúan Asturias, donde la gratuidad alcanza al 90 por ciento de los alumnos de enseñanzas obligatorias, La Rioja, Cantabria, Galicia y Andalucía, en las que los libros son gratuitos en todos los cursos de educación primaria.
Robayna recordó que la distribución de la cantidad a ingresar a cada centro se hace proporcionalmente al número de alumnos escolarizados y al número de ayudas para la adquisición de libros de texto solicitadas en las convocatorias de las diversas instituciones.
Un total de 100 euros por lote para cada alumno
La valoración económica se establece en 100 euros por lote para cada alumno, y con este presupuesto por alumno, los centros deberán adquirir, con independencia de la modalidad elegida, los materiales que se consideren necesarios y que tendrán una durabilidad de cuatro años. No obstante, el Consejo Escolar del centro podrá variar la cantidad destinada a cada lote de libros y material escolar en función de los niveles educativos y de los niveles de renta de las familias del alumno o alumna, una acción que tendrá que justificar.
Son estos órganos de los centros, de acuerdo con los criterios que ellos mismos determinen y teniendo siempre en cuenta la renta familiar como factor determinante y necesidades de compensación social, los que designarán a los alumnos que recibirán cada lote de libros.
Como norma general, el nivel de renta de la familia del alumnado no deberá superar en más de un 10% el umbral de renta establecido en la convocatoria de ayudas al estudio del Ministerio de Educación y Ciencia.
El material será entregado a los padres, madres o tutores de los alumnos y alumnas, que deberán suscribir por escrito el compromiso de hacer un uso adecuado de éste, devolverlo al final del curso en el mejor estado posible. En el caso de ser beneficiario de una ayuda para el mismo fin de otra Institución (MEC, Cabildo Insular, Ayuntamiento, etc.), tendrá que devolver o comprar el material prestado una vez perciba la ayuda de la correspondiente Institución.
Los centros velarán por el cumplimiento de los compromisos suscritos por las familias, especialmente en que no haya duplicidad en la obtención de ayudas. Asimismo, llevarán un inventario del material prestado y posteriormente devuelto y del estado en que se encuentra para su reutilización en el siguiente curso escolar.
Los centros educativos ya están informando, mediante unas circulares, de la puesta en marcha del Uso Gratuito de Libros de Texto el curso escolar siguiente y un impreso de renuncia voluntaria para la familia del alumnado que no desee participar. En ella también se informa de que ser beneficiario de esta ayuda es incompatible con cualquier otra ayuda para la misma finalidad y de la posibilidad de renunciar a la prestación.
La normativa establece además que en cada curso escolar, en ningún caso, se admitirán las peticiones de las familias que inicialmente presentaron la renuncia a participar en el Uso Gratuito de Libros de Texto.
Ausencia de problemas
Robayna precisó que no ha habido problemas durante este año en la acogida de la medida, que ha beneficiado a más de 37.000 alumnos, y esperó que el proceso sea similar para el próximo curso, en el que reconoció “ha habido poca colaboración” desde el sector de los colegios religiosos y de otra federación en el ámbito de la enseñanza concertada.
Esto hace que esas familias se quedarán sin este servicio, ya que es el centro el titular de los libros y quien tiene que acogerse a la medida, apuntó. Al respecto, se mostró sorprendido por esta reticencia desde este sector, ya remarcó que la incorporación al programa ha sido una reivindicación de la comunidad educativa de los centros concertados.
La normativa de uso establece que al comienzo del curso escolar, y según los criterios establecidos por la Comisión de Seguimiento de cada centro educativo, se entregarán a los padres y/o tutores legales del alumnado el material, debiendo éstos responsabilizarse de su custodia y posterior devolución.
Hasta el 31 de marzo, los centros educativos deberán facilitar el material curricular al alumnado que se incorpore durante el curso, mientras que para aquellos alumnos que lo hagan después de este periodo y hasta el final del curso escolar, los centros que no cuenten con dinero para adquirir el material, facilitarán los de sus propios fondos bibliográficos.
En cualquier caso, los libros de texto u otros materiales curriculares adquiridos con cargo a los fondos públicos son propiedad del centro educativo, de manera que los alumnos tienen la obligación de conservar el material en correcto estado y devolverlos al centro al finalizar el curso escolar.
Ante el uso incorrecto de los libros de texto o el incumplimiento de las normas establecidas para su uso, el deterioro o extravío del material, los beneficiarios tienen la obligación de reponerlo. Negarse a ello implica la renuncia del alumno a participar en el Uso Gratuito de los libros de texto para el curso siguiente y el centro podrá exigir el reintegro del coste de los libros, conforme a la normativa.
Al final del curso, con la colaboración de los padres de cada alumno, en la forma se establezca cada centro, se revisará el material para determinar si su conservación permite la reutilización para el curso siguiente.
Reposición
Los libros de texto serán dados de baja cuando su grado de deterioro no permita su reutilización o cuando cumplan su período de utilización, fijado con carácter general y como mínimo en 4 años.
Antes de la finalización de cada curso escolar, la comisión de seguimiento de cada centro elaborará un informe sobre las necesidades de reposición de los libros, en el que se justificarán las causas por las que se requiere su reposición no son achacables a la mala utilización por el alumnado.
Así, antes del comienzo del nuevo curso los centros repondrán los libros y la adquirirán los nuevos lotes que sean necesarios ante el incremento del alumnado matriculado. De manera excepcional, dado que los materiales utilizados por el alumnado del Primer Ciclo de Educación Primaria son de difícil reutilización en cursos posteriores, la tasa de reposición para este ciclo queda establecida en un 60 por ciento.
Los encargados de elegir los materiales son los departamentos didácticos y/o equipos de ciclo y éstos tendrán una vigencia mínima de cuatro años.