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Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Pequeñas (y cotidianas) mentiras oficiales

Paco Gómez Nadal

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Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Las declaraciones oficiales están sobrevaloradas. Hay una especie de “contrato social” por el cual los medios de comunicación confían en los comunicados o declaraciones que emiten representantes de las instituciones y los reproducen como si se tratara de un oráculo infalible. Y este contrato debería ser razonable. Lo mínimo que se puede exigir en una democracia es que los funcionarios públicos y los representantes políticos con cargos oficiales sean escrupulosos en el apego a la verdad.

La realidad no es tan poética ni tan coherente y nos enfrentamos a ciertas mentiras que podríamos calificar de pequeñas, cotidianas, de andar por casa, que van contaminando ese “contrato social” hasta convertirlo en espurio.

Un ejemplo clásico de estas mentirijillas intencionadas es el dato de participación en movilizaciones sociales que facilitan los distintos cuerpos de seguridad del Estado. Depende de si la manifestación o concentración le gusta más o menos al partido político que tiene el control de la institución, las cifras crecen o menguan a gusto de versiones. Miran si no, lo ocurrido el pasado sábado en Santander. Cualquier persona que estuviera en la concentración contra la concesión de una licencia a un McDonald´s en el Mercado de Puerto Chico podría sumar hasta quedarse sin recursos cuánta gente había. Lo más fácil es medir el espacio que ocupa la masa humana cuando la manifestación está en su apogeo: unos 120 metros de largo por 6 de ancho son 720 metros cuadrados. Si calculamos, por lo bajo, 3 personas por metro cuadrado, la cantidad sería de 2.160 personas; si somos muy pesimistas y calculamos 2 personas por metro cuadrado, estaríamos hablando de 1.440 y si pensamos que el aislamiento social reinaba en la manifestación, diríamos que había, al menos, 720 personas. La policía municipal —que, por cierto, no cortó las bocacalles que acceden a Casimiro Sainz y pudo generar un problema de seguridad— se despachó ante los medios asegurando que había 300 personas. La magia de las gafas menguantes. Si grave es que una autoridad de seguridad mienta, es también inquietante que los medios la reproduzcan.